24 de noviembre de 2017

Chinarro

La vida sigue, pese al bureo de los supremacistas catalanes y aunque a la vuelta del cementerio ya sólo seas polvo, esquela y olvido. Así que iremos a lo nuestro porque ya no importa mucho lo que acontece más allá de mi ventana. Ni oigo el tronar de tambores y cornetas. Ya van cuatro novelas escritas, cientos de columnas, cientos de reportajes, cientos de crónicas y cientos de fracasos.

No tiene uno fuerzas ni para «fracasar mejor» como recomendaba Samuel Becket pues a mi edad ya está todo el pescado malvendido y no queda nada por pretender pues las ilusiones son ya cantos rodados que el agua va limando con la perseverancia de los años. Y al final quedan en sencillo chinarro.

Quizás algunos andemos hartos de intentar arreglar el mundo a golpe de paletadas de granitos de arena cuando otros lo parchean raudo con sus tuits a 140 caracteres por minuto. Enhorabuena. Pero servidor ya no tiene agallas para bregar más cuando la empresa consiste en tirarse el farol, miss Mundo, de traer refugiados y alojarlos entre los otros refugiados del barrio de la Fuensantilla, que siguen tal cual de menesterosos. Y cobijar además a los trabajadores refugiados del campo que huyen para encontrar trabajo en el del campo, cuando lo de las frutas. Van a faltar duchas en el polideportivo.

La que llevo ahora será la quinta y última novela y por eso no tengo prisa, ya digo; los años andan contadicos y cojitrancos. Incluidos los pases mirando al tendido pues calculo que serán ocho o diez más de holgura pero... no hay prisas. Como nos previene el clásico «cuanto más deseos se siembran, menos felicidades se cosechan».

Miro a los jóvenes que empiezan y me dan envidia y pesadumbre porque sé que la ilusión que ellos tienen jamás volveré a tenerla, y soy consciente de que a la mayor parte de ellos les espera el ceremonial del fracaso. Palabra de un imbécil malogrado cuyo único consuelo es que lo he intentado. Me he jugado vida, soltería y hacienda por mor de lograr un sueño que cada vez se aleja más y te saca más ventaja. «El silencio es el único amigo que jamás traiciona», nos advertía Confucio. Por eso a veces es mejor dejarlo, parar, y perder los sueños como si fueran esa calderilla que miras y ya no tienes ganas ni de agacharte a recogerla. Así que todo es predicar en el desierto, sin eco, porque lo que busca el personal es `pasarratarse´ con aventuras e historias, que eviten pensar, pues el único sentido de la vida que encontramos es `enjugascarse´ buscándoselo.

Y con la quinta se acabó. Es sembrar en erial y está uno harto de rastrillar pedregal una y otra vez. Y otra. Y otra. Y…no lo echo de menos pues no se puede echar de menos lo que nunca se ha tenido. Hay que saber poner el FIN, que nos hace por fin humanos. O chinarro, no sé.

Columna publicada en el periódico El Mirador de Cieza.

20 de noviembre de 2017

...Don Gonzalo

Corsé underbust
Suele ocurrir que mientras algunos se entretienen con las secesiones de burgueses ociosos y otras modalidades de pipirranas subidos al perigallo de la independencia de los pueblos indígenas, todavía los hay que no tienen trabajo o que ganan una miseria pues la pérdida del poder adquisitivo de los salarios en el periodo 2013-2017 es del 8,5% de media, según se desprende de los Informes de CEINSA que se realiza entre más de 500 empresas.

Y además no escarmentamos ni aprendemos porque recuerdo que hace algunas fechas un joven tuvo que soportar en Cabezo de Torres los insultos de un señor de unos 30 años (lo de señor es un decir) que llamó «maricón de mierda» a un chico que ´vestía raro´. Lo más estupefaciente es que sus hijos (menores de 5 años) le rieron la gracia y también lo insultaron. Todo esto en el siglo XXI. No sé qué dirían de mi que adoro el ´fetish D/s´ y que ya incluyo a los gais en la normalidad del ´sexo vainilla´. La D/s sin embargo es un juego de cama o de vida (lifestyle female LED) que se acepta, se asume libremente y se busca porque sucede entre personas que se aman, se da el cariño y no comulga ni por asomo con los tópicazos de los latigazos, cadenas y gorras de plato nazis.

