23 de febrero de 2013

Cerebro

El psiquiatra Daniel G. Amen ha escarbado en más de 46.000 escáneres del cerebro y ha determinado que la sesera de las mujeres está activa un 90% de su tiempo, mientras que la de los hombres sólo lo está un 9%. Los unos sestean y las unas no paran de trajinar con él.

Ahora se explica por qué ellas te preguntan mucho en qué piensas cuando no piensas en nada. O por qué te preguntan en qué piensas cuando no piensas en ellas y cuando por fin piensas en ellas, te reprochan que siempre piensas en lo mismo. No se aclaran. Pero quizás ese frenesí con el cerebro se deba a que para hablar necesitan de él y las mujeres son el único animal del mundo (lo digo por mi madre), que pueden estar hablando 24 horas seguidas sobre el mismo asunto, y sin repetirse. Tiene mérito.

Como lo tienen los peperos que han admitido a trámite ‘la iniciativa legislativa popular para paralizar los desahucios’; aunque no sea más que torear con la puntica, sin arrimarse, porque una cuestión es que se admita para su debate y otra que se apruebe. Pero conviene dar fe de que los desahucios se producen sólo en el 5% de las hipotecas porque el 95% se pagan escrupulosamente a martillo pilón. Por eso celebramos cualquier iniciativa que acabe con el descalabro de las familias que han sido embaucadas para hipotecarse sin poder. Y sin deber (yo firmé la propuesta que ha llegado al Parlamento).


Porque es obvio que si la Banca estuviera nacionalizada y pagada por todos, no habría desahucios porque somos tan solidarios que no podríamos impedimento a que nos cobraran el déficit de estos impagos. Como ya ha ocurrido con las cajas quebradas que dispensaron unas hipotecas, con una jubilosa liberalidad, que hemos pagado todos con impuestos y recortes.

Por eso sería conveniente nacionalizar la banca para que los que pueden pagar su hipoteca apoquinen la suya y la de los que no pueden. Suponemos, porque entonces todos porfiarían por pedirla, puedan o no amortizarla. Aunque también es probable que esta banca nacionalizada no diera créditos a porrillo porque el director iría a la cárcel. Pero no sé. Mejor preguntar a Vicente, dónde va la gente, porque «es muy difícil llevar la contraria en España», según revela el escritor Muñoz Molina.

Así que lo consultaré con un amigo cubano a ver qué dación en propiedad concede Castro. Y también le preguntaré qué Papa es de su gusto pues los no creyentes quieren un Papa de su corte y confección, aunque no sean socios del club y luchen por los pobres desde las galas de la tele con el mono subvencionado de Dior y las socorridas joyas de Bulgari. Cosas del capitalismo que permite robar a los pobres para dárselo a estos caricatos plutócratas subsidiados.

Así que el Papa se ha ido para anticiparse y evitar que algunos secuestren al Espíritu Santo. Los ha pillado a todos en bragas (de Prada), aunque a partir de ahora podrían nombrar mujeres cardenales porque elegirían pontífice en un plis plas de comadreo entre rulos, tintes y permanentes, ya que parece que ellas no paran de darle al manubrio del cerebro.

Columna publicada en el periódico El Mirador de Cieza. 

16 de febrero de 2013

Pillar

En el diario ABC se preocupan por informar a los padres sobre qué hacer cuando los hijos te pillan haciéndolo en la cama. Bueno, cada uno se preocupa por lo que quiere, pero yo no me preocuparía porque me pillaran los hijos, sino porque lo hiciera el padre. Son más peligrosos. Y en invierno en el balcón hace frío.

O me remordería andar a la vera del yerno del Rey que nos ha confiado que si paga la fianza que le ha impuesto la justicia se verá abocado a un «injusto empobrecimiento». Animalico de Dios. Los abocados a un ‘injusto empobrecimiento’ se suicidan cuando van a ser desahuciados, como ha hecho la pareja de ancianos de Mallorca, pero este chico ha cobrado comisiones, folla con infantas, ha estado enchufado en Telefónica y tiene un palacete en Barcelona y algunos pisos en Palma. Pobrecico.

