Hay que hacer constar que la encuesta ha sido encargada por la editorial que lo ha publicado y ya sabemos lo que ocurre con las encuestas "por encargo". Pero los resultados demuestran que la obra, leída por casi seis millones de personas, se ha convertido en un auténtico fenómeno social.
El 30% de las lectoras asegura haber cambiado su forma de ver la sexualidad tras la lectura, con un mayor impacto entre las lectoras de menos de 35 años. El 60% afirma haber aprendido sobre sexualidad, el 45% tiene una mentalidad más abierta, el 35 % exige más a sus relaciones y el 33 % ha incrementado la frecuencia de las mismas.
La encuesta proporciona datos tan curiosos como que 1 de cada 3 ha realizado nuevas prácticas sexuales, y de éstas, el 44% ha probado nuevas posturas y el 29 % ha usado por primera vez juguetes sexuales, lo que demuestra que la trilogía «Cincuenta sombras» ha sido una gran impulsora del comercio de estos artículos. Respecto a la polémica sobre si esta trilogía favorece en la mujer una actitud sumisa, la encuesta afirma que, por el contrario, el 32% ha tenido fantasías dominantes.
Si la encuesta lo dice será cierto, pero yo sigo pensando que las chicas son muy mojigatas a la hora de expresar sus deseos y fantasías. Al menos cuando uno estaba en el mercado, es decir, hace millones de años porque de las chicas de ahora no tengo ni idea porque hace años que no las trato (en plan relación sexual). Pero ojalá sea verdad y hayan cambiado.
Si la encuesta lo dice será cierto, pero yo sigo pensando que las chicas son muy mojigatas a la hora de expresar sus deseos y fantasías. Al menos cuando uno estaba en el mercado, es decir, hace millones de años porque de las chicas de ahora no tengo ni idea porque hace años que no las trato (en plan relación sexual). Pero ojalá sea verdad y hayan cambiado.
Me había propuesto no leerlo porque pensaba que era un amaño editorial para vender, pero me lo han regalado y lo estoy leyendo. Todavía no lo he terminado, pero lo mejor de él es que está escrito por una mujer y va marcando los tiempos de la entrega de la chica al chico con mucha delicadeza. Si lo hubiera escrito un chico en la tercera página la chica ya estaría de rodillas chupándole la polla al hombre.
No es "Historia de O", ni "Beacul", ni "La Imagen" que eran las únicas novelas que trataban hasta ahora la sumisión de una chica a un chico y que hemos leído gracias al genial Berlanga de la colección "La sonrisa vertical".
No hay mucha literatura (buena) de esta tendencia quizás porque las feministas no verían bien que una chica se entregue a un chico en plan sumisa. O se deje dar unos placentero azotes en el culo, teniendo en cuenta que todavía contamos con la lacra del maltrato a la mujer y que la mitad de los que lo hacen son hombres (cabrones) de 19 a 25 años, es decir, animales que se han educado en democracia y no han vivido la dictadura.
En mis dos novelas publicadas en papel ocurre al revés: es el chico el que se entrega a la chica porque quería darle la vuelta a la tortilla habitual de que el hombre sea el dominante y la chica la sumisa. Es lo que enseñaban en la escuela y lo que ha vivido la sociedad en la dictadura. El hombre mandaba y la mujer en la casa con la pata quebrada. Por eso quise hacer lo contrario y es el chico el que se entrega a una chica muy celosa y posesiva, que lo gobierna y lo posee.
Y me dijeron de todo: desde que era masoquista hasta que era un calzonazos. No entendieron nada (algunos), aunque afortunadamente las personas inteligentes captaron el mensaje y lo entendieron; entendieron la entrega por amor para llegar a amar más allá de todos los límites. El amor verdadero. Porque para muchos no es normal que el chico sea sensible, muestre sus sentimientos y se entregue a una chica que lo gobierna. No se dan cuenta de que el hombre, después de todo, es lo que ha hecho toda la vida desde que es niño: entregarse a su madre que lo gobierna, lo mima y corrige hasta que es mayor de edad.
Pero en fin...
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