Las pruebas de ADN han confirmado que el ciudadano austriaco que mantuvo oculta a su hija en un sótano durante 27 años, tuvo con ella 7 hijos tras violarla y torturarla. Un relato espeluznante de la realidad que no llega a imitar al arte, según el aforismo, porque el arte se queda siempre al borde. El marqués de Sade no llegó a tanto. Pero no nos engañemos: este "buen salvaje" es fruto de la sociedad, de una educación católica represiva y de una sociedad materialista. Espero que los que odian el delito pero se compadecen del delincuente, comiencen cuanto antes
la rehabilitación social de este "buen salvaje" que, probablemente, no es responsable de sus actos porque según las últimas noticias que nos han traído de parte de la ciencia, la conciencia no existe y sólo es producto de las neuronas químicas, pues ni la conciencia ni el alma son reales y tan sólo son química. Eso nos ha venido recalcando el divulgador científico Eduardo Punset.
Espeluzmante lo de esta mala bestia. Me niego a ver algo "humano" en semejante ser.
ResponderEliminarPero supongo que habrá tenido que tener otros cómplices, ¿no? No me creo que su esposa y demás familia nada supieran del zulo de los horrores. Es imposible.
Como bien dices, la realidad es absolutamente más atroz que lo que se pueda imaginar el mayor de los sádicos.
¿La educación represiva es católica? Te lo pregunto porque no lo sabía. En fin, da lo mismo, que este engendro (un aborto del abismo, como se dice en El Tenorio) es producto de desecho de una sociedad enferma.
No pienso como Punset, creo en lo transcendente del ser humano, en que hay "algo" más allá de neuronas y química.
Pero no en este bicho austriaco.
Estoy contigo; que me demuestren que alguno de estos criminales se puede rehabilitar.
Lo triste del asunto es que dudo mucho que su hija se recupere algún día de las secuelas psicológicas que esta animalada le va a dejar.
ResponderEliminarYa sabéis lo que haría yo con este tipo pero no lo voy a decir que Antonio se me cabrea (y no está el mundo para perder amigos) pero de momento ya veis que lo tienen encarcelado aislado del resto de presos...vamos lo que se dice una "condena ejemplar".
Eu já escrevi um post sobre o tema "a vida imita a arte" chamado Quem imita quem?. O escritor brasileiro Jorge Amado em "A morte e a morte de Quincas Berro D'água" coloca um morto levado pelas calles e bebendo com os amigos. Então me deparo com a notícia de um muerto en las calles de Nova Iorque conducido por sus amigos en una silla de ruedas. Inclusive fuéron a un Banco para descontar un cheque del muerto.
ResponderEliminarO que assusta nesse austríaco, além das violências cometidas, é a duração do tempo em que ele fez isto.
Dudo muchisimo que "eso" sea humano, ni siquiera lo puedo considerar animal, solo me queda el adjetivo de monstruo pero desde luego no es miedo lo que me infunde es asco, repulsion.
ResponderEliminarPero ya no solo por el, si no por toda la familia en general, dudo al igual que Enrique que nadie supiera las atrocidades que semejante salvaje estaba cometiendo.
Ahora ya el colmo es que me quieran hacer creer que "eso" se puede rehabilitar, eso es imposible, no puedo y me niego a calificarlo de enfermo, asi que no tendra cura.
Lo siento pero asi pienso.
Besos
Lo de la educación católica" era una ironía, Enrique y en realidad todo el comentario se cachondea del argumentario cursiprogre. Es un descojone cruel sobre la ideología de la izquierda castiza y de algunos fundamentalistas científicos.
ResponderEliminarPD.- Pese a todo estoy contra la pena de muerte, incluso en estos casos.
Esta sociedad occidental que tanto gasta, habla, proclama y difunde su determinación a la asepsia, a la higiene máxima, a la pureza...a la pureza química, Punset dixit,no puede ocultar sus sombras y de vez en cuando éstas salen para aterrorizarnos y escandalizarnos. Pero ese austriaco es humano, tan humano como tú y como yo, dedicado durante 24 años a vivir en la parte más oscura y salvaje del ser humano, quizás para compensar tanta luz...luz química, claro, catalogada como la máxima aspiración del europeo medio. Icaro subió tanto que se quemó; a lo mejor - o a lo peor- es eso lo que nos pasa, a los austriacos y a todos los demás.
ResponderEliminarClaro que es humano, no es ningún monstruo, como dicen, sino un tipejo tan normal como cualquier otro, pero que ha escogido hacer monstruosidades, que no es lo mismo.
ResponderEliminarLo de la reclusión es atroz pero lo que más jode es que el tema del sexo esté de fondo.
ResponderEliminarEn el caso de los somalíes era por la pasta y en el de los etarras por la independencia, y como esos objetivos los comparten muchos, pues van y hasta entienden lo del secuestro.
Pero en el caso del monstruo, parece obvio que nunca supo lo que era el sexo, que nadie se lo explicó y nadie lo va a explicar. Supongo que el monstruo pensó que el sexo era algo como el dinero o la independencia, que se pueden esconder en un zulo y administrar poco a poco.
Pensado así, seguro que hay por ahí muchos más monstruos sueltos de lo que nos imaginamos.
El "monstruo" sabía lo que hacía al igual que Hitler o Stalín, otro ejemplo, también sabían lo que hacían al exterminar a miles de personas. Lo saben, conocen el mal, pero les da igual.
ResponderEliminar