Porque mientras este hampón llora quejicoso y el Supremo anula el indulto de Zapatero al banquero Alfredo Sanz, se nos ha jubilado el único Papa intelectual que hemos tenido; un lúcido teólogo que se ha pasado el pontificado barriendo el estiércol de ovejas y lobos en una «barca que hace aguas» (según el mismo confesó), y que al «perder el vigor» para seguir con la limpia ha sido cesado por el Espíritu Santo.


Se va de clausura, qué envidia, y aquí nos deja con la populachera casa de Gran Hermano, que nunca es desahuciada, y con unos pedestres senadores que se nos desloman trabajando pues 33 de ellos sólo han formulado una pregunta en 14 meses. La misma para todos, porque la copiaron para evitar desriñonarse y perder la alegría dicharachera al desenfundar el dedo para votar lo mismo que la manada. Otra conquista social histórica.

Por eso apremia que se formalicen de una vez las listas abiertas, pero es dudoso que los partidos lo quieran porque perderían el control de lo que hacen sus señorías pues éstas se deberían más a los que le votan que a los que los enchufan en ellas. Dicen que no serviría de nada porque listas abiertas haylas en el Senado, y es cierto, pero la gente está tan acostumbrada a votar logotipos que para el Senado vota la calcomanía del partido, la papeleta que le dan ya ensobrada y lacrada. Si hubiera que marcar a los candidatos en las dos listas (Congreso y Senado) quizás se lo pensarían mejor.

O quizás no, vaya usted a saber, porque este es un país en el que ya de pezqueñines te bautizan con el agua bendita del Real Madrid o del Barcelona. O del partido de papá porque pese a la corrupción que nos emporca, y acecha, las encuestas nos dicen que el 60% de los electores sigue votando a los dos grandes partidos.

En la malquerida Norteamérica el senador por Massachusetts vota contra su partido si la ley que se tercia perjudica a su electorado, es decir, a su Estado, porque se debe al ciudadano y no al partido. Pero aquí algunos próceres andan muy preocupados por si su hija lo pilla en la cama haciéndole guarradas a su madre/padre, pero les da igual que los pillen votando a ritmo de silbato.

Columna publicada en el periódico El Mirador de Cieza. 

9 de febrero de 2013

Beneficios

¿Sabías que tener sexo en el trabajo tiene beneficios?, te preguntan en la web 20Minutos. Pues claro que lo sabíamos. Ahorras gasolina porque no tienes que desplazarte a tu casa para buscar a la parienta. Ni tienes que mentir y decirle «te quiero». Son todo ventajas.

Y los hay ventajistas y marrulleros como el filántropo Bárcenas, que se ha querido mofar de los españoles y se ha llevado un chasco porque Hacienda le ha negado la amnistía fiscal a su expolio. Una buena noticia, por fin, porque la policía judicial también ha requisado los papeles de los sobresueldos del PP por lo que ahora será la Justicia la que alborote el cortijo y no los tribunales del populacho, Charles Lynch, creados en las redes sociales.

Esto no es Nevada donde lo que pasa en Las Vegas se queda en Las Vegas. Aquí lo que pase en Alcorcón se quedará en Alcorcón porque en esta localidad se emplazarán los casinos de Eurovegas después de la yincana para ver quién se llevaba la propina del señorito, pues la Comunidad de Madrid se ha aprestado para bajarle los impuestos al millonario americano que promete miles de empleos, como siempre, en un monumento ferial que parece una chabacana ordinariez de cartón piedra a lo Cecil B. DeMille, en el que hasta el sindicalista Gordillo podría oficiar de cura apocalíptico como Anthony Perkins, en la «La pasión de China Blue».


Aunque yerran los que nos jalean contra el descarrío del casino con excusas puritanas de ‘vicio y corrupción’, porque las tragaperras, los casinos y las putas ya ofician en España. Y los corruptos no necesitan Eurovegas porque ya están acogidos en las listas electorales. Dicen que no se permitirá fumar porque las leyes lo prohíben, pero la ley también proscribe la evasión fiscal y sin embargo te invitan a regresar los dineros a portes pagados. Y te reciben con cucamonas y banderitas.

