Televisión murciana de lujo, con déficit sanitario

La selección española de fútbol ha ganado la Eurocopa y todos tan contentos, menos un tipo que firma como Pepito Ramoneda y que escribía el otro día en El País que todo la hinchada española, ("el españolismo", lo llamaba él), le parecía hortera. Y tiene razón.

A mí esas manifestaciones de camisetas rojas, caras pintadas, toritos de Osborne y demás menaje y ornamentación de la furia española me parece hortera, muy hortera, como el set que su cadena instaló en la Plaza de Colón y donde el horterísimo rezumaba por la piel de los presentadores de Cuatro, sin vergüenza ajena, porque si no conoces la propia, menos aún la de los demás.

Pero si la hinchada española festejando la victoria es hortera, lo que predica Pepito Ramoneda parece más cursi que la ex modelo Nati Abascal vestidita de primera comunión con su camisita y su canesú. Qué quiere que te diga, Pepito: Son las cosas del fútbol, de los españoles que
por fin hemos ganado algo, en el fútbol, y que lo celebramos tal cual lo hubieran celebrado en cualquier país del mundo. En eso Spain no es diferent.

El que sí es diferente con respecto a otros, es nuestro bien querido presidente, Pepito, que ha estado un temporada pensativo porque se conoce que algún asesor le han dicho aquello de "pienso, luego existo", y ayer mismo, antes de irse a ver la final hortera, nos salió del palacio de la Moncloa, se subió al monte y nos clarificó nuestro futuro: "Es opinable si hay crisis o no", nos advirtió nuestro bienandante líder.

Partiendo de que es un obviedad pues todo es opinable (incluido si él es tan panoli como parece), a los tíos y tías que van al paro o no llegan a fin de mes y no pueden pagar la hipoteca, les parecerá un insulto que el responsable del Gobierno les diga que sus problemas son opinables. Que tralarí, tralará, barro mi casita, porque yo vivo en un palacio y veraneo con los linces en Doñana. Es que él es un lince y así hace juego, está a tono.

Esto es lo que hay. Esto es lo que tenemos: la insulsa banalidad del poder o como un mediocre puede llegar a lo más alto de su propia incompetencia. Y eso no es todo, tenemos más, porque por la otra orilla tenemos a los peperos que también hilan fino con cabo grueso, pues resulta que la sanidad murciana gestionada por el partido Popular ha dejado de pagar a los proveedores por falta de fondos, mientras el gobierno murciano se gasta una millonada en contratar para su televisión regional a Carlos Lozano, Inma Soriano, Sergio Pazos y Antonio Hidalgo, por caché que no quede. Esta muy bien.

Esto es demagógico, claro, pero a veces la demagogia, como la caricatura, sirve para resaltar los trazos gruesos, los defectos, las imprudencias y las estupideces de nuestros políticos. Que son muchos. Los políticos y los estúpidos.