30 de enero de 2011

La fea burguesía

«Las mujeres buscan más sexo con más tiempo y más imaginación», según un reciente estudio. Pos fale. Pero que lo digan, porque como nos pongamos a imaginar es probable que salgan escopetadas al saber lo que nos gusta a los tíos.

De hecho lo hacen, así que menos lobos, caperucitas. Y menos lobos para los funcionarios que parece que han reanudado el seguimiento a los miembros del Gobierno (de Valcárcel, no de Zapatero), y siguen con sus manifestaciones, pero sin huevos.

Hacen bien: el que no llora no mama, pero se han tirado una jartá de años bailando el vals de la «fea burguesía» con Valcárcel tras las subidas extras de sueldos y sirviendo en bandeja la ‘paz social’, con besos, abrazos y cucamonas. Incluida mi querida hermana María, que es funcionaria.

Porque lo que te deja patitieso es que los lanzahuevos sean funcionarios (con trabajo fijo), y no albañiles en paro que los hay a capazos, andamios y millones. Cosa curiosa, pues el recorte de Valcárcel ha sido aplaudido por Zapatero (canal Veo7), que aún le exige más a Murcia para poder emitir deuda y pagar a los proveedores de

las medicinas, cuando es una de las comunidades menos endeudadas, aunque con más déficit anual.

Hasta el CSIF se manifiesta porque han reducido un 50% los liberados sindicales. Todos a una en este esperpéntico país de cantimpalo y Fuenteovejuna en el que los que tienen trabajo gritan, se manifiestan 7 veces y lanzan huevos por 70 euros menos al mes y los millones de parados que no cobran nada, ni se mueven, ni la pían.

En Madrid han querido protestar con una cadena humana entre el Congreso y la Moncloa y han fracasado por falta de personal (fueron 100), cuando los que cargan con el flagelo son esos 4,1 millones de desempleados y el millón de familias con todos sus miembros en paro. O los autónomos, los recién licenciados, los pensionistas y los parados en general que, por cierto, fueron a una sola protesta contra Zapatero pero abonico, sin mucho trajín ni megafonía.

Ahora no. Ahora los funcionarios de la ‘Fea burguesía’ de Miguel Espinosa se nos han puesto farrucos y lanzahuevos, para que cuando vuelvan al colegio le puedan dar clase a los niños sobre el ‘diálogo’ y la ‘resolución de los conflictos’. Dice la casta de la ‘fea burguesía’ que recorten dinero del nuevo aeropuerto (que por cierto es 100% de capital privado), y puede ser. Por qué no. Y el AVE. Pero por qué se tienen que quedar los murcianos, y sus nietos, sin poder viajar decentemente para que un director de colegio cobre 70 euros más al mes...Pueden volver a tirar huevos. No ‘problemo’.

Unos huevos por cierto que salen de unas gallinas que oyen ópera, según nos explican los dueños de la granja El Barraco, después de pasarse su vida encerradas entre rejas y en un palmo de espacio, esperando la muerte y poniendo huevos (pero oyendo ópera). Será por eso por lo que la casta lanzahuevos anda de los nervios por 70 euros. Habrá que cantarles la Traviata. Con imaginación, como piden ellas. A ver si follan. O ponen huevos.

(Columna publicada en el semanario de papel El Mirador de Cieza)

23 de enero de 2011

Botellón Party

En Extremadura los profesores cobran más cuando los niños sacan sobresalientes y ahora se explica uno porque los profes siempre me han tenido tanta tirria. No les traía cuenta. Les jodía el negocio. Y eso pese a los ajustes que se han aplicado a los 3,1 millones de funcionarios que hay en España, más que longanizas (el 56% pertenece a las autonomías). Unos ajustes que se han hecho y se harán, pues habrá reformas en las pensiones y derechos sociales porque o la hace Zapatero o la hace Rajoy o nos la hace la Mérkel.

Se impondrá, como se ha impuesto la ley antitabaco. Uno ya no es fumador y no le molestan los fumadores. Ni las fumadoras post-polvo. Es más: los comprendo. Sobre todo a ellas. A los que no entiendo es a mis compis no-fumadores por su actitud chulesca y bravucona, en el mejor estilo del español castizo con alubias con chorizo. Porque había bares para fumadores y

no fumadores; los Valencianos de arriba y los de abajo del Paseo, por ejemplo, para que cada cual pudiera elegir. Cada mochuelo en su olivo.

