Mahomistas

Los del Tribunal Constitucional llevan cuatro años abismaos y elucubrando sobre si España es una nación o una nación de naciones, unidas, es decir, una cosa así como la ONU, pero en ibérico con jamón y tinto de verano. La presidenta del tribunal ha denunciado además una ‘brutal campaña de desprestigio’ y tiene razón, porque con 4,5 millones de parados y riesgo de quiebra como Grecia, nosotros andamos a la caza de ‘jueces torturadores’, jugando a la güija con el dictador franquista y azuzando querellas sobre el agua, los crucifijos y los velos. Para que los desempleados no estén ociosos y tengan de que cotorrear en la cola del paro.

De estas enjundiosas agarradas y de Belén Esteban, claro, porque la ministra de Cultura ha desembuchado su admiración por la rabanera ‘madre coraje’, pues se conoce que tirarse de los pelos con la mujer de su ex viste mucho en esta España de chanchullo y cuchufleta en la que la derecha populosa pretende construir en Cala Reona; la única cala virgen que nos queda en Murcia. No pueden dejar ni un sitio virgen

sin cagarlo, ni cagarla. Como la ministra Bibina Aido que quiere prohibir el cuento de la Cenicienta porque no lleva velo, que si lo llevara a lo mejor sería de lectura reglamentaria. En Turquía prohíben el pañuelo en la universidad pese a que el 96% de los ciudadanos son musulmanes, pero en España quieren entronizarlo porque somos más mahomistas que Mahoma. A servidor le da igual que las chicas acudan con velo o enseñando el tanga, pero si el ‘hiyab’ es sólo un símbolo de identidad cultural, como dicen, los españoles también podrían llevar otros símbolos culturales como el sombrero cordobés, la barretina catalana o el traje de fallera.

Dicen los listos que esto evidencia que la educación no se puede dejar en manos de los padres y ha de ser el Estado laico el que la dicte, pero no sabemos si aluden al estado laico vasco o catalán, donde se enseña laicismo geográfico sobre Navarra y los ‘Països Catalans’. Educación para la Ciudadanía Vasca y Catalana, por cierto.Y en su idioma obligatorio del Estado laico nacionalista.

Y ya puestos a prohibir, añaden, también tendrían que quitarse la toca las monjas y es cierto, pero es que las monjitas no se ponen la toca tras la primera menstruación, creo recordar. Ni es su padre o marido el que se lo impone. Y la monjas pueden abandonar libremente el convento, cagarse dentro y si te he visto no me acuerdo.

A Manolo Escobar no le gustaba que ‘a los toros te pongas la minifalda’ y a otros les enrabieta que las mujeres vayan por la calle con el pelo suelto. No es normal, pero tampoco es corriente que en España no tengamos Gobierno ni oposición ni sindicatos, mientras la orquesta del Titanic sigue tocando ‘Paquito el chocolatero’, Franco resucita y el Constitucional sigue sin saber si somos una nación o una seta. Y entonces quizás deberíamos cerrar el quiosco. Que cierre España por ‘descanso del personal’. Aunque uno prefiere el tanga.

(Columna publicada en el semanario de papel El Mirador de Cieza)