31 de agosto de 2015

Cómo se extinguieron los caballeros (47)

Hace calor. Es increible pero el verano se resiste a morir y en su agonía hacia septiembre ha recuperado el vigor y se nos ha puesto chulo, se resiste, ha recuperado el color.  Pero estás condenado, cariño. Estos son tus últimos estertores antes de que venga los fríos. Ya tendrás tiempo el año que viene para jodernos.

Que serenidad, que silencio, que tranquilidad. Son las 07.11 y al asomarme a mi serviola he visto pasar de las 9 a las 3 a Juan María Sandoval,  el que trabajaba en el juzgado, mi vecino, que tampoco tira la tolla y, acompañado de otro señor mayor con sombrero,  sube y baja el Paseo porque se conoce que busca el fresquito de la mañana. Mi camarero no ha venido. Lleva retraso. Le voy a poner falta y enviar una carta a sus padres.

Ayer me dieron la tarde con el desfile de ¿carrozas? Pues no sé, pero nunca he visto tanto cutrerio junto (excepto alguna carroza). Una de dos: o van todos borrachos y no se dan cuenta o es que de verdad son cutres. No sé. Y luego la música a todo bafle que repercutía en mis oídos y atronaba de mala manera. Todo muy hortera. A los que estén debajo se les puede romper los tímpanos por lo

que se les recomienda lo que antaño  hacían los artilleros: e ponían un palito entre  los dientes con el fin de que al puñetazo sónico entre por la boca y los oídos al mismo tiempo y choquen contra el tímpano y se compensen. Si no,  te lo rompen de puñetazo  por un sólo sitio. Joder, que tropa, que decía el otro.

Y la música: reggaetón a punta pala, o como se llame. Se oye por todos los sitios, hasta en las terrazas y en todos los convites y saraos, porque   no hay un sólo pub en este pueblo que no ponga reggeton, que yo sepa. Si tuviera perras y montara un pub le pondría el nombre XXX y debajo "El único lugar en el que no oirás jamás reggeton  cani  y  choni". Si queréis marcha deberías conocer la elegancia de  Lloyd Cole And The Commotions. Aunque a mí me gusta más su tema My Bag. O de  Flash And The Pan.

Acuso recibo de mi estimada Matilde, vía face, una vez leído mi comentario del viernes 29.
Por fin!!!!!!! Espero que sigas en esa linea y no recules porque un paso atras.......ni para coger carrerilla
Tranquila Matilde que está todo controlado porque ella ha cruzado todas las líneas rojas. No ha dejado ni una. Y yo también. El otro día desbarré  en Twiter pero es que me dieron a entender que era un cornudo pues mientras yo le escribía poesías y robaba flores, ella andaba follando con otro. No sé si será verdad, creo que es mentira y que ella me lo ha hecho saber como venganza final. Pero en ese caso da igual que sea cierto o no.  Estoy tan cansado de todo esto que esto deseando que termine de una vez. Y seguir con mi vida.

A ver si no me envía más a sus amigos, espías y chivatos para preguntarme por ella. O para decirme que está liada con uno de Alicante y darme celos. Los celos no funcionan, al menos conmigo, porque cuando era joven he hecho tríos, intercambios de pareja, dominación del marido sumiso y muchas cosas más fuertes. Estoy curado de espanto.  A lo mejor veo a mi chica follando con otro y le pongo un piso céntrico con aire acondicionado. Y lo anuncio en el periódico. He hecho cosas peores.

Pero vale, seré cornudo, algo hay que ser, pero es que nunca lo he sido, que yo recuerde, por lo que para mí es una nueva experiencia. La verdad es que no es tan jodido como lo pintan y no me sienta mal ser cornudo porque tengo mejor color y todo. Pero como comprenderás no  voy a ser consentido. Por ahí no paso. Puerta y adiós muy buenas. Cada cual que siga su camino, cada cual que baile su canción. Es cuestión de dignidad y de que quien hace un cesto,  hace cientos, según decía mi madre. Aunque ella se refería a los políticos.

Todavía no he leído la prensa  de la mañana pero ahora que la ojeo por encima, sólo me interesa lo de los refugiados que huyen de la guerra de Siria, es decir, del Estado Islámico y que se agolpan y mueren en las fronteras de la señorita Europa. He escrito un comentario y como me ha quedado bien lo dejo para la columna del Mirador, porque no tengo casi nada para el próximo sábado.

El jueves  me tropecé  con la  la chica de la biblioteca. Y digo tropecé porque me di con ella en la puerta de entrada. La abrí y me encontré con ella. Me aparté para dejarla pasar y me dijo gracias con una sonrisa. Llevaba un traje estampado ligero y estaba preciosa. Al día siguiente la vi en los Valencianos con el traje rojo que se suele poner y vi que seguía llevando el pelo recogido en un moño. Y con los labios pintados. Y el domingo llevaba   un traje naranja  con el pelo recogido. Nunca lleva vaqueros y eso me gusta. Siempre falda.

Es el amor platónico del protagonista de mi nueva novela, que conste. Una chica de unos 27 años, soltera/soltera, sin hijos, licenciada universitaria, amante de la lectura, bajita y morenaza con ojos verdes. Y tímida.  Él le envía una carta a la otra, a la corneadora,  que desaparece  para siempre de la novela y empieza el amor platónico con esta chica, 30 años más joven que él, y que transcurre por toda la novela. El amor platónico de un viejo con una cría.

Sólo platónico, que conste. Aunque al menos esta está más leída y no va de dura y difícil. Lo explica una chica que ha sido dominatrix:. Hacerse la dura ya no funciona; lo que puedes conseguir con esa actitud es que pasen de ti. Pues eso.



Por cierto, ayer por la tarde se sentó frente a mi serviola la chica por la que me dejé los estudios, y me fui a la Marina,  huyendo de este pueblo. Recuerdo que  le escribí una poesía y se río en el patio  junto a sus amigas. Estaba muy creída porque era guapísima y estaba muy buena. Ahora la veo y me da pena. Está gorda como un tonel, sola, abandonada y con problemas mentales. Lo qué es la vida. Ha querido que le ayude y me ha llamado muchas veces, pero no. Ella necesita un experto profesional y yo no lo soy.  

Las vueltas que da la vida. En aquella época era preciosa, un ángel,  y le rompió el corazón a todos los tíos del instituto, incluido yo.  Sólo hay que tener paciencia y sentarse en la puerta para esperar a que pase el féretro de tu enemigo. Eso dicen. Pero yo soy incapaz de hacerle daño. Pero no puedo ayudarla porque lo que ella busca yo no puedo dárselo. Ya no estamos en el Instituto. Han pasado miles de años.




Acabo de leer que la murciana Ruth Lorenzo ha vuelto por sus fueros, dejando aparte las baladas y atacando el pop-rock de verdad. Tiene una voz dura, profunda...es un pedazo de tía que canta como los ángeles o los demonios no sé, pero me gusta su nuevo tema 99. Suerte paisana y no te rindas. Lo que ocurre es que si lo pongo a esta hora  me oyen hasta en el campo de fútbol. Lo pongo. Al carajo. No hay nadie. Estoy hasta los huevos de preocuparme de los demás. Que cada palo aguante su vela.

Ya  tengo el inicio del primer borrador, el inicio de la novela.  Y también el planteamiento, el desarrollo y el final. Lo he colgado en su blog, aunque sólo he puesto los primeros folios porque como es obvio, no quiero que nadie lo lea todo. No tiene sentido. Pero ya llevo muchas páginas escritas, aunque ahí sólo aparezcan unas pocas. Este blog tiene reservado el derecho de admisión y  sólo pueden entrar los invitados, por si acaso, así que el quiera verlo que me mande un correo y lo invito.

Siempre escribo tres o cuatro borradores hasta que llega al último. El definitivo. Todos corregidos en otro lugar donde escribo porque aquí no puedo hacerlo. Así que los imprimo y me los llevo a la biblioteca. Los corrijo con boli rojo y  me vengo luego al ordenador para enmendarlo  en la pantalla. Son manías. Todos las tienen. Así que quedan dos años, por lo menos, para llegar al último borrador. He escrito más, pero en el blog sólo pongo el inicio, el arranque, porque está bien escribir aquí apuntes pero no puedo desvelar más. 

Lolita
Sólo puedo añadir que el protagonista se llama Jacinto, no Julian, (porque es un jacinto),  y se entera de ciertos hechos que hacen que todo sea irreversible, que no se pueda dar un paso atrás. Ha cruzado todas las líneas rojas,  se dice, y empieza a escribir su diario en el que va narrando este suceso inicial de la novela y luego sigue con la chica de la biblioteca, la chica de rojo,  que es la protagonista. La otra no vuelve a aparecer jamás. Sólo   aparece al principio para situar al protagonista, su estado emocional, su desamor  y el inicio de su platónica atracción por la chica de la biblioteca.  Y luego  desaparece para siempre porque sigue toda la novela con la chica de rojo.

El prota va escribiendo el Diario de un serviola (subtítulo)  y al final del comentario del día  también escribe: Sé que me quieren matar. Pero no sabe hasta el final quién y por qué. Sólo se sabe que lo quieren matar. De ahí el título La muerte pisa mi sombra

Esta noche es la traca fin de fiestas. Tenía ganas de que acabara esto para que todo vuelva a la rutina habitual. A ver si se van los de la música a otra parte  y vuelve la paz. Creo que no la veré porque la tengo ya muy vista y a esa hora ya estaré durmiendo.  Me levanto pronto y pronto me viene el sueño. Aunque probablemente me despertaré cuando empiecen los zambombazos al final del Paseo.  Lo que no sé es por qué se corre de abajo hacía arriba. Cuando era joven la corría, y jugábamos a ver quién era el más valiente que se quedaba parado para que pasara por encima. Cosas de críos.Mañana rutina laboral. Por fín. Buenas noches,  y buena suerte.