Y es que la doble moral es ya gobernanza común e institucional pues el gentilicio protesta en la calle contra los corruptos del PP (200 casos abiertos), pero no lo ha hecho frente a las sedes del PSOE (264), IU (20), CiU (30) o ERC (5), que también tienen muertos incorruptos en el armario. La vileza no es política, sino social, y va desde el yerno del Rey hasta el currito que te pregunta «con IVA o sin IVA» porque si no son ejemplares los ‘responsables’ de velar por la integridad pública, no podemos esperar que lo sean los que trabajan en la economía sumergida para sobrevivir a la crisis. Así que el cacique de Eurovegas es un aficionado comparado con nosotros. No sabe donde se mete ni con quien se juega los cuartos.

Allá él, porque los diputados debaten una ley de Transparencia que excluye a los partidos, por lo que no veremos sus cuentas y qué bancos les ha perdonado las deudas, pues ya se sabe que entre bomberos y políticos no se pisan la manguera. Ahora parece que quieren incluirlos, qué remedio, porque la única salida a esta crisis es más democracia y transparencia, aunque en Spain la peña se pirre por el Follonero como en Italia se chiflan por Berlusconi, el populista de los beneficios.

Columna publicada en el periódico El Mirador de Cieza. 

2 de febrero de 2013

Prohibido

«Las mujeres prefieren tener relaciones sexuales con hombres de rasgos muy masculinos, pero no quieren casarse con ellos porque sospechan que van a estar más solicitados por otras mujeres», según revela un estudio publicado en la revista Biology Letters. Las chicas se malician que los que poseen rasgos masculinos (al tener más testosterona), tienen más probabilidades de que les sean infieles; es decir, que ellas los prefieren duros y canallas para la cama y buenazos para casarse.

No es un hallazgo muy novedoso pues es sabido que los hombres, por su parte, las prefieren putas en la cama y señoras en la calle. Más o menos como la socialista ‘Amy Martín’, que ha cobrado 58.000 euros del dinero de todos, a razón de 3.000 por columna publicada en la web de la Fundación Ideas. Aunque también los hay que las prefieren putas para la cama y putas para casarse. «Te aburres menos», según me confesó un ex-amigo que matrimonió con una de ellas y ha terminado vendiendo entradas para acceder a su piso. Y hasta ha puesto un mueble-bar en la sala de estar y todo. Es un buen chico del que, por supuesto, no pienso dar el nombre porque además es de Palma y no de Cieza (tranquilos). Discreción.


Porque tampoco se sabrá nunca que a mí me persigue una divertida pandilla de gays para tocarme el culo y proponerme luego a gritos para presidente. Son dos cuestiones que no tienen nada que ver entre sí, pero que aquí inexplicablemente van juntas.

Son muy majos, pero algo inmaduros porque si yo le toco el culo a una chica en un bar salgo de allí esposado, según me explicó mi estimado Mariano (del Capitolio), cuando nos reíamos al comentar la peripecia. Y no me veo yo acudiendo al cuartel a denunciar, señor guardia, que no dejan de tocarme el culo. Me da corte. Es que soy tímido. O quizá se deba a que uno tampoco es un santo varón y ya expliqué por aquí que me han prohibido la entrada en tres bares. En el resto me reciben con cariño, todo hay que decirlo, como la simpática parejita del Armónium.

Tampoco se sabrá nunca ‘córam pópulo’ que también me persigue otra pandilla empeñada en llevarme de putas. Aunque en este caso no sé si es una pandilla o es el mismo que viene varias veces. Pero de ese lugar jamás me echarán porque jamás voy, ni iré, aunque allí si acuda, y mucho, otra sobria y distinguida clientela. Siempre les explico que no voy de putas ni borracho (aunque sean scort VIP), porque de eso sí que me acuerdo perfectamente, aunque luego no me acuerde de otras cosas.

Como de quién son ciertas notas que aparecen por mis bolsillos tras la noche de parranda porque cuando consigo escaparme de casa (de uvas a peras), suelo encontrarme al día siguiente un montón de papeles con números de teléfono apuntados. Lo más grave es que no recuerdo si los que me los han dado han sido tías o tíos. O la Guardia Civil. Aunque de estos últimos me fio mucho porque probablemente no querrán echarme del cuartel, como de algunos bares, sino meterme en él. Son más bondadosos.

Columna publicada en el periódico El Mirador de Cieza.