Sin embargo todavía abundan los cerriles pues uno de cada cuatro jóvenes ve “normal” la violencia de género en la pareja, según El País. Ejemplo: La `manada ´babosa de los sanfermines cuando ya sabemos por educación que no hay que hacerlo ni aunque la chica esté borracha. «No pongas en duda la inteligencia de tu mujer; mira
con quién se casó», según nos advierte el anónimo.


En fin, que uno creía que la vida era tan apacible y rubicunda como en la peli `El inglés que subió una colina y bajó una montaña´, cuando en realidad te encabronas con el presunto estafador de Ignacio González (PP) al que ya han pillado y está en la trena.

Así que no tengo nada nuevo que decir excepto que quizás tenga razón mi camarero predilecto del Tifanys cuando asegura que la última vez que lo hice todavía se usaban condones de ganchillo. Debe de ser por eso. O quizás no. No lo sé. No lo recuerdo. Así que prefiero fijarme en la presentadora Eva González que se ha quedado embarazada a sus 39 años y está como un queso. Traslapamos pues a estos independentistas de garrafón mientras se desgañitan con aquello de que en España existen presos políticos, cuando Amnistía Internacional asegura que no, que no los hay.

Lo que si advierten la OCDE, es de la creciente desigualdad entre los ingresos de los pensionistas españoles. En síntesis: que les vayan dando a los supremacistas catalanes, sin perdón. O como cuenta mi querido Juan José Avellan «que te follen don Gonzalo», porque mientras unos se divierten con secesiones y demás guirnaldas, a otros les rebajan el vital sueldo que los ampara.

12 de noviembre de 2017

En fila...


“No estoy seguro de que comparar a Puigdemont con Tintín es adecuado. Tintín siempre encuentra soluciones a las aventuras que hace frente, mientras que Puigdemont ha dejado Cataluña en el caos y la devastación”, ha declarado Guy Verhofstadt, líder del Grupo de los Liberales del que forma parte el partido de Puigdemont en el Parlamento Europeo. Conviene aclarar que Hergé, el autor de las historietas de Tintin, era belga.

A Puigdemont ya puestos no habría que condenarlo por proclamar la independencia de su corrala, sino por dejarnos en ridículo a todos los españoles, incluidos los catalanes. Hasta los letrados del Parlament les advirtieron de que la movida era ilegal, que podía llevarles a la cárcel y ellos siguieron `erre que erre, Martínez Soria´, buscando el victimismo ante los ingenuos. Ahora, ya en la trena, o huidos, sólo les falta la huelga de hambre para completar el pase de modelos.

Y en el `backstage´ el bucéfalo de Rufián que ha salido por fandanguillos y ha mezclado la Gürtel con la actitud de los separatistas, cuando unos 90 políticos están en la cárcel por delitos de corrupción, según el diario Público, y la mitad de ellos por malversación que es de lo que se acusa ahora a los encarcelados.

Rajoy ya está de salida pero mientras leía el Marca enterró a Aznar, Rubalcaba, Conde, Rato, Aguirre, José Manuel Soria, etc., etc., y hasta empresarios, banqueros y periodistas como Jiménez Losantos o Pedro J. Ramírez. Ahora le toca a Puigdemont y sus rufianes que se ha reunido con 200 alcaldes en una discoteca de Bruselas, como una Asociación de Amigos de la Zarzuela. Estos no saben de huelgas de hambre carcelarias reivindicativas, sino de jerigonzas y holganzas.

Aunque Don Pablo de Bananas y Cía. insista, con la filosofía genuina de atasco automovilístico, en que los separatistas están encarcelados como presos políticos. Quien anduvo encarcelado fue Marcos Ana (lo ha
reconocido hasta Garzón de IU) o Antonio Agraz, Antonio de Hoyos y Vinent y Diego San José, que incluso murieron en la cárcel; así que un talcualillo no puede dar lecciones de democracia y libertad cuando no critica que haya presos políticos en Venezuela y trabaja en una televisión Iraní donde ahorcan en grúas a los homosexuales.