Cieza, La muerte pisa mi sombra (Diario de un serviola) 31 de agosto, 2015

30 de agosto de 2015

50 euros (46)

«A mi marido sólo le falta dejar 50 euros en la mesilla», confiesa una señora en Hispanidad.com harta de que su Manolo sólo se acuerde de ella para echar un polvo, pues se conoce que se les ha muerto el amor de tanto usarlo (Rocío Jurado).

España también se nos muere de tanto usarla por aquellos que ‘okupan’ Jauja y pueden ‘prometer y prometo’ todo lo que les pide el cuerpo. Ya nos advertía Pessoa que ‘contentarse con lo que le dan a uno es cosa de esclavos. Pedir más es cosa de niños’.

O de tontos rozagantes con su felicidad de ‘no pensar y cultivar el jardín’, según nos recomendaba Voltaire en su ‘Cándido’. O esos babiecas que niegan que España es el país que más crece de Europa, aunque todavía no nos hayamos enterado, pobres diablos.

Así que yo también soy bobo porque no me lo creo, creía, hasta que he sabido que el absentismo laboral ha aumentado con respecto a los años de la crisis, cuando los trabajadores no se escaqueaban del

trabajo por miedo a ser despedidos. Y este dato sí que es fiable porque si los curritos empiezan a hacer novillos en el currele, es que no temen el despido pues la crisis ha pasado. Es un dato infalible que no asimilamos los tontos.

«La peor soledad que existe es el darte cuenta de que la gente es idiota», escribe Torrente Ballester. Cierto. Y en esa soledad me encontraba cuando los de Podemos-IU (IU siempre detrás), se asambleaban y se oponían al nuevo paseo Ribereño porque cuesta mantenerlo. Claro, es que no mantener un lugar público es de marranos. Y si no hay perras bajaros el sueldo, prendas, o tendremos que ir a soplar a coro todos los ciezanos para barrer papeles y hojarascas.

Son las exculpas que empuñan los de Podemos-IU cuando convocan una asamblea a posteriori para decir no, cuando antes habían dicho sí quiero en el pleno. Los ha engañado el PSOE, se excusan (con lo de timo la estampita), pero en realidad sólo es un paripé para justificar ante los votantes que han dicho no, pero sí.

Son muy suyos y ahora arguyen lo mismito que decían cuando se construyó el primero; cuando nos engañaron por t’or’ morro, y quien hace un cesto hace cientos, según decía mi madre.

El proyecto se podría mejorar si la pasarela con guirnaldas y cenefas que está proyectada a sólo 80 metros del puente de Hierro, por ejemplo, se hiciera como la del puente Alambre, a la ciezana, según propuso en una moción mi estimado Vergara del CCCi. Un ahorro de un millón de euros. Pero ni caso.

Y si apesta a corrupción al juzgado pero, oh cielos, no se puede ir con fotocopias de periódico, claro, así que referéndum y democracia directa para que el pueblo decida, aunque se conoce que prima el acojone ante lo que decida éste, como lo había en la República cuando parte de la izquierda le negó el voto a la mujer porque podría ser influenciada por los curas. Referéndum, ya mismo, si hay redaños, que ni haylos ni haberlos.

Es que algunos son tan mezquinos como los que dejan 50 euros en la mesilla de noche de su mujer. Y se olvidan de la propina.

Columna publicada en el periódico El Mirador de Cieza. 

28 de agosto de 2015

Hoy luto (45)

El globo se ha pinchado.  O se ha tirado un pedo y se ha ido corriendo. No sé. Tengo que buscarle un sustituto, aunque ya no será lo mismo. Quizás es que ya me he hecho mayor, he madurado y ya soy hombre. He ido a comprar un sustituto, pero me ha parecido que le ponía los cuernos al otro. Soy así de fiel. Y de imbécil.

Mi globo es mi globo. Me lo dio un niño una noche y todavía no sé por qué. Pero no sé dónde comprarme otro porque hace tanto tiempo que no soy niño que ni me acuerdo. Voy a prepararme un café y a fumarme mi primer cigarro.

Ya está. Son las 05.47 porque me despierto sin reloj, no tengo despertador, pues estoy acostumbrado a programarme para entrar de guardia en la Marina. Y salir y echarte el en el coy para dormir. Y duermes aunque los motores hagan un ruido ensordecedor y el barco se mueva tanto que das botes. Esta madrugada no hay nadie ni pasa ningún  borracho que va de recogida. Deben de estar afilando los dientes para el día de hoy, que es lo del Hueso. Me da igual. No voy a salir. Me aburro,  siempre es lo mismo, la misma gente, las mismas horas, los mismos caminos.  Antes salía por si

27 de agosto de 2015

Hoy nada (44)

Noche de bodas
Creo que por Cieza andan de fiestas, de feria, pero ayer me enfrasqué en La náusea de Sartre y subrayé que "lo mejor sería escribir los acontecimientos cotidianamente. Llevar un diario para comprenderlos. No dejar escapar los matices, los hechos menudos, aunque parezcan fruslerías, y sobre todo clasificarlos. Es preciso decir cómo veo esta mesa, la calle, la gente, mi paquete de tabaco, ya que es esto lo que cambia. Es preciso determinar exactamente el alcance y la naturaleza de este cambio, ya que es esto lo que cambia, conluye. 

Es decir que hay que  expresar las emociones aunque sean superfluas porque un diario  no es una columna, obviamente y en él se ha de contar la intrahistoria unamuniana, las menundencias del día. O la nada. El paquete de tabaco no cambia pero nosotros sí si lo miramos por la mañana, por la tarde o por la noche. Cierto. maestro. Pero yo lo he explicado más breve y sin tanto rollo.

Es curioso pero me ha dado por la relectura de Pessoa, Pavese, Camus y Sartre, quizás porque los cuatro  tienen en común que son ateos, marxistas, exitencialistas y escriben diarios. Los tíos estos estaban tan jodidos que al compararte con ellos de pronto descubres que eres feliz. O medio feliz. O un poquito de feliz, pero siempre

mejor que ellos. Muy feliz.

Jaquetona dominante se ofrece
La prensa: No viene nada interesante, todo tinto de verano y demás cascaruja, pero llama mi atención un editorial del Financial Times que asevera  que España es un ejemplo para Europa. ¿Cuálo?, me pregunto mientras clavo mi pupila azul en tu pupila. El mismo periódico que nos puso con el culo mirando  para San Vicente de Rapeigd y nos encomendaba que pidiéramos ya el rescate,  ahora que hemos salido del pozo, sin rescate, nos  alaba. Y digo nos porque semos todos, qué creíais.

No se me ocurre nada porque el Paseo sólo pasan borrachos de recogida y  sólo mandan las maquinas limpiadoras, aunque a las 04.30 zulu me han despertado cuatro borrachas, cayéndose de los tacones, que no saben llevar,  y que se han sentado en un banco frente a joyería Montesinos. Y se han puesto a cantar. Y no era el Asturías patria querida, sino una canción que desconozco pero que habla de él como un Dios al que ella se someterían encantadas.. Me han dado ganas de bajarles una botella de vinagre, para dejarlas con la miel en los labios. Porque está todo cerrado. A veces soy malo, sí.  Yo una vez me bebí una botella de colonía, pero eso es otra historia.

Voy a tomarme el café y a fumarme el primer cigarro del día. No voy a dejar de fumar hasta que pase la feria. Esta mañana, en la agenda sólo tengo la visita a Mercadona para hacer la compra, luego iré a la pelu a que me pongan los rulos y por la tarde veré Salvame. Hay que saber vivir. Aunque desde que vivo sólo compro poco. Pesa menos el carrito. Luego iré a la biblioteca donde ayer  vi a mi niña. No tiene la piel blanca sino morena, y llevaba el pelo recogido en un gracioso moño y un ligero traje rojo con falda. Y tiene unos ojazos que tiran para atrás.

La cogeré de personaje literario aunque sea una niña porque otros antes lo hicieron incluido el Nobel García Márquez en Memoria de mis putas tristes. Y Nabokov en Lolita. Y ellos, además, la toman como personaje principal y el mio será el de un amor platónico, lejano, y sin acercamiento. Sólo con miradas escondidas.

Sumisa D/s
Tengo que sacar estos dos libros de la biblioteca para ver cómo los clásicos tratan a su personaje, aunque el mío ya está decidido. Lejano, tímido, platónico, risueño y sin contacto. La verdad es que la niña es un primor pero su padre tiene mi edad, manda carallo.

Lo ideal sería casarme con ella (la de 27), para que te dé hijos fuertes y sanos, y echarse a la de 37 como querida. En la novela, no haceros ilusiones. Porque ninguna de las dos son  como la de la segunda  foto aunque,  ojo, cuidado, porque esta  jaquetona va de mandona y dominante, supongo que para pobres incautos que pagan y bien pagado para cumplir sus fantasías; esos sueños que son incapaces de contarle a su novia o mujer por miedo a que los tomen por enfermos o viciosos.

Y acuden a estas 'profesionales' que les sacan los cuartos y que no tienen ni pajolera idea de qué va la D/s o  el cambio de roles. Son estafadoras que se aprovechan de los pobres diablos que sufren porque tienen esa tendencia y no encuentran a nadie que los comprenda.  Son más marginados que los gay y los hay a montones refugiados en Internet.
"Aquello que no eres capaz de aceptar es la única causa de tu sufrimiento". (. G. Schmedling)
Noche de bodas
Porque ellas  son así y si ellos les revelan  que les gusta que les azote el culito lo más probable es que venga el divorcio. Y ellos o ellas se callan y sufren. O acuden a estas dóminas de gorra de plato, pacotilla y látigo que sólo saben decir, perro, gusano, etc. Hay niñas de 20  años buscando sumiso financiero (money slave) por los foros para que les paguen todos sus caprichos, zapatos, ropa, etc, a cambio de una viodeconferia por skype y de regalarles sus bragas usadas. A mí también me las han regalado  algunas chicas, pero gratis, cuando me las han tirado a la cara, antes de echarme de su piso.

