29 de septiembre de 2013

Morirse

Alain Delon, el mítico actor francés, ha confesado que no quiere morirse solo. Nadie quiere morirse solo. Yo ya he encargado una banda de música para que me acompañe en el trance. Aunque con la crisis a lo peor hay que contentarse con una pandereta y unas castañuelas.

Lo bueno que tiene la crisis (si es que tiene algo bueno), es que nos obliga a currar en cuestiones que antes no hacíamos ni como deberes de clase. Quizás por eso la odiada madrastra Merkel ha barrido en las elecciones de Alemania. Nos ha jodido a todos, es cierto, pero ha salvado el Euro que hace sólo un año estaba a punto de caer, según el saber de los listos como el premio Nobel, Skslizt, que el (24.06.2012) pontificó su desaparición. Un año después no ha rectificado ni tenemos noticias de sus augurios de ‘bruja Lola’.



La crisis también ha permitido que en la ley de Transparencia se hayan embuchado por fin a los partidos, sindicatos, monarquía e Iglesia. Unos buenos propósitos de enmienda que les obligará a publicar en la web los ingresos que reciban del contribuyente y justificar sus chipirrinchis y sus mariscadas. La iniciativa es loable pero ya dicen que «quien hace la ley hace la trampa». Veremos.
También van a perder sus privilegios los aforados; todos esos prójimos que disfrutan del impedimento de ser procesados si el Parlamento no lo permite y todos los demás compis de pupitre no dan su consentimiento.

España es la democracia con mayor número de aforados del mundo. Unos 10.000 ciudadanos disponen de una protección jurídica especial y sólo pueden ser enjuiciados si obtienen el permiso de sus propios colegas de aventuras. «Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna», etc, etc. Eso nos cuenta la Constitución. Vale. Me lo creo. «Pero me han dormido con todos los cuentos... y sé todos los cuentos» (León Felipe).

Por eso siguen aforados los diputados, senadores, magistrados, fiscales, miembros del tribunal de Cuentas, diputados regionales, defensores del pueblo (14), miembros de las diputaciones provinciales y hasta el rey al que «los suyos» le quieren birlar el trono para que deje de jugar al Principito.

En Alemania no existe ni un sólo aforado y así nos va, porque además se han agigantado las desigualdades entre autonomías ya que en Navarra la pobreza ha disminuido un 9%, pero en Murcia ha aumentado un 5%. Y los políticos como Valcárcel no se piran y siguen en el machito, aunque se vayan de jubilatas a Europa. «Los políticos y los pañales se han de cambiar a menudo... y por los mismos motivos», según nos explicaba Bernard Shaw. Pero ni caso.

Siguen en el palo del gallinero aprovechándose quizás de que los españoles somos los que menos papel cultural consumimos de toda Europa (libros, prensa), pero los que más gastamos en papel higiénico. Ahora se explican algunas cosas. Así que voy a morirme solo. Lo siento, pero no invito a nadie. Mi madre me dijo cuando era pequeño que no me juntara con malas compañías.

Columna publicada en el periódico El Mirador de Cieza. 

22 de septiembre de 2013

Jugar

El gobierno de Mariano Rajoy nos va a subir las pensiones 0,25 céntimos. Ni 0,15 , ni 0,10 ni 0,15 sino 0,25. Ni más ni menos. Y además, a poco que se esfuerce, nos regala también una manta y un peine (homenaje al querido Ángel de las mantas)

No nos extraña entonces que el 98% de los niños de diez años tengan hábito de ahorrar parte de su paga para invertirla en gastos futuros, según la sorprendente conclusión de Scottish Widows. Aunque los juguetes y los videojuegos siguen siendo su gasto fundamental, también los hay que ahorra pensando en financiar su carrera universitaria, comprar una casa o abrir su propio negocio.

Eso dice el informe que lees y te deja atónito (despatarrado), porque a esa edad uno todavía continuaba jugando a médicos y no pensaba en ahorrar para comprarme un coche. La verdad es que a mi provecta edad todavía no me lo he comprado y sigo queriendo jugar a médicos. Lo que pasa es que uno es un inmaduro. Y además ellas no quieren jugar. Son muy suyas.



Como algunos cerriles de derechas que quieren liquidar el Estado y otros cerriles de izquierdas que quieren hacerlo insostenible con tanto gasto superfluo (la tv andaluza pierde 71.000 millones al día). La virtud dicen que anda por el término medio, es decir, por el centro y no por las caderas, por lo que parece inadecuado que se quiera exterminar a los ricos.

A los multimillonarios hay que mimarlos para que trabajen para nosotros, creen riqueza y que podamos explotarlos achicharrándolos con los impuestos; pero no te los puedes cargar porque si acabas con ellos ya no te queda nadie a quién exprimir.

Y los millonarios ya no descienden de un abuelo «que ha ganado una batalla» (León Felipe), pues el más rico de España, Armando Ortega (el de Zara), comenzó vendiendo camisas por los pueblos montando en una Vespa. Y un chico murciano de 28 años ha creado 750 empleos (en plena crisis), mediante un crédito del ICO, avalado por sus padres, que le ha permitido crear una franquicia de yogures helados.

