11 de noviembre de 2009

A Enric González lo botan para que no opine

A Enric González, uno de los pocos columnistas independientes del diario El País, lo han echado de su atril, de su columna habitual en las páginas de televisión y lo han mandado de corresponsal a Jerusalem. Enric es un tipo íntegro que acusó en abril a los amos de su periódico de ser "ludópatas bursátiles en detrimento de los trabajadores".

Han tardado, pero lo han echado. Enric también escribió en contra del aborto y la eutanasia y eso, entre los cerriles burriciego de pensamiento único es pecado mortal y te vas al infierno de cabeza, es decir, a miles de kilómetros de distancia.

Enric escribió sobre el libro de la reina:
"...permitan que confiese una cierta desazón personal: algunas de las opiniones de la Reina, recogidas por Pilar Urbano, se parecen inquietantemente a las mías. No tengo crucifijos en casa, no creo que haya que

enseñar religión en los colegios, ni creo que me fuera posible mantener una "relación fluida" con José Maria Aznar. Pero en lo tocante a aborto, eutanasia y muerte digna, me ha clavado".

Ahora lo han clavado a él y le han quitado la columna para enviarlo a miles de kilómetros, donde no turbe las aguas del oasis del pensamiento único de su empresa, que está negociando con el odiado Berlusconi la fusión de Telecinco y Cuatro. !Ay que ver lo que hace el dinero!, verdad usted. Extraños compañeros de cama y prostitutos de lujo que se venden por las calles de las rotativas.

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