O chonis muy listillas que se aprovechan de los tontos que no encuentran ni el amor ni tan siquiera una mujer. Está Mistress de pacotilla cobra hasta por decir hola. Aunque acierta en el título de su páginas, Lo más patético es que es todo por correo o skype y ellos ni la ven en persona. Y hay tíos que no follan en la vida real porque son unos gualdrapas que no follan ni por decreto ley y que buscan sumisas parapor fin echan un polvo. No tienen ni idea de cómo se trata a una sumisa. Yo sí; un azote y un besito. Severidad y ternura.  Y hay sumisos   financieros gilipollas y masocas que roban flores de un jardín y les envían poesías, recibiendo a cambio sólo humillaciones y desprecios.

Noche de bodas
Está amaneciendo. Lo noto por las luces, por la iluminación que se acreciendo poco a poco hasta que el sol llega al orgasmo y se corre con su luz y calor sobre nosotros. Es un guarro. Esto me está quedando muy largo. Voy a aburrir, pero el que quiera que se vaya.

Y algunos pobres diablos, decía, que pagan bien e incluso les dan su sueldo. Aunque esto también lo hacen algunos maridos que conozco y no son sumisos. Y todas la señoras zorras de la alta sociedad también lo practican  con sus maridos, pero éstas quieren cosas de Prada, coches, abrigos de pieles o diamantes, aunque ellos no lo sepan. Y  lo llamen matrimonio.

Algunas son hasta amas de casa que se sacan unas perras vendiendo sus bragas usadas o interpretando a  una dóminas como si fueran a la oficina, cuando para que sea de verdad ellas tienen que gozar de verdad. Que les guste y no hacerlo como si fuera un trabajo remunerado. Amas de casas del montón que después de la sesión, se gastan las perras que le han sacado a los pobres diablos en las máquinas tragaperras. Si yo contara...Algún día voy a escribir un libro. Pero recórcholis, digo, coño, si lo estoy escribiendo.

La D/s es otra cosa, lo sé por experiencia personal, y siempre entre personas que se aman  donde no hay insultos, sino cariño, ternura y estricta severidad. Lo escribí en mi novela Entretiempo: como una madre que castiga a su hijo, pero porque lo quiere, por amor.

Castidad forzada
Lo curioso de esto es que hay más sumisas que sumisos. Y más Amos que Amas. Lo sé porque hasta hace poco he estado escribiendo relatos eróticos para webs de contactos y he tocado todos los palos, todas las tendencias, desde la lluvia dorada al cuckol (cornudo sumiso consentido).  Me pagaban pero que muy requetebién hasta que vino la crisis. Y los relatos los escribía en 10 minutos, a lo Marcial Lafuente Estefanía.

Me llamaban, me decían que necesitaban un relato de castidad forzada y a las 10 minutos lo tenían allí. No había que enviarlos sino copiarlos del word a su pagina, ponerle el título y picar en 'enviar'. Por supuesto anónimos. O relatos de Faceslapping, feminización y Armpit licking... De todos los palos, ya digo, los conocía todos, y algunos me gustan,  pero me documentaba en Internet y los escribía de un tirón. Imaginación que tiene uno.

Y de algunas más raros que no cuento aquí para que no me tomen por pervertido, aunque lo soy, que conste. De los 20 a los 30 y viviendo el Palma e Ibiza, he hecho auténticas barbaridades. De todo. Por eso ahora conozco la conducta humana y me sirve para escribir. Pero jamás volvería hacer todo eso si no es con la mujer que amo. Por eso cuando me vine de la Marina me tiré muchos años encerrado, escribiendo y sin sexo. Más de 12 años. Estaba harto. Asqueado.  Y todavía lo estoy.

Y por eso ahora no me acuesto con una mujer a la que no ame porque me da asco. Lo siento pero es así. Hace unos cuantos años que no lo hago y no me avergüenzo. Y eso que puedo elegir. Pero no lo hago: me da mucho asco comerle el coño a una tía que no amo. No puedo con ese pestuzón a pescado rancio.

Spanking
Si la amo, puedo llegar a suplicarle de rodillas que me deje lamerle  el culito, Con muchíiiiiisimo gusto. Me volvería loco, pero si no, lo siento pero paso. Aunque resulte raro para algunos. Se puede vivir sin sexo, yo lo he hecho. Y lo hago. La última vez, hace 8 años, a lo menos, pegué el gatillazo con una chica de Murcia en un follamigos que me sentó fatal. Y luego otro y otro. Y me dije que se acabó. No puedo. Es superior a mis fuerzas. Sin embargo, cuando amas a la mujer,  te comerías hasta sus bragas. No sé explicarlo mejor, pero es así, aunque supongo que me tomarán por raro. Me importa un pijo con pimientos.

Tienen que estar muy reprimidos o ser mu jóvenes para acostarse con una tía a la que no conocen y a la que no aman. Porque yo lo hice de los 20 a los 30, pero era un crío irresponsable desengañado del amor. Ahora no lo hago ni lo haré porque no puedo. Y además suelo pegar el gatillazo. Si la amo se me pone dura con sólo mirarla  a los ojos, y  lo sé porque lo he vivido, aunque ella no lo sabe porque había una barra por medio y no lo podía ver.

O pensando en ella cuando no estás a su lado. Durísima. Pero sólo con ella. Soy monógamo y no lo hago sin amor. Y eso que podría tirarme a un montón de tías buenas porque aunque soy feo, también soy resultón. Tienes clase, me dijo una que no recuerdo  en un garito de Murcia. No es por presumir pero hay algunas candidatas, sobre todo en Murcia. Pero me llaman y no voy. Todo lo más una exhibición por webcam. Sólo eso. Y si ella se parece a la otra. Me lo explicó la dueña del Everest: Antonio, sólo buscas mujeres que se parezcan a ella (la otra), porque la que llevas es clavada a ella. Y la miré y vi que tenía razón Igualita que la otra, pero 15 años más joven.  Pero no sé. Ni me importa.

Spanking
Bueno, esto sí que se ha convertido en un diario, pero en un diario de esos que escriben las chicas por la noche y no en un relato autobiográfico que es lo que yo pretendía. Da igual. Qué más da. Lo bueno que tiene envejecer es que te importan   lo que digan un pimiento al ajo cabañil. O de Padrón. Pero es demasiado largo y no sé si cortarlo y publicar el resto mañana. Al carajo. Esto es sólo para mí, mi blog, mi novela. Y al que le aburra que se vaya.

Pero llegó la crisis, decía y bajaron los precios de los relatos y no merecía la pena. Antes te daban 5 euros por cada relato y te sacabas una pasta porque si tienes facilidad para escribir y para fantasear, puedes pìllar unos unos 400 euros al mes. Bastante para lo fácil que es. Trabajas sólo media hora al día. Ahora creo que los pagan a euro y los mandé a hacer gárgaras. A todos, que eran varias las páginas web.

Pero la  la verdad es que no sé por qué la chica jaquetona dominante  me ha invitado con un correo a su ágape, si no me conoce de nada. Supongo que será un spam, pero estoy mosca.

Cieza, Otro día perdido (Diario de un serviola) agosto 2015

26 de agosto de 2015

!Toma selfie! (43)

Hoy no tengo ganas de meterme en enjundias de Pessoa, Pavese, Sartre o Camus porque he estado repasando Otro día perdido y me gusta. Y eso que está en bruto, como este blog que no corrijo. Algunos me han llamado la atención porque dicen que faltan palabras. ¿Sí?... pues ponlas tú, jolines, que hay que dároslo todo hecho como  la papilla.

Esto es un diario personal en el que vuelco mis tonterías porque me imagino que nadie las lee. Y además estoy escribiendo una novela en directo, comentando como avanza o retroce, las dicultades, etc.  Luego sólo saco algunas ideas o párrafos, pero nada más. Este blog no aspira a nada.

He buscado Otro día perdido  en Google, con comillas, y aparecen un montón de resultados pero no importa porque es una frase hecha y es normal. Y además, es probable que con el tiempo lo vuelva a cambiar según vaya evolucionando el asunto. En el ISBN no consta por lo que nadie ha escrito un libro con ese título.

No tengo columna todavía. Ni tan siquiera en la cabeza, pero sí algún borrador. La tengo que entregar esta tarde. Esta mañana en la biblioteca voy a pergeñarla. Ayer ella no fue. La tengo como protagonista de un amor platónico entre un viejo y y una niña. Aunque creo que García Márquez publicó

algo similar. Pero también está Lolita de Navokov y otras muchas de este jaez, pero ocurre que yo no la voy a tener de personaje principal, como ellos, sino de secundario, de apoyo.

Tiene 27 años, supongo porque como tenga menos me va a matar, pero es que no parece que tenga menos porque es una chica muy madura, seria, responsable y poco amiga de las tonterías. Y siempre está leyendo. Me recuerda a mi madre.  Soltera/soltera, licenciada, con cultura, educación y buenos modales. Una morenaza con ojos verdes, bajita, piel blanca y muy guapa. Y además siempre va sola porque se conoce que  es tímida. O que es una solitaria como yo.

Y 10 años más joven que la otra que ya es gallina vieja, aunque dicen que gallina vieja hace buen caldo. El otro día, en una de mis salidas marineras me dijo un desconocido "me gusta mucho como escribes" y pensé que quería que lo invitara, como siempre. Como hacen todos. Me gusta mucho como escribes y copa al canto. Pero no.

