En qué piensas, me pregunto. En qué piensas para poner esa carita que sólo puedo atisbar porque estoy aquí abajo empeñado en otras cuestiones. Pero levanto la cabeza, te veo con esos pechitos, los pezones oscuros...Y esa carita que supongo que se debe a estoy haciendo bien mi trabajo. Con la lengua. Me supongo, porque también puede ser que pongas esas cara porque has recibido la nueva tarjeta de crédito. O porque has adelgazado dos kilos. O porque te han dicho que la talla 38 es elástica. Joder que lío. Que complicadas que sois las mujeres. No hay forma de entenderos. Y menos desde aquí abajo. Pero sí, vale, ya sigo con lo mío. Y con lo tuyo.
Yo creo que va a ser por lo de la talla 38 elástica... ¡A ti te va a contar en qué piensa, Antonio!
ResponderEliminarMmmmmmmmuac! Hace mucho que no te mando besos.
Si, es probable que sea por eso. Aunque cuando compruebe que no es elástica, se echará a llorar.
ResponderEliminarBesos, Eva.
Tú sabrás consolarla, Antonio, seguro...
ResponderEliminarSe hará lo que se pueda, Eva.
ResponderEliminarPiensa lo cerca que está del Paraíso, pero no acaba de llegar; lo ensueña, lo acaricia con la imaginación, cierra los postigos de la mirada y mientras los dedos ayudan allá por las profundidades de la carne, el verso angosto del deseo se le deshace en eternidades fugaces...El sexo, ah, el clásico poema inacabado.
ResponderEliminarCoñe.. iba yo a poner lo mismo que Hécate pero con mas groseras palabras... asi que mejor me quedo en silencio.
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