Los había, ya digo. Pero alguien pensó: «Yo sé que en ese bar hay fumadores y humo que me molesta. Nadie me obliga a entrar, nadie me pone una pistola en la nuca para que entre a inhalarlo, pero quiero entrar. Por huevos. Y llamo a la policía para que me desaloje a los fumadores, para que los eche a la calle, porque mis santos cojones pueden echar a la calle a quien a mi me dé la gana».

Este es el espíritu de la nueva ley ideada según el ‘talante’ chulo, flamenco y bravucón de la España inmortal de los zapateros, aidos y pajines. Porque los abstemios jamás se han quejado de los borrachos pelmazos, del «Asturias patria querida» y demás gaitas, pese a que el alcohol provoca más gasto social que el tabaco. Y los muertos en accidentes de tráfico por el alcohol pasivo. O los berridos y meadas por las calles.

Y las movidas fascistas como la salvaje agresión al consejero de Cultura de Murcia que no se puede achacar al ‘botellón-party’ de la izquierda lanzahuevos, porque las medidas de Valcárcel las aplaudió Zapatero (EL País 17.01.2011). Y porque la gesta ha debido ser provocada por tres chuloputas perullos que no hacen verano. Y la izquierda no es eso. Afortunadamente.

No ha sido la izquierda, sino tres chandaleros con choni, hijos de la Logse, de esos que prohíben que los demás vayan a misa en la Universidad de Barcelona o impiden que hable en ella Rosa Díez. Son antisistema, pero prosistema bananero chavista. Aunque la prohibición de fumar, decíamos, tiene sus ventajas, vaya, como beberte las copas de los que salen a fumar. O irte sin pagar con la excusa que sales a hacerlo.

Si nos dejan, porque en España un mindundi tiene ahora el poder absoluto de echar a la gente a la calle para que sus cojones puedan entrar en un local; una chulería bravucona que nunca había ocurrido. Ni los señoritos de antaño se atrevían a tanto. Pero es que no teníamos a Zapatero, nuestro Salvador, que nos ha redimido de nuestros vicios y nos va a llevar al ‘hombre nuevo’ que saca sobresalientes, previo pago funcionarial.

(Columna publicada en el semanario de papel El Mirador de Cieza)

12 de enero de 2011

Tregua

ETA ha vuelto a lo suyo de las promesas/amenazas en el desfile de su tregua de la temporada otoño/invierno (ya van 10 treguas), mientras todas las encuestas y hasta la bruja Lola, pronostican que el PP arrasará en las elecciones. Aunque no deberíamos fiarnos mucho de estos escrutinios porque cuando las chicas me han preguntado si soy millonario, siempre les he dicho que sí. Y que siempre bajo la tapa del váter.

O sea, que no sé si son de fiar. Aunque es cierto que se atisba un cambio que ya reconocen incluso los palafreneros de Zapatero porque en el diario El País lo acusan de que lo abandonan hasta los suyos «pese a que las políticas que Zapatero desarrolla ahora no son las frivolidades de entonces».

Este párrafo los retrata y caricaturiza porque han estado 7 años relamiéndose con esas «frivolidades» que los demás advertíamos, mientras éramos catalogados y archivados en el zulo de los «antipatriotas» o los «apóstoles de la

catástrofe». Zapatero ‘el frívolo’ se les ha aparecido de pronto como la Virgen se le aparece a los pastores. Así que aquello era «frivolidad» y nosotros en la inopia.

Han descubierto la tierra prometida y silban para anunciarnos la buena nueva porque antes aplaudían con las orejas cuanto nuestro prohombre iba de frivolité en frivolité , o negaba la crisis. Ahora va de chasco en chasco y tiro porque me toca, porque hasta le han birlado la ley Sinde para regular las descargas en Internet, que no ha saltado la valla del Senado.

A mí cuando alguien me habla de ‘regular’ hurgo en los bolsillos por si encuentro alguna piedra del solar de doña Adela. Porque es cierto que no es justo que algunas webs se lucren al facilitar enlaces para las descargas de pelis o música, pero su control se debería hacer siempre mediante procedimiento judicial y no por orden de la autoridad ‘padre padrone’ que ‘regule’ a discreción lo que le salga de los mismísimos, es decir, de los huevos, tal y como se hacía en la dictadura.