Me invitó él y entre otras cuestiones me aclaró que me envidiaba. Por qué.  Porque estás soltero, no tienes hijos y eres libre. Bueno, pero es que yo no soy así. No me he casado porque siempre he buscado la mujer de mis sueños y no me he conformado con menos, como habéis hecho algunos, aunque por eso pago el precio de la soledad y de no tener niños, que me gustan mucho. Tú no sabes lo que es eso, me interrumpió. Yo daría mi vida por estar como tú y además si quieres hijos lo puedes tener hasta los 70. Las tías no, pero tú sí. Vaya, pues no había caído en el detalle.

Porque no había caído. Esta semana no, pero la próxima o la otra voy a publicar "Hijos" y si alguien se enfada mejor que mejor, sin perdón. Es la mejor forma que conozco de "quemar las naves", de que sea irreversible, de que jamás sea posible. Que se enfade si no lo entiende, que es lo más probable, y así me aseguro la irreversibilidad. Para que no sea posible recular. Para hacerlo imposible. Para siempre.  Le voy a quitar el juguete con el que está disfrutando.

Tengo que cerrar la venta y ponerme la camiseta del pijama porque hace frío. Fresquito no, frío. En el Paseo unos cuantos esperan a que abra el Sabadell. Se ve que ayer no pudieron cobrar y hoy hacen guardia cuando sólo son las 07.35 y el banco abre a las 09.00. Ayer era de noche, no había amanecido y había cola. Luego el dinero lo meten debajo del colchón (los jubilados) o se lo quitan sus hijos. Me han contado algunas histrías que son para libro. Veremos.

He visto que ya llevo 282 columnas en el Mirador y me he quedado asustado. Cómo es posible que haya publicado tantas. Son demasiadas porque que yo recuerde, buenas, buenas, sólo hay tres o cuatro. Un porcentaje muy bajo.

Ha amanecido y no me he enterado. Será por tener la ventana cerrada. La abro y sigue haciendo frío, pero menos. Y conforme avance el día el sopor, el bochorno. Anoche  creo que tocó Celtas Cortos, pero no lo vi.  Tenía cosas más importantes que hacer. Muchas. Ando muy liado y no estoy para conciertos.

Por ejemplo buscando fotos para el blog. Y me encontré esta del sefie. Un momento: Un trueno, jolines y recórcholis, digo, coño. Y me he asomado a la serviola y he visto que esta nublado y viene tormenta. Mejor, a ver si limpia el ambiente. Ayer vi una foto, decía,  que me dejo patidifuso, pasmadito y alelado (como el bacalado de bilbado).

Pero antes de glosarla, abro las greguerías de Ramón Gómez de la Serna, al tuntún, y me detengo  en la primera que veo. "los negros tienen tanto miedo a los rayos porque ya se carbonizaron una vez". Si esto lo publica ahora lo crujen, aunque quizás con él no se atreverían, pero si lo publico yo voy al cadarso.

Repasemos la prensa del día, sí, porque  el pisaverde de Sánchez, del PSOE, dice que el mayor peligro para la recuperación es Rajoy, que es como decir que el mayor peligro de la seguridad ferroviaria es el maquinista que nos ha traído.  Una regla de tres simple: Si Rajoy, que no es santo de mi devoción, ha evitado el rescate y nos ha traído la recuperación cómo va a ser el peligro. El peligro puede ser el lechuguino que se quiere subir al tren en marcha para quitar al maquinista.

Volvemos a la foto: La estupidez no tiene límites y ahora a la gente le ha dado por los selfies (como antes le dio por meterse con la tuna), aunque sean pornográficos como el de una enfermera junto a un hombre moribundo. Supongo que se dirá así, selfie y selfies,  porque la Academia no se ha pronunciado todavía sobre como pluralizar el selfie, que no es más que el autorretrato de toda la vida, que antes se hacía programándolo y ahora tiene hasta su palito y todo. Estaba todo inventado y parió la abuela. A mí me parece una cosa muy simple, pero para selfie el de la primera foto. El que vale, porque lo demás son caritas muy monas con morritos.  Muy choni.

Consejo de mi querida hermanica: Cuchillo que no corta... si se pierde no importa

Por cierto, que en la prensa he visto que Mario Vargas Llosa se ha enfadado con el New York Times porque ha publicado no sé qué de él y la filipina.  No sé, pero no me explico que un escritor como él, que ha publicado algunas novelas muy buenas (como Conversaciones en la catedral) tiene tan mal gusto. 

Dime de quién te enamoras y te diré quién eres.  Aunque la Presley, que trae pinta y planta de chacha filipina, se ha casado con Julio Iglesias y con Miguel Boyer que era un excelso economista. Debe de tener un coño con vibrador incorporado, alimentado por energía nuclear, si no, no se explica. A mi me daría asco acostarme con esa tía. Ni aunque se bañe con zotal.

Incógnita: Por qué en Cieza sólo hay una cafetería que da el ticket de consumición, que es obligatorio por ley,  y además te tratan de usted y con respeto. Se trata de Arte-Sano. Eso sí, todos los demás  ponen "ambiente y clientela selecta". Y cuando entras y la miras,  te preguntas: ¿Si esto es la clientela selecta cómo será la mala?

Cieza, Otro día perdido (Diario de un serviola) 

25 de agosto de 2015

No hay novela (42)

El proyecto ha descarriado y no culmina en novela. Anoche, es decir, hace unos pocas horas, mientras me alejaba del tráfago  de la feria y me sentaba en un tranquilo banco alejado del bullicio,  comprendí y me hicieron comprender, que todo aquello no había forma de llevarlo. "Aún está aquí", sí, pero que no se preocupe que no va a estar nunca más. Tranquilos.  El proyecto no tiene sentido, ni unidad ni razón. Y si algo valoro en la vida es la razón, lo razonable, lo plausible, lo posible.

No puedo perder el tiempo con proyectos inútiles que no conducen a nada.  Pensé dejarlo, dejar de escribir porque supuse que estaba acabado, que no podría escribir más. Pero no. Este proyecto se acaba pero la vida sigue.   Volveré a coger Otro día perdido, que me dejé en sus inicios y seguiré para ver si llega a  novela.  El otro es un proyecto iluso, poco razonable, que requiere un esfuerzo que probablemente no conducirá a nada por si dificultad. A mi edad. Si tuviera 30 años me empeñaría en ello como ya hice con otros, pero ahora no puedo perder otros tres años con una novela que luego tenga que romper. No tengo tiempo. Tengo que ir a lo práctico, a lo posible.  Anoche me di cuenta de que este proyecto sólo conduce a la amargura, frustración y al hastío. Al aburrimiento. Porque me aburrí al leer las notas de los folios. Y escribir es divertirse, ilusionarse y ser feliz.

Cuando ayer leía y corregía algunos borradores y me apercibía de la dificultad del proyecto, que no me atraía como los precedentes,  empecé a bostezar como esos matrimonios que llevan casados muchos años y que cuando se sientan en una terraza miran cada uno para un lado, bostezan y se aburren. O uno de ellos lee el periódico deportivo mientras el otromira a los que pasan. Sin hablarse. No tienen nada que decirse. Nada.  Y sin ilusión no hay trabajo, ni buenas ideas. Quizás dentro de 10 años lo retome, pero esta puerta está cerrada. Abro otra que espero que me ilusione más. La verdad es que cualquier otra cosa me ilusiona más que este.

Lo consultaré con mi hermana con la que me llevo de maravilla desde la muerte de mi madre y a la que se lo cuento  y consulto todo. Pero sé que me va a decir: Nene, tú haz lo que creas conveniente y lo que te haga feliz. Y si este proyecto no me hace feliz, me tortura y no me deja vivir por su dificultad, hay que acabarlo. FIN. Mañana empiezo el proceso para dejar de fumar y pondré en práctica lo que siempre he aconsejado a los demás que hagan, aunque esos consejos no me los aplicara a mí. Ahora sí.


Otro día perdido 

Hay que apagar el fuego y no dejar rescoldos, antes de emprender de nuevo la marcha. Eso se le ha ocurrido  de pronto a Julián  y quizás  por eso rompe su agenda de teléfonos y bloquea todos los números que tienen guardados. Ya nadie podrá llamarlo. Nadie conocido. Y se siente feliz, liberado.
Y escribe en su diario:
Atrás queda todo, archivado, como esas hojas muertas que se meten en los libros porque sí y cuando los abres, años después, ni tan siquiera recuerdas de dónde proceden. Ni te importa.
La felicidad es sólo un recuerdo; el mejor recuerdo que tenemos de nuestra vida, se dice mientras le prende fuego a cartas, fotos, recortes, escritos y demás calderilla.  A veces nos pasamos la vida soñando con imposibles y no miramos a la silla de al lado. Nos obcecamos con una idea, queremos conseguirla sin apreciar que es inútil y que nos hará sufrir. Y no miramos al lado, donde quizás este la felicidad, que no vemos, porque estamos empecinados por esa utopía que es inalcanzable  y que nos impide ver donde está lo posible, lo razonable.
Mañana presento la solicitud de divorcio y empiezo otra nueva vida, ya liberado. Ese amor está perdido y ella no se merece que luche por conquistarla porque no merece la pena, ni tanto esfuerzo. Que sea feliz y ojalá lo consiga. Pero con otro. FIN.

A Julián ya no le importa el pasado, está derrotado  por cansancio, por hastío, por aburrimiento; por un amor con monólogos en el desierto  que nadie oye. Y decide preocuparse sólo  por el presente más inmediato; por el prólogo del futuro dejando atrás los epitafios.


