2 de diciembre de 2009

Excomunión

El IES Los Albares ha recibido a los alumnos de algunos institutos de Finlandia, Francia y Alemania con arreglo al proyecto Comenius que facilita el intercambio. Una admirable actividad que a uno le da mucha envidia y despecho, porque no he podido hacer intercambio (de alumnos).

Nunca, la verdad, porque me echaron de los dos institutos que había en Cieza y no me dieron oportunidad. Pero no frivolicemos aquí sobre una cuestión tan principal (como me han reprochado algunos), porque lo cierto es que me siento muy abochornado de aquello.

Sobre todo al saber que no había en Cieza otro instituto y que de haberlo habido también me habrían echado, por lo que cuando las fuerzas sociales piden un tercer instituto, no queda más remedio que solidarizarse con ellos porque sabes lo que es ir de instituto en instituto y que te falten institutos para que te echen. Notas como un ahogo, como si te

faltara algo. Se te refleja la angustia en el careto, por lo que mi madre se apiadó de mí y me llevo a un tercer instituto, en Alicante, donde no me dejaron entrar.Y te enfadas. Porque si no entras no hay manera de que te echen. Es discriminación preventiva. Y te joden el currículo y la biografía.

Dice George Clooney, el guaperas, que lo han despedido un montón de veces, y nos alegramos de que él también haya pasado por ese síncope porque a uno también lo han despedido mucho (de los institutos, de la Marina, de la OJE, del trabajo y de las casas de las novias). Así que mi currículo es mejor que el suyo.

Del único sitio del que nunca me han excomulgado ha sido de la Iglesia y eso que he ido allí a contar todas mis fechorías. Pero nada. No te echan. No hay manera. Son unos santos. Les cuentas tus perversiones y encima te perdonan. Les pormenorizas tus vicios uno a uno y lo único que te echan son las bendiciones. Será por eso por lo que el buenazo de don Antonio Salas me perdona nada más verme. A cinco metros de distancia. Se conoce que para abreviar. Se las ve venir. Podríamos ir a las Olimpiadas del Perdón para batir el récord mundial de la absolución a distancia.

Las suegras son más crueles, dónde va a parar y todas, absolutamente todas, se han negado a perdonarme. A ellas les confiesas que estás arrepentido de haberle tocado el culo a su mejor amiga (la de ella, no la de su hija) y ni perdón, ni gaitas, ni penitencia. No conocen el perdón de los pecados. Son intolerantes y crueles. Y muy canónicas, porque se hacen cruces y echan demonios por la boca. Y te excomulgan a escobazos.

Pero no nos tomemos a chunga un asunto tan relevante ahora que hay tanto fracaso escolar (yo lo vi primero), porque también hemos sabido que los jóvenes murcianos son los primeros de España en irse de casa, según las estadísticas, aunque ese dato tiene también otra lectura, otro titular: «Los padres murcianos son los primeros que echan a sus hijos de casa». Que también podría ser. También sufren el drama de ser echados, digo yo, aunque los que no lo padecen nunca son los políticos a los que no hay forma de echarlos ni excomulgarlos, aunque sea corruptos, que lo son. Hay que joderse.
(Columna publicada en el semanario El Mirador de Cieza)

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