Y además hemos de considerar que hay webs que facilitan enlaces a archivos de cine sólo por compartir (como DivXClásico), a la que acuden devotos del cine no comercial y que ofrece enlaces de pelis, en su mayor parte descatalogadas. Y sin ganar nada a cambio. Todo lo contrario. Incluso se molestan en traducir los subtítulos para que podamos disfrutar de un cine que nadie edita por su bajo interés comercial. Uno se ha bajado parte de la filmografía de Dreyer o de Robert Bresson. Y a mucha honra.

Y si me las piden mis amigos del pub Líber de Cieza, se las paso para verlas en ese café que es un remanso de buen gusto, sosiego, elegancia y amistad. Porque esto es cultura, se pongan como se pongan los magnates de la propiedad intelectual (la mayoría de izquierdas), que curiosamente quieren repartir la propiedad de los demás, pero que la suya ni se copie, ni se vea, sin pagarles sus ‘derechos de propiedad’. Bienvenidos pues al capitalismo y a ‘los mercados’, prendas. Y a la nueva tregua de la temporada.

(Columna publicada en el semanario de papel El Mirador de Cieza)

9 de enero de 2011

Fumar

Un nuevo proyecto estudia la posibilidad de instalar un ascensor que lleve a la Estación Espacial Internacional. La cuestión radica en qué haces mientras subes o bajas. Qué tipo de conversación “de ascensor” puedes establecer con los otros porque aquello tan socorrido de “parece que va a llover” no parece muy apropiado cuando estás por encima de las nubes. Y cuando el viaje dura dos semanas. Puedes hablar con el ascensorista de la crisis del teatro, por ejemplo, que siempre cunde mucho.

También puedes comentar la prohibición de fumar en locales públicos y de los tropecientos aguerridos inspectores que el Gobierno arreará para pillar a los que infrinjan la ley. Una hombrada. Aunque si pusiera el mismo celo y empeño en pillar el fraude fiscal o la economía sumergida otro gallo nos cantaría, que dice la sabiduría popular. Y no sería Zapatero.

Porque es probable que pillen a 800 ciudadanos fumándose la ley (el primer día 311 denuncias a la FACUA), pero sólo a 10 defraudadores fiscales, a tenor de los datos que se manejan. Curioso. Porque quieren equipararnos a Europa en modernidad, pero

allí el salario mínimo es el triple que en España y además nosotros tenemos más carga fiscal que ellos.

Y los salarios más bajos, además de un 20% de paro cuando Alemania tiene un 7%, por lo que deberían empezar por igualarnos en derechos sociales y luego en pejigueras relativas a nuestra salud porque después de todo, habíamos quedado en que cada uno en libre de ‘eutanasiarse’ como sea, tanto con una inyección en un hospital o fumando como un condenado a muerte.

No parece lógico que se permita a un tipo quitarse la vida porque no puede con ella (por los motivos que sean), y que no se permita al común quitársela fumando. Porque si el tabaco es perjudicial para la salud no lo vendas ya que el mismo gasto social provoca el cáncer de pulmón, que la cirrosis hepática por el alcohol y los accidentes de tráfico que éste provoca. Así que aquello de «prohibido prohibir» nos suena ya a guasa porque podrían haber dejado bares para fumadores y bares libres de humos. Libertad, vamos.

Lo único bueno que asoma con esta nueva ley del tabaco (aparte de no molestar a los que no fuman), es que al tener que salir a la calle a fumar conoces a más gente. Haces amigos e incluso puedes ligar mientras propones una puesta en común sobre la desgracia de tener que aguantar el frío o la lluvia.

Y te acuerdas además de la familia de Zapatero, nuestro Salvador, que, efectivamente, además de querer salvar al mundo con su Alianza de Civilizaciones, quiere salvarnos de nosotros mismos como si fuera un cura redentor que nos reconviene en el confesionario y nos alerta de los vicios. Es probable entonces que para poder fumar haya que coger el ascensor a la estación espacial, aunque a lo mejor allí también nos mandan un inspector (o un chivato), mientras los defraudadores fiscales se lo pasan pipa por la Tierra.

(Columna publicada en el semanario de papel El Mirador de Cieza)