Este es el inicio de Otro día perdido que sí tienes visos e indicios de ser posible. Realista. La otra novela, el proyecto, era demasiado experimental y voy a ceñirme a lo clásico, a la novela de toda la vida porque a mi edad no puedo arriesgarme con ensayos. Los experimentos ya los hice con  Entretiempo pues fue todo novedoso y arriesgado. Un ejercicio técnico que me llevó años. Pero era joven y podía. Ahora no puedo perder ni un segundo en imposibles. No merece la pena luchar por utopías inalcanzables que no te corresponden  y que no conducen a nada excepto al dolor y la frustración.

Y de pronto me he liberado, me he sentido mejor, como si me hubiera quitado una pesada carga de encima y pudiera ya volar. He soltado peso de mis alas y me siento tranquilo, sosegado... No soy completamente feliz, porque he fracasado, pero al menos he conseguido la serenidad. Nunca digas nunca jamas; nunca digas de ese agua no beberé porque luego surge alguien o algo, que te lleva de nuevo a ilusionarte por la vida y el trabajo.

Nunca digas está va a ser la última o mi último,  porque a la vuelta de la esquina puedes encontrar lo que de verdad buscas y que no ves porque estás obcecado con lo otro, con lo imposible. Me recuerda esos prójimos ilusos que dicen esta mujer  ha sido la primera y va a ser la última.

Y se cierran al amor cuando a su lado quizás esté  la mujer que de verdad lo va a hacer feliz y que no ven porque están empecinados con otra. Yo lo he dicho muchas veces. Ahora comprendo que decir eso es temerario y perjudicial porque te impide levantar o girar la cabeza y ver que a tu lado hay alguien que de verdad te ama. Y te puede hacer feliz. Y pensar que a la otra le iba a enviar un ramo de flores...; que he estado ahorrando para que se lo lleven a su casa junto a una poesía...

Seguiré con el diario, pero como un laboratorio de experimentos para la novela que sí tengo claro cuál es su punto de vista y ya tiene casi listo el encofrado, como yo le llamo. Son las 06.57 y por la calle circulan más coches de lo que es habitual. No sé a qué se debe. Voy a asomarme a mi serviola y ver qué ocurre.

Y no ocurre nada, pero circulan más coches. Aunque cuando me he asomado a mi serviola he visto que la traca del lunes 31, la del fin de fiestas, pasa muy cerca de mi ventana. Otros años me he subido al 'terrao', a la terraza y la he visto desde arriba, pero este año la veré de frente  desde mi serviola para dejar que se llene mi estudio de humo y de olor a pólvora. Me gusta ese olor   pirotécnico, quizás porque te trae recuerdos de cuando eras niño y te entusiasmaba todo lo nuevo.

Ahora ya no me entusiasma nada, ni tan siquiera esforzarme con esa novela imposible cuando a mi siempre me han gustado los retos. Será que ya estoy muy viejo y que lo que me dije en Viernes Santo de hace tres años tenía que haberlo cumplido porque sabía lo que iba pasar, mi intuición femenina me lo decía, pero no le hice caso y me dejé arrastrar por el torbellino de la pasión quinceañera.

Ahora comprendo que fue un error. Y que quizás esa obsesión enfermiza me ha impedido conocer a otras personas que han podido hacerme feliz. Han sido tres años inútiles, que no han conducido a nada, excepto al dolor, desprecio y humillación. Se acabó. Me apetece seguir con Otro día perdido, y con el artículo semanal  de El Mirador porque me permite matar el gusanillo.  Por mi serviola entran ahora las voces de una señora que vive en la cuesta de la Hontana y que habla tan fuerte que me aturde. Todavía es de noche y no se da cuenta de ello. Habla con otro, pero es ella la que levanta la voz.

Son las 07.12 y ahora se suma a la tertulia un hombre que charla con los barrenderos, de los de a pie, y les explica que  "Cieza es un pueblo muy marrano". Y se enzarza en una discusión sobre si hay muchas o pocas papeleras. Y se acerca otro y une a la tertulia. Claro, ahora lo comprendo por lo que comentan, dicen que abre a las nueve y caigo en que hoy es 25 y es día de cobro de las pensiones. Están esperan a que abra el Sabadell. Y viene otro. Va a haber cola. Y son las 07.22, según mi ordenador.

Y empieza a amanecer. La pena es que no lo puedo ver porque me tapa la mole de ese adefesio de edificio que construyen enfrente y al que se apuntaron todos aquellos con posibles que querían vivir en el Paseo y pensaban que eso les supondría un prestigio social. Ilusos. Yo he nacido en esta casa o cerca de aquí y es como cualquier paseo de cualquier ciudad.

Pero para apreciarlo tienes que haber viajado. Es raro: ha amanecido y los pájaros todavía no cantan.  Sólo oigo a uno que parece que ha madrugado.  Yo me voy a la cama porque esta noche no he dormido. He dado vueltas y vueltas sin poder entregarme al sueño. Ahora si lo tengo. Voy a dormir aunque sólo sean un par de horas y luego iré a comprar el periódico y a tomar el preceptivo café, suponiendo que no me quede dormido porque a las 11.38 tengo cita en el Centro de Salud por lo de las medicinas. Pero no pongo el despertador. Me despierto como en las guardias de la Marina, por instinto. Esta tarde habrá siesta profunda. Me siento bien. Me he desahogado y quitado un peso de encima. Buenas noches a todos. 


Cieza, Otro día perdido (Diario de un serviola)

24 de agosto de 2015

La muerte pisa mi sombra (Diario de un serviola) 41

Ayer tiraron un castillo de fuegos artificiales con motivo de las fiestas patronales. Lo señalo porque siempre escribo por la mañana, a toro lidiado, y casi nunca cuento lo del día anterior. Da igual. Después de las horas de curro (esto es un trabajo, aunque no lo parezca) sólo se me ocurre lo cotidiano, la normalidad laboral que no  reseño porque es ya rutina. Maravillosa rutina que me sienta de maravilla. Y no creo que a nadie le interese que he salido a comprar fruta, pongamos por caso. Al menos para el libro no sirve para nada. O sea, que es papel mojado y de descarte.

Esta tarde creo que son los toros que a mí me dan igual, me son indiferentes, ni estoy a favor ni en contra, sino todo lo contrario. En eso no he salido a mi padre que le gustaban muchísimo. Y tengo pruebas de ello.  Guardo fotos hechas por Martínez (padre) e incluso se bajaba al callejón. No he heredado los toros, pero sí  he sacado otras cosas de él, como la pasión por la literatura y el periodismo, tengo fotos de él como tal pues era corresponsal de un diario, no sé si era Línea o La Verdad y yo he sido corresponsal de tres y redactor de uno en Murcia capital.

Y también he heredado de él la pasión por el Mar. Véase foto adjunta en la que se me ve en mis primeros pinitos de marinero. Supongo que esto a la gente le importará un carajo, pero a mí sí y como este es mi blog el que no esté cómodo que se vaya. Vive y deja vivir, suele ser mi norma.

Anoche no salí y me quedé aquí revisando el material que llevo escrito y todavía no sé con certeza si es proyecto o libro, pero tiene pinta de libro.  La cuestión es cómo lo abordas, cómo

le entras al toro. Ya he cambiado el título una vez y ahora lo voy a hacer de nuevo.

Porque ayer descubrí  que una frase  del libro es muy adecuada a su tono, a su línea  argumental. Así que he añadido como subtíulo La muerte pisa mi sombra.  Y ya tengo dudas sobre el nuevo porque creo que  sería mejor titularlo así. La muerte pisa mi sombra (Diario de un serviola). Esto es normal que ocurra. A veces inicias una novela con una intención y luego te sale la contraria.

Pero lo primero que he hecho es comprobar si alguien lo ha usado y en vista de que no,   registrarlo luego en Safe Creative por si  algún listo se aprovecha de mis ideas. No  sería la primera vez. Ya me han copiado hasta entradas enteras. Así que queda constancia fehaciente del día del registro y hasta de la hora. He mirado en el ISBN y no hay ningún libro editado que lleve ese nombre. Y en Google tampoco aparece ni buscando con comillas. Así que tengo la propiedad exclusiva. Esto que para la gente normal es una tontería para nosotros es tremendamente importante para que no te acusen luego  de plagio y de copiar a otros. Y para que no me roben mi trabajo, que lo hacen y mucho, sin citar al autor.

Y me temo que al final, de Diario de un serviola voy a pasar a La muerte pisa mi sombra (Diario de un serviola). Lo siento, pero la literatura o lo que sea, es así, no la he inventado yo, que cantaba un italiano por los años 70, cuando bailábamos pegados y las discotecas te ponía un rato de una y otro de la otra,  para bailar, música disco que era mejor que el reggetón tan de moda ahora (o como se llame)

Mi hermana, por cierto, me ha ayudado al corregir la entrada porque se ha dado cuenta de que repetía dos veces pie. Y tenía razón. La voy a contratar como secretaria. Es la primera vez que se fija en mi trabajo. Un beso y cuidate el golpe, hermanica.

Tomando nota para una crónica.
Es curioso, pero  he pasado de Diario de un dromedario a La muerte me pisa la sombra (Diario de un serviola). Y  tiene tela,  pero puede suceder y sucede. Me ha pasado con todas y por eso sólo es un proyecto, hasta que no termine el encofrado porque personajes con los que cuentas al principio   luego no aparecen. Y otros que metes de improviso y con los que no contabas. El proyecto está vivo y a veces se te escapa.