Ni aunque lo pregone el New York Times, por cierto, tan amigable de todo lo que perjudica a España (incluida la reconstrucción del canal de Panamá). Este diario apoyó la invasión de Vietnam (luego se arrepintió, cuando ya iban miles de muertos). Y además suscribió la invasión de Panamá, Granada y los bombardeos de Yugoeslavia. Así es que clases de ética de este diario muy pocas. Justitas. Ninguna. Porque además ha comparado a Puigdemont con Lluís Companys (declaró a Cataluña independiente en 1934, con muertos incluidos), cuando a mi solo me recuerda a Ruiz Mateos con el traje de Superman. El Senado norteamericano está investigando la ayuda rusa a los independentistas catalanes, pero los supremacistas no los necesitan pues siguen devotos las creencias como los patitos lo hacen, en fila, con el primero que los guía.

Columna publicada en el periódico El Mirador de Cieza.

5 de noviembre de 2017

Demisexual

Barcelona y At. Madrid (1940)
Cataluña proclamó su independencia con su camisita blanca y su canesú, en plan cobarde e infantil porque en vez de dar la cara orgullosos de su hazaña, votaron anónimamente para evitar como niñatos ser castigados: «señorita, yo no se sido». PuigNerón y sus heroicos mozalbetes han huido ahora a Bélgica con el rabo entre las piernas y se han acogido a sagrado de los abogados de ETA. No sabemos si PuigNeron se habrá llevado los maletines del 3% o los de la «trama del agua de Girona».

Da igual. A mi me preocupa más haber descubierto que soy ´demisexual´. Pues encantado de conocerte. Pero, ¿qué es demisexual? Según los expertos las personas demisexuales son aquellas que sólo sienten deseo por alguien a quien aman. Se excitan como cualquier otro pero no se lo montan con ninguna mujer a la que no amen. Que no están salidos, vamos.

Al menos ahora sé que ya estoy catalogado y que no soy raro, como yo creía. Los raros están en otras veredas y caballones porque ya no se oyen ni escuchan despotriques contra la Merkel, la malvada Troika o el FMI, quizás porque aquí pasamos de una historia a otra como el que lee revistas en una peluquería. Leer o escuchar a algunos es como hacer caso a las redes sociales que se han convertido en uno más de los juegos reunidos Geyper. Hasta Trump las defiende.


Algunos tuiteros son tan listos como los empresarios que han creado una web en la que puedes alquilar la habitación por horas 3,6 y 9 para «descansar, esperar, trabajar y disfrutar». Quiere decirse que puedes alquilar una habitación por 3 horas para echar un polvo de media mañana con tu jefa, por ejemplo, si eres mal pensado como lo es un servidor, pues lo de descansar, etc., son excusas para justificar lo principal. Y hasta se anuncian en El País a toda página.

Algunos aún recordamos cuando te pedían el libro de familia en hoteles y pensiones para asegurarse de que estabas casado con la chica. Tenías que demostrar que era tu mujer, la legal, o pecabas, digo, tenías que irte a la orilla del río, a los cañaverales.

Menos mal que en Cataluña por fin se han caído del guindo porque estos independentistas fueron los que protestaron en Europa por el pisotón de Pepe a Messi. Deberían haber huido a Finlandia que según los expertos ostenta el mejor índice de educación del mundo pues se basa en que «la educación no es un arma para conseguir el poder”. En Spain sí. Y en Cataluña más mejor.

Pues a mi plin, que se dice, porque no pienso exiliarme pese a ser demisexual. Ni adquirir horas de estos hoteles no vaya a ocurrir que aparezca por ahí PuigNeron tocando la lira. O Pablito Bananas que nos ha insultado llamándonos fascistas a los que nos sentimos españoles, para bien o para mal, aunque él todavía no ha huido a Irán o Venezuela pues son de la misma analfabeta estofa y ralea.

Columna publicada en el periódico El Mirador de Cieza.

2 de noviembre de 2017

Pablito Bananas ataca de nuevo


Pablito Bananas dice que en España hay presos políticos. No se refiere a Venezuela o irán, sino a Spain. Pablito Bananas ha visto como su cuento de las mil y una noches se ha truncado y que  aquí, como en el resto de Europa, el que  la hace la paga. En España o en Europa,  no en las dictaduras en las que se mueve tan agustirrinin. Pablito, hijo, no le des más disgustos a tu madre, aunque hayas aprobado la Logse. No salgas del jardín de infancia y sigue jugando al Lego.