23 de octubre de 2007

El chapuzas sonrisas típicamente español

En Polonia han echado del Gobierno a la extrema derecha, afortunadamente, pero en Suiza han votado a la extrema derecha, desgraciadamente. Es lo bueno que tiene la democracia: que no hay mal que cien años dure y te puedes cargar un Gobierno a los dos años, como ha ocurrido en Polonia. En España, sin más novedad, tenemos a Maragall que se ha dado de baja del Partido Zapaterista y que ha reconocido que apoyar a Zapatero “fue un error”. Rosa Diez también lo creyó así y se dio de baja un poco antes. Un "error" que sonríe (lo dice Maragall, que a mí que me
registren); un error con un personaje que se interpreta a sí mismo y que sonríe mucho, ya te digo.
Allá él, porque yo no me fío de los “sonrisas” y cuando me encuentro a alguno en ciertos sitios ando de puntillas porque esa sonrisa se suele corresponder con ese tipo graciosillo que quiere caer bien y que cuando les llevas el coche te dice, entre sonrisas, que “eso va a ser el delco”. Y luego te pasan las factura por haberte cambiado todo menos el delco. O el “sonrisas” que te da palmaditas en los hombros y te dice que hay “que sanear”, y te tira la pared, te rompe las tuberías, te deja sin agua y te pasa luego un facturón, con muchas sonrisas. O el bombero que sonríe y se hace fotos, mientras la casa arde. O la dependienta “sonrisas” que te dice que esa prenda te queda a “las mil maravillas” cuando tú sabes que es un horror.
El chapuzas típicamente español es un sonrisas. Así que un servidor busca tíos serios que no se rían y cumplan; profesionales serios que sonrían lo menos posible pero que sepan lo que hacen y te resuelven la cuestión. Uno no busca un presidente simpático para follar con él, para que te cuente chistes, ni para irse con él de excursión, sino para que te solucione los problemas, o que al menos no te los cree, como suele hacer el muchacho de León. Así que la sonrisa la podría dejar para cuando se desnude ante Sonsoles o para cuando sus hijas suspendan. O las preñen. Se va a reír una jarta. Pero a mí que no me sonría, por favor, porque en España cuando un tío sonríe es que quiere venderte una aspiradora turbo o metértela doblada.

10 comentarios:

  1. Antonio hay que diferenciar varios tipos de sonrisa,; esta la natural e instantanea, que siempre te alegra el dia por sincera, y esta la otra, a la que tu te refieres y que es una evolucion de la risa simiesca y/o de otras especies. En el mundo animal, la sonrisa, en especial en la que enseñas los dientes, es una especie de agresion y suele recibir cumplida contestacion.
    http://ironicoman.blogspot.com/

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  2. A esa me refiero. La otra es natural, y surge de vez en cuando. La de Zapatero es la sonrisa del "patata" para la foto. La falsa.

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  3. Una sonrisa más falsa que un duro de madera...
    O quizá tras la que se esconde la memez más superlativa...
    O tal vez las dos cosas...

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  4. No es la sonrisa de memo; es la sonrisa falsa de toda la vida; la posturita que adoptan todos aquellos que quieren darte por el culo.

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  5. EStá muy bien eso de decir que algo va mal cuando te has ido, sobre todo porque seguirá cobrando un sueldo vitalicio que nosotros pagaremos. Es aquello de: "para lo que me queda dentro, me.... en el convento".

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  6. Y pensar que le conoci un año antes de ser elegido secretario general. Estaba con unos amigos en un bar musical de leon, y se nos acerco a nosotros un tio sonriente que no conocia de nada, para unirse a nuestra conversacion, la cual le interesaba. Resulta que hay estaba esa sonrisa un año despues en todas las televisiones.

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  7. La mejor sonrisa, la única buena de verdad, la que no admite dudas ni doble interpretación, la vertical.
    Saludos.

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  8. Cuando ZP Zonrie me recorre un eZcalofrío y cuando lo hace junto a Pepiño...me echo a temblar

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  9. La sonrisa seria que usted busca no existe en este panorama. Siga buscando. La que describe elocuentemente es la que proporciona la incontinencia del resorte que salta cuando menos se lo espera…Y mucho me temo que no es tal sonrisa, se queda en mueca incómoda que disimula la vacuidad del encefalograma plano político. Es una pose del desafuero, del esperpento de la improvisación; es la sonrisa del niño al que se le sorprendió con la mano en el bote de las galletas y, sin argumentos, sonríe; es la sonrisa de la inconsciencia. Es la expresión de la inmadurez frente a la contundencia de la realidad. Es la inocencia misma trocada en maldad por las salpicaduras del agua de la ducha matutina. Transformada y alejada de su misma realidad, juega con los regalos que le ponen cada día, son sus recortables que viste y desviste a capricho sabedor de que la falta de pulso le reportará muchas más para que siga el juego. Ajeno, ríe en la soledad de su indigencia política, mientras otros ocupan su lugar…No es una sonrisa, es una media sonrisa, tan letal como las medias verdades. A mí me recuerda sobremanera al payaso solitario y triste de la pista central que enmascara su llanto en las risas de los espectadores.

    Rafael

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  10. Pues sí: un análisis muy certero.
    Saludos.

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