Todavía no hay novela, sólo el proyecto. Falta el 'punto de vista' para acabar el encofrado y esto sí que es jodido. Si es en tercera persona, omnisciente, quedaría de esta otra forma.
Se levantó  a las seis de la mañana para recibir a la muerte de cara y despierto, a ver si tenía huevos y era tan valiente como decían. Y si pierdo, se dijo (nombre del protagonista), al menos moriré de pie, con gallardía, frente a una señora que se presenta de visita, sin avisar. Y sin tarjeta.
Si es en primera persona quedaría así:
Me he levantado a las seis de la mañana para recibir a la muerte de cara y despierto, a ver si tiene huevos y es tan valiente como dicen. Y si pierdo, al menos moriré de pie, con gallardía, frente a una señora que se presenta de visita, sin avisar. Y sin tarjeta.
Y tanto una como otra obligan a llevar el tiempo toda la novela. No se puede cambiar. Por eso lo más difícil es el encofrado, donde estoy ahora y donde se sufre porque es lo más impoertante. Luego ya vienen las florituras, la fachada. La primera, la segunda y la tercera novela fue en primera persona, como monólogo interior. Así que la cuarta la abordé en tercera personas, en plan omnisciente, que a mí me gusta menos porque te aleja del personaje y lo observas de lejos como si miraras por una trampilla, como un Dios omnisciente que lo ve y sabe todo. Por eso los modernos utilizan el monólogo interior, los conductivistas.

En primera te  luces más porque da más juego, te permite florituras, exhibirte, jugar con los tiempos verbales, hacer florituras, etc. Pero en primera persona me llevaría a tener cuatro novelas en este estilo y sólo una en tercera. Todavía no sé que hacer. Porque lo que decida ya no tiene remedio, hay que seguir así toda la novela hasta el final.

También estoy pensando en combinar ambos estilos, es decir, el diario en monólogo interior (1ª) y el resto en 3ª.   La  tercera persona sería para toda la novela, para el narrador. Pero no lo sé y tendré que pensarlo porque cuando elija una estaré todo el tiempo con ella y no podré cambiarla por otra. Me pasa como con las mujeres. Que soy fiel, aunque ya no se lleve y no sea moderno. Soy un viejo carroza antiguo y desfasado.

Pero no sé, no hay ninguna prisa. El proyecto, si pasa a novela,  dura dos años como mínimo, y lo sé por experiencia. Me cabo de dar cuenta de que soy  feliz en mi estudio y con mi vida. Porque creo que tengo novela nueva, un proyecto, algo que hacer y algo que esperar. Ahora recuerdo las palabras de Thomas Chalmers con las que inicié la cuarta, la anterior. La felicidad consiste en tener siempre algo que hacer, alguien a quien amar y alguna cosa que esperar. Sólo me falta una, pero es que las chicas son muy orgullosas y cabezonas.

Tengo asegurado el futuro, un pisazo, un trabajo que me gusta mucho  y estoy muy a gusto conmigo mismo. Anoche estuve trabajando hasta tarde y a la una seguía pasando  gente por el Paseo. Gritando, cómo no. Pero no salgo. Para qué voy a salir a rodearme de...(me callo). Y además en mi estudio hasta puedo bailar por lo que pones la música que te gusta, no el popular regatón o como se llame. Y tengo además hasta una casa de apuestas (en Internet), que me permite orgasmos múltiples, variados y diversos. Y más baratos que la bonoloto que echaba hasta ahora.

Así que sigo con ella, aunque haya feria, porque el ritmo de trabajo que llevo es bueno y no quiero desaprovecharlo. Me quedan muy pocos años de vida útil y no quiero perder ni un segundo. Ahora estoy aquí arriba, pero dentro de poco estaré ahí abajo, en el Paseo,  con el bastón (ya lo tengo) junto mis colegas viejos verdes. 

PD.- El domingo vi a una persona con su hijo en un lugar que para mí era desagradable pues me traía  dolorosos recuerdos. Porque duele, y mucho. Pero al verlos me emocioné casi a punto de llorar. De dicha. Una imagen preciosa y conmovedora. Ahora me gusta ese sitio que odiaba. Está limpio. Gracias. Se ve que es inteligente y sensible. Me emocionó verla  con su hijo. Me hubiera gustado sentarme allí con los dos.

PD.- Pero  te odio porque eres cruel. Me has obligado a romper mi rádar de silencio. Eres muy lista y astuta y siempre ganas. Parezco el tonto de Hey la canción de Julio Iglesias. No te odio, es imposible, no puedo ni podré, pero te haré lo mismo. Algún día.  Dentro de cuatro años, pongamos por caso.


23 de agosto de 2015

Tatuajes y carteles

Kim Kardashian
Los tatuajes parece que pasan de moda y menos mal, porque a mí nunca me han gustado pues son un grafiti que no pertenece a las cuevas de Altamira. Y además propicia la melancolía porque no puedes estar dale que te pego al cante, concentrado en que tu ritmo se acompase al de ella y ver de pronto en su culo el tatuaje «Te quiero, Pepe». Por ejemplo, que lo mismo es ‘Yonatan’. Te vienes abajo. Pues en una teta llevo a Dany, ¿quiere tú la otra? Déjalo, tonta, que yo voy de paso.

Tatuada llevan algunos la Constitución en la frente pues son de esos que no quieren rectificarla, ni hermosearla con purpurina. Y abundan otros que se han cansado de ella tal y como hacen ciertos maridos cuarentones que buscan otra niña más joven con la que fardar en el coche nuevo, que se han comprado antes del divorcio.

‘La Constitución está redactada por los prisioneros del franquismo’, proclaman con megáfono papel plata, cuando fue una obra de ingeniería legislativa que se estudia en muchas universidades. La vieja nos ha servido para convivir en paz muchísimos años, pero a los niñatos no les vale y quieren revocarla para prohibir que cante en España el cantante judío Matisyau. Menos mal que los ‘padres’ de la Constitución eran más leídos y viajados que estos nenes de la ‘nueva ola’ y previeron que no se pueda reformar sin el consenso para

que media España no maneje a la otra media. Qué bien lo hicieron los jodíos, incluido el comunista Solé Tura.

Es el sistema sí, que se puede reformar o cambiar, siempre y cuando todos aceptemos el sistema métrico decimal, es decir, la libertad y la democracia. En Venezuela han revocado la Constitución varias veces y no hay libertad, ni democracia, ni papel higiénico. Useáse, que podemos darle cremas y masajes pero no cirugía estética que deforma en monstruo del pantano. La arruga es bella, habíamos quedado.

Pero no lo es la desnudez a todo trapo, aunque sea con la vista, porque parece que las jugadoras de vóley-playa no quieren que las miren por llevar bikini, sino por la perspectiva en la que sus cuerpos ‘dialogan’ con el Universo. Que no les miren el culo y los muslazos, vamos. Pues que se desnuden y nadie las mirará. No hay nada más aséptico que el desnudo y si vas a una playa nudista lo ves todo tan natural que te dan ganas de vestirlas con gasas y tules. O con unos tangas minúsculos. La desnudez es aséptica, no excita ni provoca nada, excepto las ganas de acunarlas y cantarles una nana.

Así que se tuvo que inventar la lencería de señoras para vestir la desnudez porque en cueros no hay manera de pecar y por eso Dios, cuando lo del desahucio del Paraíso, los vistió con la libertad del pecado para que en pudiendo pecar, no pecaran. Una ropa íntima que imagina y no te lo da todo por sentado. Un abrigo de pieles sobre un cuerpo desnudo, un suponer. O un corsé o minifalda de cuero o látex si eres un lúcido pervertido. Creo que voy a tatuarme en la piel ‘prohibido pegar carteles’.

Columna publicada en el periódico El Mirador de Cieza

21 de agosto de 2015

Silencio rádar (40)

Fresquito, mucho, mientras me asomo a mi serviola y veo por las 2 a un barrendero, de los de a pie, cambiando una bolsa de una papelera. Estos también son amigos de la moche. Me huele a personaje literario, tengo ideas. Y me siento feliz en mi estudio, por la soledad y el silencio.

Y además ya tengo arranque y línea argumental para seguir con el proyecto que ya casi es novela. A partir de ahora ya sólo queda acabar el primer borrador, a lo bruto,  e imprimirlo   para corregirlos en la biblioteca  y encajarlos. Esta feria no salgo, no quiero perder el impulso que llevo, la inercia que se hace costumbre y te facilita el viaje.

No quiero cortar este inicio  porque esto sólo dura unos meses y luego empieza a cansarte. A aburrirte.  Lo sé porque me pasó con las otra. Paré y luego me costó muchísimo volver a  coger la carrerilla. Tardé más de un año en volver a coger el ritmo.  He escrito cuatro novelas. La primera me tuvo encerrado

cuatro años, la segunda tres, la tercera tres y la cuarta dos. Aunque está última tuve que terminarla aprisa y corriendo para poder mandarla a Amazón. Está sin corregir y sin pulir. Algún día tendré que cogerla.

Miro a mi alrededor, me asomo a mi serviola y me  siento feliz en mi estudio y en mi nuevo dormitorio. Tengo espacio, disfruto de la vida y el 11 de noviembre  me voy a someter a un tratamiento que será con resultado feliz. Lo sé.  Y además no lleva el maldito interferón. Ya  tengo el inicio de la novela,  el hilo conductor y algunos personajes como el camarero de enfrente. Y una chica de unos 27 años  que va a los Valencianos, con su madre,  y se sienta enfrente.

Siempre anda  leyendo algún libro  y lleva muchos apuntes pues luego se va a la biblioteca. La veo mucho por allí. Es morenaza, bajita, muy guapa, con la piel blanca, el pelo a la altura de los hombros, ojos verdes  y siempre va sola (excepto con su madre). Otra solitaria como yo. Sé que  ha terminado  la carrera universitaria y supongo que será de filosofía y letras. Y ahora anda con alguna oposición. Y tiene cultura pues la he oído hablar en la biblioteca y es inteligente. Y siempre tiene un libro en la mano, le gusta leer como a mi madre. Una vez la vi con un libro, que no recuerdo su título, pero me sorprendió porque  era de los de autor. No era esa morralla de libros sentimentales tipo Danieele Steel o Victoria Holt.   Y  tiene unos sobacos preciosos.

