11 de marzo de 2008

Érase una vez… una de paletos y minchirones

No suelo comentar peripecias de mi Cieza, mi pueblo (tengo mis inconfesables motivos), pero a veces no hay más remedio que mojarse cuando se trata de denunciar una tropelía. Una alcaldada como la que han perpetrado los del PP con la chusca ubicación de unas enormes letras de dos metros delante de un convento franciscano del siglo XVII. Si hace unos años los populares llevaron a los tribunales a los arquitectos que alicataron el teatro romano de Sagunto, (y eso que allí no pusieron letras de dos metros), ahora habría que hacer lo mismo con los listos que han perpetrado semejante sandez. Porque " Érase una vez…" se puede utilizar para un monográfico, para un "cuentacuentos" o para una exposición infantil, pero
nunca para "ilustrar" un edifico declarado Bien de Interés Cultural.
Si en los edificios antiguos solemos poner placas pequeñas transparentes de plexiglás para no intervenir en su arquitectura, los listos peperos de mi pueblo han colocado unas letras de hierro de dos metros de alto delante de un edificio que se supone que es patrimonio cultural. Es raro que no le hayan añadido el trapito de ganchillo, el toro de Osborne y la folclórica con faralaes porque estos tipos han confundido un convento franciscano del siglo XVII con el televisor de su casa.
La ignorancia es muy atrevida, que decía no sé quién, y estos tíos y tías son capaces de rotular con luces de neón encima del Acueducto de Segovia, como si fuera un puticlub de carretera. El convento franciscano es un monumento y como tal hay que respetarlo, no pegándole afiches, ni embadurnándolo con cosméticos, ni serpentinas. No es un hortera chalecito en el campo donde se pueden dar rienda suelta al mal gusto y a los perritos de Lladró. Es un monumento histórico que, como la misma historia, merece un respeto y que unos panarras no le pongan sus grasientos dedos encima.

9 comentarios:

  1. Dificilmente algo de diseño encaja bien al lado de un edificio histórico, asi que supongo que este caso pasará lo mismo.
    El convento franciscano está habitado por venerables monjes?
    O cumple otros fines más postmodernos?
    Eso si, que nadie me toque el acueducto porque me convierto de una hidra salvaje!!

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  2. Se ha "rehabilitado" a lo posmoderno para convertirlo en biblioteca, Enrique.

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  3. Pues no me gusta, asi de sencillo, me parece una atrocidad a la visión.
    Besitosss

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  4. Ah, ah! Ya me parecía a mí que antes de las "letritas" había una intervención mucho peor "y de arquitecto" en las ventanitas del antiguo convento. ¡Vaya CASCOTE!
    Gracias, Antonio, por echarme una mano en mi terreno. El trabajo es inmenso.
    (En todo caso, te informo Antonio, que el "estilo" de la "rehabilitación" no es estrictamente "posmoderno" sino más bien a lo Tuñón/Mansilla en la plaza del Hospital de San Marcos de León, que ha tenido muchos premios..., ay, ay, y es que esa ciudad ultimamente está que arrasa...)

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  5. No lo sabía Juan, porque no "entiendo" de arquitectura, aunque me gusta. Pero tú que eres arquitecto me acabas de ilustrar muy bien de la "intervención" del arquitecto en el convento franciscano. Voy a echarle un ojo al Hospital de San Marcos de León a ver por dónde respira, pero no me extrañarían las influencias.

    Pasión: Un beso para ti

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  6. La "intervención" que te comentaba en León de Tuñón y Mansilla que seguramente ha servido de inspiración a los arquitectos "rehabilitadores" del humilde convento de tu pueblo no es sobre el viejo Hospital de San Marcos sino a un costado de su extensa plaza. Se trata del Auditorio de León, donde les dió por hacer una fachadita con unos esconces o derrames tremendos al exterior, que al parecer se han puesto muy de moda. Pon Auditorio de León en el google imágenes y lo ves. Al principio te parecerá como un huevo frito pero sin yema, pero fíjate en el agujeros y saca tus conclusiones.
    Un cordial saludo.

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  7. Pues tienes razón: son idénticos. Aunque creo que en el de mi pueblo han querido darle luz "alumínica" a las "bocinas" de las ventanas de los conventos franciscanos. Creo que eran así para captar la luz y protegerse del sol, pero no estoy seguro. En cualquier caso los parecidos son enormes.

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  8. Dudo que las ventanas originales estuvieran tan abocinadas, pero en fin, dejemos a los paletos con sus imitaciones o sus aluminosis, que eso ya está bastante claro, y acláranos lo de los "minchirones" que parece insulto más sabroso.

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  9. No sé lo de las bocinas, porque es una intuición mía. Creía que los conventos franciscanos las tenían para protegerse del sol y conseguir captar más luz.
    Los michirones son un plato típico que se cocina con habas y salsa. Por el pueblo se dice "minchirones".

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