«El problema de la falta de crédito» -asegura el muchacho- «se va a solucionar por sí mismo porque los bancos viven de los créditos y ahora lo están haciendo de los créditos pasados. Y tiene su lógica el razonamiento: O prestan dinero o no ganan . He ahí la cuestión que plantea este lúcido chico empresario, porque los ricos ya no vienen de serie en familias con prosapia y blasón niquelado, sino que proceden de abajo como el imberbe multimillonario fundador de Facebook que inició la empresa en su habitación de estudiante.

Un negocio que afloja porque todo tiene su fin o decadencia y va perdiendo poco a poco a sus usuarios que se aburren. Más o menos lo que ocurre con las parejas tras la pasión inicial. A todos nos llega la hora y habrá que ser prudentes, ahorrar para la vejez (como los niños), y poder así contratar a un enfermera tía buena que quiera jugar a médicos (por 0,25 céntimos).

Columna publicada en el periódico El Mirador de Cieza.

16 de septiembre de 2013

Pasando

La mayoría de los jóvenes pasa de la política, según la encuesta realizada por el Instituto de la Juventud. Y además confiesan que están «satisfechos» con su vida porque se conoce que da gusto vivir tan ricamente en casa de tus padres y no tener que bajar a la mina. Cosas del el ‘guatsap’ que nos hace la vida muy mullida. Pasar de la política supone que ya no nos aqueja que la Justicia haya imputado a Chaves y Griñan. Normal. A mí lo único que me preocupa es conocer a una multimillonaria para casarme con su hija de 18 años. Es lo mínimo.

Aunque nuestros jóvenes todavía no han llegado a las ínfulas de una chica que puso un anuncio en un portal de finanzas de Estados Unidos: “Soy una chica hermosa de 25 años, bien formada y tengo clase. Quiero casarme con alguien que gane como mínimo medio millón de dólares al año. Estuve de novia con hombres que ganan de 200 a 250 mil, pero esa cantidad no me va a hacer vivir en el Central Park West. Rafaela S.”

Y recibió la respuesta de un chico:
«Soy millonario pero no acepto su propuesta porque es un mal negocio. Usted da belleza y yo doy el dinero, pero su belleza con el tiempo irá disminuyendo y mi dinero aumentando. Como comprarla es un mal negocio, por su devaluación creciente, le propongo alquilarla por el tiempo en que el material esté en buen uso. Esperando noticias suyas, me despido cordialmente.



Fdº: Un millonario que por eso es millonario.”
No había más que añadir, pero uno comprende a la chica pues 'las mujeres que buscan ser iguales a los hombres carecen de ambición', según nos explicaba Timothy Leary que se conoce que no conocía la desmesurada ambición de
algunas.

Es cierto que las que buscan la igualdad con los hombres se conforman con poco, con un nivel muy bajo, pero es que los hombres ya no son lo que eran antaño; esos españolitos bajitos, con bigote, obsesionados con la muerte y salidos, muy salidos. No somos así porque algunos ya puestos en el porno, preferimos a Erika Lust antes que a Nacho Vidal. Cuando tienes imaginación el porno te parece cine de barrio.

Y nos va más la poesía de Pepe Piñera cuando nos manda a «donde las flores se pintan los labios»; a Cieza, en un caer en mientes, donde vuelven los kioscos de la mano del concejal socialista Antonio Martínez-Real; un propósito acertado que nos devuelve a la nostalgia de las pipas envasadas a mano de la casetica de cartón.
Cada nostalgia tiene su música y por eso cuando ya no te desilusiona que no nos hayan concedido los Juegos Olímpicos o que los «diados» vuelvan a lo suyo, es que andas maduro para envolverte con el celofán de los recuerdos de esa infancia que veía precintar las bolsas de pipas con una plancha doméstica y vendía Celtas Cortos a cuatro cigarros la peseta. Entonces nos prohibían la política. Ahora los jóvenes pasan de ella. Y comen pipas por ‘guatsap’. Supongo.

8 de septiembre de 2013

Atrevidas

Las mujeres atrevidas son mucho más numerosas de lo que podría creerse, según un estudio llevado a cabo entre 2.000 británicas que ha publicado Cadbury´s. "Una de cada cinco mujeres realizan comportamientos que etiquetan como "atrevidos" para hacer el día más interesante. Lo lees y te pasmas: ¿Atrevidas?...

Pues no sé... ¿Lo habrán hecho en un andamio con un fornido albañil?... ¿Lo habrán hecho en lo alto de un trapecio del circo Price?... Pero sigues leyendo y parece que no, que a ellas les gusta provocar flirteando con el padre de su novio, fingiendo una baja laboral o colocando la imagen de un 'pibón' como fondo de pantalla del ordenador. Joder, qué provocativas están las chicas. Como sigan así de osadas son capaces de hacerlo hasta en la alfombra y todo, que yo no sé a dónde vamos a ir a parar. No tienen vergüenza.



