28 de marzo de 2018

Se me olvida como se llama la gente que no conozco

En la  Línea de la Concepción, un presunto delicuente ha escapado debido a que una turba de ciudadanos (entre comillas) impidió su arresto. He estado en la Línea, sea dicho esto para demostrar que soy un chico muy viajado, y allí tanto el contrabando de tabaco  como la droga sirve para que muchas familias coman. No estoy justificando nada, sino dando cuenta de un hecho fehaciente (qué fino y burocrático me ha quedado lo de fehaciente). El tabaco es malísimo por cierto y te lo venden hasta en los estancos de Cádiz capital. Eso era hace 30 años, cuando era marino, pero ahora no sé cómo estará el percal ni como anda el arca en el que se vende el buen paño.

Por cierto, que creo que me está pasando algo raro y no quiero decir más, pero se me olvidan las palabras al pasar de una web a otra, no recuerdo los

nombres de las personas que no frecuento normalmente y me acuerdo de cosas que no tienen importancia y olvido las importantes. Estos datos podrían considerarse como el inicio de la chochez o el de una enfermedad que no quiero mentar. Pero están ahí.

Y me da igual, la verdad. Ayer vinieron los técnicos y me inspeccionaron el contador de agua. No marca, no corre, ergo, está roto, les dije, en conclusión. Hay que cambiarlo y no te preocupes que no cuesta nada. No te vayas que vienen ahora mismo a cambiarlo. Todavía estoy esperando.  Y mañana hay procesión que no sé si pasa por mi puerta, pero da igual.

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