Iba a disertar sobre las fiestas de Cieza que comenzaron oficialmente ayer, lo juro por Snoopy, pero cuando iba a dar mi paseo de todas las tardes, me encontré a dos chicas en la Plaza de España mirando a los operarios que instalaban los focos, instrumentos y demás parafernalia de Loquillo (que actuaba por la noche), y me paré porque en esta corta vida hay que saber diferenciar entre lo principal y lo accesorio. Así que me quedé también mirando. No a los operarios, qué va, sino a dos nenas
que se sentaban en los bancos de piedra que circundan la plaza y que abrían los muslos y enseñaban las bragas (como en la foto de arriba), sin percatarse de ello. Supongo.
Y me quedé embelesado mirando (a ellas), mientras ellas miraban a los operarios y supongo que los operarios no miraban a ningún sitio porque estaban en lo suyo de montar toneladas de artilugios, instrumentos, humos y watios para la actuación de la noche.
Nótese que he dicho "enseñando las bragas" y no "upskirt" porque el castellano sigue avanzando en Internet, mucho, aunque este dato no lo he averiguado por los sesudos estudios del Instituto Cervantes, por ejemplo, sino porque la gente entraba antes a este blog buscando por "upskirt" y ahora ya acceden mayoritariamente por "enseñando las bragas", lo que supone una conquista del "spanish" en detrimento del inglés. Lo que se comunica para general conocimiento.
PD.- Acabó de llegar de ver a Loquillo y me ha gustado: suena mejor en directo que en las grabaciones, lo que es mucho, aunque no se enchufó con el público (excepto los entregados de las primeras filas), porque aparte de que el tío es seco (anuncia la canción y el autor de la letra, como el que anuncia la salida de un tren), no se puede conseguir entusiasmo cuando en la plaza abundan las mamas con niños y carrito, viejecitos que cruzan perdidos, novios que se meten manos y un inequívoco olor a morcillas y salchichas asadas provenientes de las tascas de los alrededores. Y así no hay manera.
No, si al final la RAE tendrá que reconocerte los servicios prestados a la expansión del castellano :P:P:P (es broma, aclaro, que luego no nos entendemos)
ResponderEliminarRespecto a los conciertos, tienes razón. En las fiestas de los pueblos es así, como describes. Y no es de ningún modo una crítica ni menosprecio por las fiestas de los pueblos, que en estas fechas están en pleno auge - realmente siempre me ha dado cierta envidia cómo se entrega la gente en las fiestas del pueblo donde trabajo - pero es que es así, como dices, las mamás con los carritos, los yayos y las yayas, las familias en pleno... y lo del olor a morcilla y churros, que lo has clavao... todo eso resta glamour a cualquier concierto, y si el tío en cuestión, tampoco hace nada por darle caña a la peña, pues el resultado es el que es....
Me tuve que venir a la mitad porque aparte de que ya tiene uno una edad que no está para ciertos trotes, no estaba cómodo, no era el ambiente propicio y era de todos menos un concierto de rock. Pero como tú dices eso es inevitable en las fiestas populares, que además son gratis.
ResponderEliminarBueno, pero si no hubieran organizado el concierto, Antonio, no habrías tenido esa ocasión de echar el ojo a ese par de bragas, así que no hay mal que por bien no venga. Jeje...
ResponderEliminarPues sí, "algo es algo, dijo un calvo al ver un peine sin púas" (dicho popular)
ResponderEliminarLo cierto es que el lugar no era el más indicado para oír a Loquillo y su banda, que suena muy bien en directo, aunque la acústica de la plaza no sea la mejor porque el sonido retumba contra los edificios que la rodean.
Y además los olores, los críos, los cochecitos, los novios tocándole el culo a sus novias delante de mí... (esto es envidia cochina, claro)
Pues mejor así Antonio, en perfecto castellano.
ResponderEliminarViendo (en diferido) el partido de baloncesto de la final olímpica, entre el público se veía una bandera española que ponía Cieza.
Recuerdo unas fiestas en La Granja hace años. Una guapa chica con una mini vaquera tuvo la maravillosa ocurrencia de sentarse en una de esas talanqueras de madera. La estupenda visión de sus bragas blancas quedaba a la altura de los ojos...
Aún lo recuerdo.
Después de las vacaciones, las Fiestas Mayores... ¡¡menos mal que pronto vuelve la normalidad!!
ResponderEliminar:-)
Enrique: Para algunos, un segundo es eterno. Y sé que me entiendes porque "entiendes". Un segundo de algunas posturas femeninas es para la eternidad.
ResponderEliminarPura: Las fiestas en Cieza coinciden con el fin del verano y son hasta el 31 de agosto. La traca final es a la una de la madrugada de ese 31, ya metidos en septiembre.
Hola Antonio:
ResponderEliminarImagino que el concierto estaría bastante por encima que todos los advenedizos que circulan en nuestra geografía.
No olvide que Loquillo es de los pocos que no ha puesto un bar, ni se ha hecho ejecutivo de discográfica, ni nada...
Es un creyente contra viento y marea de lo suyo.
Y teninedo en cuenta la decadencia del 95 % de grupos patrios, esto es garantía de buen concierto
Es seco, es asi, pero es uno de los más grandes. Descubra usted a la nueva banda, el disco Balmoral y la próxima vez pongase en primera fila. :)
Reciba un saludo afectuoso de este lector habitual...
Estoy totalmente de acuerdo contigo (o con usted) y sé que es un profesional enorme. Tengo el cedé de Balmoral y me encanta. De hecho cuando interpretó "Cruzando el paraíso" no eché de menos al francés del dúo. Y la banda magnífica.
ResponderEliminarNo lo he criticado, todo lo contrario. Sólo he hecho mención a que no era el lugar más adecuado para oírlo. Hubiera preferido pagar y estar en otro lugar más acorde
Me encanta ver las braguitas de las mujeres que se despistan y después se ruborizan al darse cuenta del descuido, también de las que las enseñan porque les da la gana, por provocar, porque su coño vale más o porque se gastan un pastón en lencería y las enseñan porque es un pecado no sacar a la luz ese tanga de cien pavos. Pero sobre todo confieso que me gustan sin bragas, me excita ver como mueven las caderas sin ninguna marca indiscreta que destroce las curvas de sus glúteos, al fin y al cabo ¡Estas mujeres son unas discretas!
ResponderEliminarEn fin, sigamos observando a las ninfas "embragadas" antes de que el olor a chorizo las impregne...
Un saludito ;)
Pues yo las prefiero con bragas, qué quieres que te diga, porque sin bragas es como verlas desnudas y no tiene morbo, ni gracia. Al menos para mí, claro, que para gustos dicen que ya están los colores.
ResponderEliminarSaludos.
Ya se que no le criticó Antonio... Debe disculpar mi tono algo pedante... ahora al releer me he dado cuenta. Y cierto , mejor ver conciertos pagando. Aunque fuera simbólico el precio...
ResponderEliminarUn abrazo
Es que a veces los ayuntamientos ofrecen servicios gratis, y me parece bien, pero para ciertas cosas un precio simbólico evita que vayan gente que no está interesada y sólo acude por curiosidad. Y molesta. Y no se entera.
ResponderEliminarUn abrazo.