No tenemos vergüenza porque aquejados de tener seis millones de parados nos reivindicamos quemando banderas o comparándolas con las de los otros para ver cuál es la mejor, la más chachi piruli, como el que se agarra el paquete para demostrar que tiene más huevos que nadie. Spain, cómo no, es decir, feria de Cieza. Quemar banderas es una falta de respeto, es cierto, pero también lo es colocarlas en chiringuitos de jarana como es una tasca de la feria, como si se tratara de demostrar que se es mejor español que nadie.

Para que se respeten las banderas habrá que ubicarlas en un sitio decoroso y no en verbenas, pasodobles y romerías. No hay mayor ultraje a la enseña nacional que pintarle un toro y exhibirla como si fuera el conejo de la loles, porque uno no se imagina la bandera República con un toro estampado, pues ellos si que la cuidan y respetan.

Cosas de Spain, donde hemos alcanzado el 90% de deuda con respecto al PIB. Nunca jamás habíamos debido tanto y hasta el socialdemócrata exministro sueco Göran Persson nos ha recordado que "un país que debe no es soberano ni tiene democracia que valga, porque no es dueño de sí mismo". La cuestión es obvia: o pagas o no te sirven más, ni te venden medicinas para los hospitales, ni folios para los colegios, etc.

Pasa como en los bares, ya digo, y por eso te abochornas cuando te enteras de que las primeras compras centralizadas de fármacos han ahorrado en Murcia unos 1,6 millones de euros, sólo en los hospitales. Esto no es recorte, sino buena gestión porque al comprar más cantidad consigues mejor precio. ¿Y por qué no se hizo antes?... Pues porque había que pensar y trabajar para crear una 'central de compras' y prefirieron dejarlo a la púa mientras las grandes sociedades siguen pagando menos impuestos por IRPF que un mileurista.

Esas grandes sociedades que son tan generosas que contratan luego a los políticos para los consejos de las grandes empresas que controlan (González, Aznar, etc). Éstos sí que son atrevidos y se lo hacen con el primero que pillan. Y en plan putón.

Columna publicada en el periódico El Mirador de Cieza. 

1 de septiembre de 2013

Herencias

La feria se acaba y nos llegan los fascículos coleccionables que pregonan el fin del verano, la vuelta al cole y el regreso de Bárcenas, la titularidad de Casillas, los ERE o el bombardeo de Siria, un rebujito, junto a otras noticias de más fuste y tronío porque el tamaño del pene se reduce cada vez más debido a las ondas magnéticas y los pesticidas; un avance de la modernidad que ha provocado que la cosa de comer se encoja 2,3 cm durante la última década. Ha pasado de los 15,24 de media a los 12,95 cm.

Menuda pesahombre. Tengo que medírmela porque hace millones de años que no lo saco a pasear y no sé cómo andará el XL. Y ya ni me acuerdo de cómo se hace cuando estás con una chica. Aunque supongo que eso será como nadar y montar en bicicleta, que nunca se olvida. Eso dicen. Y si no, oye, que se ponga ella encima y se lo curre, mientras tú lees el Marca.

Para los investigadores se trata de una tendencia que heredarán las próximas generaciones; aunque también heredarán otras bicocas porque los que nazcan a partir de ahora tendrán una deuda de 20.000 euros, tras haber llegado al billón la púa del Estado. Quiere decirse que les dejamos en herencia deudas y menos polla. Pobrecicos.



Pobrecicas, claro, porque a fin de cuentas, y medidas, se supone que serán ellas las perjudicadas. Aunque a lo mejor se alegran y todo pues ellas son muy suyas y son capaces de decirte que les da igual porque como ya la tenías muy pequeña no han notado la diferencia. Pos miaque. Hace tiempo traté a un chico al que su mujer lo mantenía en un sinvivir. ¿Pero de verdad me las has metido ya?, le preguntaba ella muy perversa. Y el pobre se venía abajo. Según me confesó acabo donde el psiquiatra. Y luego supe que seguía con su encantadora chica, pero que se había metido en política.

Es que son malas, sabe usted. Tan malas como alguno papás que cuando les das la espléndida noticia de que vas a salir con su hija te preguntan cosas muy delicadas como qué tienes para ofrecerle a su niña del alma. Una indelicadeza, flagrante, porque son cuestiones muy personales y tú no puedes decirle que dispones de 18 centímetros de enhiesto cariño. Lo mismo se cree que quieres ligar con él.

Hay que llevar con esto mucho cuidado. Con los padres, sí, porque uno de ellos me preguntó muy ufano si iba a pedirle la mano de su hija. ¿La mano?...Vera usted, es que para mano ya tengo la mía; así que si me da también ‘lo otro’ nos aburrimos menos.

Y se emberrinchó. Nunca he comprendido a los padres de mi ex-novias. Y eso que sólo he tenido dos. O quizás por eso sólo he tenido dos. No lo sé. Menos mal que no he sufrido ni ondas magnéticas ni pesticidas y no me encojo. Será porque no tengo móvil electromagnético y al campo y a la feria sólo voy de visita.