5 de agosto de 2008

El honor, la autoridad y el guardia de la porra

Mientras una parte de la prensa se ha acogido al "derecho a informar" pagando nueve millones de euros por unas fotos de Angelina de Mairena y Amapolas Prit, los amantes de la libertad de expresión siguen regocijándose alborozados con la condena a Jiménez Losantos por criticar a un político y a un supuesto periodista, director de periódico para más coña, el pobre, que ha tenido que llamar a la profesora doña Justicia porque un niño muy malo, un abusón de recreo, le ha hecho pupita al llamarlo Carcalejos. Un miedica, este Zarzalejos. Aunque es sabido que la caguetilla y el miedo, son libres.

Pero si la presunta Justicia condena a alguien por criticar o insultar a un director de periódico y a un alcalde, dentro de poco veremos condenas por criticar una obra de teatro o una novela porque obviamente las críticas son insultos que también dañan el honor de los autores. Qué más puede mancillar el honor de un escritor o un cineasta que decirle
que su obra es un bodrio. Llegaremos a ello, días y ollas, porque el fascismo y los fascistas no descansan jamás.

Hemos llegado al culmen democrático en el que insultar al poder, a la autoridad, es pecado y delito y pueden llamar al guardia de la porra. Los mismos que celebran con jolgorio el Mayo del 68, el "prohibido prohibir" y toda esa ristra y rosario de gritos indisciplinados por la libertad y desobediencia civil, se congratulan de que se multe aun tipo por insultar a la autoridad como en los mejores tiempos del franquismo. La autoridad, ay, la autoridad y su honor mancillado como en el siglo XVII.

Nunca me ha caído bien Losantos, pero en realidad la culpa es suya por tontucio pues en esta pseudodemocracia hay que criticar, abroncar, silbar y befarse pero haciéndolo entre líneas, como en las dictaduras. Si yo llamo a Zapatero "prohombre", le estoy diciendo que es un imbécil, pero no puede meterme mano porque no daña su honor, suponiendo que lo tenga. Si a Pepiño Blanco le digo "Pericles", le estoy diciendo que es tonto del haba, pero no hay forma de que me meta mano.

Hay que usar la ironía, que es una facultad del alma, según dicen, y que hiere más que el insulto, porque en las dictaduras hay que escribir entre líneas y vivimos en la dictadura de unos medianías cursiprogres que quieren cercenar la libertad en aras de proteger el honor que ya sabemos que desde siempre, suele andar en el coño de las mujeres más que en las redacciones de los periódicos. O eso creíamos.

11 comentarios:

  1. Aunque en este país eso de la libertad de expresión y de mancillar el honor parece que depende mucho del color o tufo político del insultador y del insultado.
    Saludos,

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  2. La "ley del embudo", la hipocresía, el sectarismo...Joder, es que no falta nada. Lo tenemos todo, Compai. Somos la envidia de Europa.

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  3. Señor Marín, sirva la presente para emplazarle en el Juzgado de Instrucción nº 1 de Tontilandia, España, el día 1 de Septiembre del año en curso, habiendo sido citado en calidad de demandado, en juicio declarativo de faltas contra el honor de nuestros más ilustres personajes nacionales con agravante de decir verdades como puños y que encima suene simpático y sirva de entretenimiento en la red de redes, internet.
    Requerido el: 05-08-2008.
    Por: Reyes.

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  4. Menos mal, Reyes, que cuento con tu consejo legal y con tal de que me asistas, soy capaz de ir hasta a la cárcel.

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  5. Estoy de acuerdo sólo en parte. Se puede criticar sin insultar, y las críticas son lícitas, evidentemente no todo nos puede gustar ni todo el mundo. Lo que hace Losantos no es crítica, es insultar sin fundamento, no lo he escuchado nunca, hablo por lo que he leído en los periódicos. En algún momento creo que a este señor había que pararle los pies. A ver si con esto le da por aprender a hacer crítica, o al menos a utilizar medianamente la ironía...

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  6. Cuando oigo "pararle los pies" a un periodista o comunicador, me echo la mano a la pistola, digo, a la cartera, porque cuando te dedicas a escribir y te quieren "parar los pies", es para preparar los abogados. Y lo sé porque han querido "pararme los pies" con querellas, que he ganado, pero en realidad lo que querían era amedrentarme, meterme miedo. Asustarme.
    Si alguien insulta lo que hay que hacer es no oírlo, como tampoco oigo al tal Anido, de la Ser, que ha llamado a los demás "pajilleros, reprimidos, grasientos, puteros, siniestros y cobardes", sin que nadie lo haya multado. O jugamos todos o se rompe la baraja.

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  7. Antonio,
    Es que a ti es imposible que te denuncien los prohombres y los Pericles, con ese arte que tiés pa insultar que no se pué aguantá...

    Y ahora sin coña, o con menos... a mi me parece fatal que haya que recurrir al insulto para opinar sobre alguien. Yo soy partidaria de la ironía, de las palabras con doble intención... A mi me gusta jugar a eso. Lo de insultar me parece de tener pocos recursos...

    Un beso

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  8. Antonio es una expresión, y sí, cuando un comunicador no comunica, sólo insulta, lo mejor es frenarle en seco. A tal Anido, pues si esos son los términos que utiliza espero que también lo lleven ante la justicia y esta dicte si debe o no multarle. Tampoco oigo la ser, y es que para algunas cosas, soy muy moderada...pero sólo para algunas...

    No me extraña que hayas ganado las querellas que te han puesto, desde que te leo, no he visto que recurras al insulto fácil de Mr. Losantos, lo que tú haces, es crítica inteligente y eso no es multable, y que conste que no es por hacerte la pelota...

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  9. Novicia y Merce:
    Que una gitana embarazada y analfabeta denuncie a un chulo por insultarla, me parece lógico. Que lo haga el director de un periódico como el ABC y el alcalde de una ciudad como Madrid, me parece una actitud histérica de maripilis con rulos en la entrepierna.

    PD.- Un beso para Novicia. Y espero Merce, que para el sexo no seas tan "moderada".

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  10. Anda, y para mí, ¿no hay beso?

    Don Antonio, a buen entendedor....

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  11. Un beso muy grande para ti, Merce, y perdón por el olvido. Mejor dos, para que me perdones.

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