Es broma, pero es que ya se los he visto varias veces pues se suele coger su pelo morerazo  y se le ven. Pero es demasiado joven. Aunque como personaje de novela vale un potosí. Y además le gusta la literatura. Quizás sea una 'loba esteparia' como yo, a lo Herman Hesse. Es una cría preciosa y dulce. Y parece tímida. La conozco;  conozco mucho a su padre y resulta que es de mi edad. Tela. Ella va  casi todos los días a Los Valenciamos  acompañada de su madre. Ésta al menos nunca va cogida de la mano de ningún tío y no te jode ni enmarrana tus mejores sueños; tus sueños más bonitos y románticos. Y es soltera/soltera. Qué pena que sea tan joven, casi una cría para un viejo como yo.

Me falta el 'punto de vista' del proyecto/novela, pero eso puedo hacerlo luego. El proyecto ya ha pasado a novela.Y ahora tengo frío y voy a por la camiseta del pijama. Son las 06.31 y voy retrasado. Y la funda del diente se ha colocado bien ella sola y parce que aguantará hasta el 1 de septiembre. Son las 06.42 y el camarero acabada de llegar. Se ha adelantado18 minutos porque se nota que es un tío serio y responsable y  sabe lo que se juega. Tampoco está para tonterías.

Siento que algo hecho en falta, no sé si será el amor, cantan los Celtas Cortos en la Senda del tiempo,  que ahora oigo y que no voy a poder ver en directo  en la Plaza de España  porque no voy a salir en toda la feria. Estoy en racha con la novela, no puedo parar ahora y además soy muy viejo y no estoy para más tonterías. Llega un momento de tu vida es que tienes que elegir y eliges. Tienes que decidir y decides. A esta edad se ve todo claro y no permites tonterías, ritos,  ni costumbres ajenas.

No puedo perder ni un segundo. Lo siento.  Así que no salgo, ni en feria. Quisiera cerrar una puerta y abrir otra. No tengo tiempo que perder porque la muerte ya pisa mi sombra. Recuerdo una pintada que apareció en Murcia por los años de la Transición que decía: "La cultura me persigue, pero yo soy más rápido. Fermín".

Estoy cansado de ver siempre a la misma gente, de beber para poder aguantarlos porque sobrio ni  te acercas a ellos.  Borracho sí los soportas, porque pierdes cierta parte del control y soy  tan bobo que los aguanto a todos. Y los invito. No más.

Y además me imagino conduciendo un autobús en el que tengo muy claro cuál es el destino. Si alguien  quiere subir que se suba, si alguien quiere bajar que  baje. No  pienso ni mirar por el espejo retrovisor para ver quién viene en el viaje y seguiré  hacía el fin de destino pues tengo muy claro cuál es. Pero no espero a nadie.

No puedo cortar esta racha que llevo y voy a seguir mi disciplina y mi rutina. Y además  tengo que ahorrar para publicar el libro porque con las extras de verano y Navidad (tampoco saldré),  y algunos trabajillos que me deben,  podré editarlo en papel. Es el quinto proyecto, casi novela, porque  todavía falta terminar de escribirlo. Le calculo más de dos años  como mínimo. La primera novela me costó cuatro años, pero esto creo que ya lo he dicho. Del anterior comentario sacaré unas 17 líneas. Vamos mejorando.

Son las 07.00 y oigo ruido por el Paseo. Me asomo a mi serviola y he visto un coche de la policía se para  frente a Juguettos, al otro lado del Paseo. No sé si habrán entrado a pedir un café en la cafetería porque  el buen hombre tiene la persiana a la mitad. O es que ha hecho una parada en la patrulla. He dejado mi serviola y se  me acaba de ocurrir meter a la chica de los Valencianos como amor platónico del protagonista, porque todas las novelas tienen que tener un amor que se persigue, un asesinato, amargura existencial y suspense.

Lo sabemos todos los escritores. Y los cineastas porque en todas las películas asoma una mujer y una historia de amor. Creo que será el amor platónico que persigue el protagonista. Tendré que ponerle un nombre. Y como la veo todos los días en la cafetería me inspira más. Mucho. Pero jamás me acercaré a ella. Soy un tío responsable, aunque no lo parezca, y  tengo muy acentuado el sentido del ridículo. Y de la moral.

Así que pienso seguir con  mi vida como he hecho hasta ahora,  porque si he sobrevivo muchísimos años sin ella, la otra, seguiré sobreviviendo muchos años más. Voy a proseguir con mi  mi vida  porque me quedan muy pocos años  y no pienso perder ni un segundo, ya digo. Es una mujer extraordinaria y lo seguirá siendo, pero  también tengo claro que es  un amor imposible. Y además antipático. Lo advertía Jesucristo: si llegáis a un pueblo y no os reciben bien, sacudiros el polvo de los pies,  echárselo a la cara y seguir vuestro camino. Yo no le echo el polvo a la cara a nadie, lo siento Jesús.  Tú sabrás lo que haces, pero a mí me educó muy bien mi madre. Y eso que no era Virgen.  Así que sigo camino con mi autobús, sin echarle polvo en la cara a nadie. 



Muy iluso, incluso,  porque ella no ha hecho nada para que me ilusione. Al revés,  lo ha hecho todo para que me aleje de ella.  Todo han sido desprecios pues me echó un montón de veces del bar, me  bloqueó el teléfono, no me quiso dar su email, no sé cómo se apellida, su madre me prohibió que me acercara a ella y la última vez que la vi iba cogida de la mano de otro. Y encima eres feo y no tienes ni un duro. Joder, más claro imposible. Pareces tonto.

No le guardo rencor, todo lo contrario,  y le deseo que sea feliz porque se lo merece tanto como yo. Y sé que lo será porque es una mujer excepcional. Si alguna vez necesita que la ayude aquí me tiene. La recibiré con los brazos abiertos.y mi puerta siempre estará abierta.   Pero ahora  sigo solo con mi autobús.

Así que silencio rádar,  es decir, no hablar nada de ella ni aquí, ni con nadie y cuando me pregunten advertir que no sé nada de ella y que a mí no me quiere, o sea, que le pregunten al chico con el que se pasea cogida de su mano, como andaba la última vez que la vi.  Se supone que él sabrá más de ella. Yo voy a seguir buscando mi felicidad porque me la merezco. Estoy cansado de sufrir, sin necesidad. Sigo pensando que es una mujer extraordinaria y lo será, pero no es para mí. En el corazón no se manda y hay que dejarla libre para que sea feliz, aunque sea con otros. Yo voy a buscar mi felicidad porque también me la merezco. FIN.

"Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido. 
Pablo Neruda. 20 poemas de amor

(Cieza, Diario de un  serviola. 21 de agosto)

20 de agosto de 2015

En maceración... (39)

Fotograma de la película
Me he levantado a las seis de la mañana para recibir a la muerte de cara y despierto, a ver si tiene huevos y es tan valiente como dicen. Y si pierdo, al menos moriré de pie, con gallardía, frente a una señora que se presenta de visita, sin avisar. Y sin tarjeta.

La hora del lobo sí; ese tiempo que trascurre antes del amanecer y donde según las estadísticas oficiales  mueren la mayoría de personas. Bergman la llama "la hora del Lobo" en la película homónima. "La hora del lobo es el momento entre la noche y la aurora cuando la mayoría de la gente muere, cuando el sueño es más profundo, cuando las pesadillas son más reales, cuando los insomnes se ven acosados por sus mayores temores, cuando los fantasmas y los demonios son más poderosos..." Esto dice un personaje de la peli´cula homnónima de Irgman Bergman.

Y es cierto: mi  padre, la tata y mi madre murieron en la hora del lobo, así que a mí también me toca. Me acabo de dar cuenta de que ya tengo el inicio de la novela y cierta línea argumental. A lo tonto a la tonto, como siempre.  Un tipo que lo sabe y se levanta todos los días antes de las 6 para recibirla de pie  y despierto. Y como la Parca  no llega escribe un diario para distraerse   El diario de un serviola. Ya lo tengo, a lo tonto a lo tonto. Y el final también pero no lo escribo aquí por si el proyecto sale. No hay que anticipar finales porque entonces pierde interés.

Así surge todo, todas las ideas, los buenos párrafos. Son las 5.38 y todavía no ha llegado, ni el camarero de enfrente  ni la Parca y supongo que es pronto porque es muy temprano pero hay que hacerlo si quieres sorprenderla cara a cara. Que te mire a los ojos y que se atreva.

Nota.- El diario que el protagonista escribe esperando la muerte; el Diario de un serviola, va reflejando el día a día del personaje y su relación con el mundo a través de lo que vive y ver por su ventana, por su serviola. Es una buena idea para el proyecto porque al tener el hilo conductor te cierra el enconfrado.  Ya lo tengo. Lo he encontrado esta mañana a las 5.47, al despertame. Me he puesto a pensar y me he dado
cuenta de que siempre me despierto a la hora del lobo. Así que he levantado súbito y me he venido al ordenador. Todavía no me he tomado el café ni me he fumado el preceptivo cigarro de la mañana, el primero, el que mejor sabe.

Ya tengo el inicio y idea argumental. Ya está una de las cosas más dífíciles  para un escritor o para mí. Ahora tengo que ver otra vez la película. La vi hace años y tengo la colección completa  de Ingmar Bergman (completa no,  las que más me gustan). Pero con el traslado de habitación supongo que es una de las que se ha perdido. No importa: esta tarde la bajaré de la mula y la veré, pero esta vez en MKV que es el formato  del futuro porque el Divx está ya muy pasado. Y el Mpge.

Esta tarde la veré y sabré por dónde va, porque no me acuerdo. Esta mañana tengo que ir al Mercadona a la compra semanal y a sacar a Juan José Avellan (a las 12) para llevarlo a Los valencianos, tomar un café  y charlar con él. Es mi padre putativo y tengo que contarle una cosa. Ha estado muy malito, pero ya está en Cieza, en rehabilitación. Le haré compañía en la cafetería y le preguntaré. Si la dejo, si dejo de molestarla o qué coño hago porque yo no sé qué más hacer.

Es un amor imposible. Muy iluso incluso,  porque Ella no ha hecho nada para que me ilusione. Todo han sido desprecios pues me echó un montón de veces del bar, me  bloqueó el teléfono, no me quiso dar su email, no sé como se apellida, su madre me prohibió que me acercara a Ella y la última vez que la vi iba cogida de la mano de otro. Y encima eres feo y no tienes ni un duro. Joder, más claro imposible. Pareces tonto.

 Ella no tiene culpa de nada porque nunca me ha dado ilusiones, ya digo. Todo lo contrario. Pero parece que con sus actos, al mostrarse fría e indiferente, pretende que abra los ojos y la olvide porque no quiere hacerme daño, pero es que el corazón tiene razones que la razón no entiende, según dice el refranero. No sé. Mi razón dice una cosa, que pase de ella, pero mi corazón no puede. A ver quién gana.

Yo creo que  ya es platónico porque esto no va a ninguna parte. Amarla en silencio, sin que nadie lo sepa porque no va a haber otra. Hasta que se enrrolle con otro, lo sepa seguro, y entonces se acabo. Punto y final. La borraré de mi corazón y seguiré soltero hasta la muerte, de pie y cara a cara.  Silencio radar, es decir, no hablar nada de ella ni aquí (como personaje literario), ni con nadie y cuando me pregunten advertir que no sé nada de ella y que a mí no me quiere, o sea, que le pregunten a su maromo porque yo no sé nada.

En el fondo esto es una obsesión enfermiza, según me dijo un amigo psiquiatra,   porque sólo he hablado con ella media hora durante dos meses. Sólo eso. Y no es normal. O es una obsesión enfermiza o un amor verdadero, pero no es normal. Quizás sean las inocentes consecuencias del primer amor que nunca tuve. Y me ha venido a la vejez. Y quizás sea tan iluso como los amores quinceañeros. O el amor de un viejo por una joven 20 años menor. Visto así parece hasta ridículo. No pensar, cultivar el jardín, según Voltaire.

Cuando una mujer te coge así...eres suyo.
El título y la línea argumental, me gusta mucho.  Ha sido un gran día, un día de provecho porque al que madruga Dios le ayuda, según dicen por ahí. Ya tengo el esbozo y el motor que te empuja a seguir escribiendo, pero luego, poco a poco, porque ahora tengo que ver si los 42 comentarios anteriores encajan con esa idea o hay que reubicarlos, borrarlos o cambiar algo de los que valgan.

Y como el 11 de noviembre inicio el tratamiento que va a durar tres meses, ya tengo tiempo y trabajo para seguir con el proyecto. Me quedan unos meses hasta el 11 (estás Navidades las paso aquí, en mi estudio y sin salir), pero con una tremenda ilusión con este proyecto. Lo veo claro, interesante y posible. Joder y ha sido de chipira,  por despertame a las 5 y pico. Ya  decía no sé quién que  a quien madruga Dios le ayuda.

Las campanadas del Convento, las 6 y sereno. Por la calle sólo pasa algún coche y al asomarme a mi serviola  he visto que por las 10 viene un barrendero, de los de a pie. Ellos también viven de pie la hora del lobo, pero no lo saben: son muy jóvenes y la muerte les pilla de lejos. Están en esa edad en la que la vejez es cosa de viejos.

Estoy ansioso por imprimir todo lo que llevo escrito para verlo en la biblioteca, corregir, borrar, seleccionar y desechar. Tengo que acomodarlo todo a la hora del lobo, a mi idea argumental. El título no, se seguirá llamando Diario de un serviola porque aparte de la Pelicula de Bergman, existen algunos libros con ese título, según me avisa el Google.

He oído un ruido y me he asomado a mi serviola, pero no, es el barrendero que está trabajando a las 12. Por las nueve vienen un par de marroquíes que supongo que irán a trabajar, porque llevan bolsas. Se escucha  un silencio maravilloso. El mismo que he saboreado en alta mar porque en las guardia de 12 horas, los más antiguos (casados y más viejos) elegían la mañana y nos dejaban a los jóvenes la noche, de 12 a 8 de la mñana. He visto amancer en alta mar miles de veces y siempre me ha gustado tanto vivir de noche que me ofrecía para hacerles la guardia a otros.

A 24 Rigel.
El barco por la noche no está silencioso, se oyen los ruidos de los motores y el fragor de las olas al ser cortadas por la proa, pero en el puente de mando sólo estás tú con el comandante de turno (en los míos sólo había dos:  el 1º comandante y el segundo). Fui mas feliz en el Rigel que en el Tofiño, porque el Rigel es más pequeño, mucho más, y más feo, pero es mucho más marinero que el otro. Dónde va a parar. En el Rigel he aguantado  mar arbolada, olas de 10 metros,  y las capeaba mejor que el Tofiño, porque aquel era más marinero.

Voy a tomarme un café y a fumarme un pito. Para celebrarlo. Este va a ser mi último comentario porque tengo mucho trabajo en la biblioteca con los anteriores. Publicaré sólo las columnas del Mirador. Aunque eso tampoco se puede predecir porque de pronto salta  la chispa y te pones. Pero es que además vienen las fiestas patronales, aunque yo no saldré mucho, quizás dos días, porque estoy cansado de la montonera, del bullicio, de la gente de Cieza que siempre son los mismos, pero en distintos sitios. Todos repiten (repetimos) el itinerario de pub en pub, de acuerdo con el horario previsto. Salen a las 11 o las 12 para comer algo y tomarse luego algunas copas. Me aburrooooo, que decía no sé quién. Tengo que elegir los dos días y trabajar el resto en la biblioteca. Y en mi estudio.

Cuando acaben las fiestas seguiré escribiendo estos diarios para dejarlo casi todo enfilado para cuando empiece de verdad a desarrollar la línea argumental de la hora del lobo.  Y a partir del 11 de noviembre y hasta el 11 de febrero, me quedaré aquí escribiendo, corrigiendo y currando. Son los tres meses del tratamiento. Pero es que ahora además tengo que currarme la nevera (por las fiestas). Tengo que lograr dos o tres columnas del Mirador para entregarlas ya hechas. Se oyen chincharas por el Paseo. Las oigo desde mi serviola. Están llamando a sus hembras para eso de la cópula.

Son las 6.28 de la mañana, según mi ordenador y tengo que parar porque esto devine en tocho infumable. Muy largo. Comentarios breves y directos, me tengo dicho, pero me pongo y se me va la pluma. Me he levantado a las 6 de la mañana para recibir a la muerte de pie y despierto, a ver si tiene huevos. Y si pierdo, moriré al menos de pie y con gallardía frente a una señora que se presenta de visita, sin avisar. Y sin tarjeta.

Me gusta mucho este inicio del proyecto, pero hay algo que rechina y todavía no sé qué. Las 6.30 según el Convento y mi ordenador, que coinciden en contar el tiempo. Me gusta y lo voy a dejar, pero hay algo en esa frase, en ese inicio, que rechina. Ahora no lo veo, pero dentro de unos días o semanas lo coges al instante. Por eso hay que dejar que las cosas maceren, reposen, y salga lo bueno de su interior que sólo ves pasados unos días. Creo que lo de a ver si tiene huevos no suena bien. No es musical,  no tiene eufonía. Quizás sería mejor redaños que huevos. O mejor que huevos,   a ver si es tan valiente como dicen. No sé. Ya lo veré.

Me he levantado a las 6 de la mañana para recibir a la muerte de pie y despierto, a ver si es tan valiente como dicen Y si pierdo, moriré al menos de pie y con gallardía frente a una señora que se presenta de visita, sin avisar. Y sin tarjeta.

Clavado. Se queda así el inicio del proyecto, de la novela. Joder qué pronto he dado por la tecla. En anteriores novelas tardaba meses. Voy a tomarme un café y a fumar un cigarro. El segundo del día. He abierto la mula y he visto que sólo hay dos fuentes, dos usuarios que están conectados a esta hora. Normal. Pero uno de ellos me ha dejado pincharla y la pel´çicula de Bergman  ya está bajando. En Divx. No la hay en MKV.  Tres horas, 39 minutos para bajarla, según me dicen. Ruido de arrastre. Me asomo a mi serviola y veo a un marroquí por las 3  que va hacia las 9. Arrastra dos carritos repletos y supongo que será de los que venden cosas por la calle. Voy a por el café y el tabaco. El camarero de enfrente acaba de llegar y se ha adelantado 15 minutos. Joder con el chico, aunque creo que son  dos y se turnan. Pero el personaje es uno.

Ya ha amanecido y no me he dado cuenta. Estaba tan metido escribiendo que me abstraigo y no me entero de nada. Ya hay luz diurna, se oyen más ruidos, el atronar de algunas persianas y comienza el baile. Es el momento de dejarlo. Bueno, esto se ha acabado. A partir de ahora sólo publicaré las columnas del Mirador cada domingo. Voy a ver cómo queda todo lo escrito y a darle "unidad", si la tiene.  Y probablemente silencio radar. No lo sé.

(Cieza, Diario de un  serviola. 20 de agosto)