Ya tenemos nuevo Gobierno y aunque es el mismo con algún que otro parche, los peritos en estas lides han destacado que la novedad radica, principalmente, en que hay una mujer por primera vez en el ministerio de Defensa, se conoce que porque es muy importante que, cuando te firmen los trienios, se siente en el despacho un coño en vez de una polla. Uno creía que lo importante es que a igual trabajo ganen lo mismo hombres que mujeres porque ahí está la verdadera política de igualdad, aunque es probable que esté equivocado y no me extrañaría pues uno está más interesado en otras menudencias como mirarles a las tías las bragas, como en la foto de arriba. Aunque no sea ministra.
Pues por eso mismo. -Oiga? Que digo yo que a ver si la próxima remesa nos mandan el tanque con agujero en el cañón, que es que tenemos que disparar la bala por fuera. -La metralleta la dispara un tartamudo. -Matar no matamos, pero insultamos que eso sí que duele...
Ya les harán un reportaje en Vogue a toda la plana mayor. Qué suerte tienes de que te inpiren para tus artículos.
Como siempre, Antonio, envuelves tu ironía con palabras, y nunca sé si quedarme en ellas o en tus fotografías llenas de alegorismo premonitorio. Me perdí en el papanatismo de la clase política y todo parece inducir que te han leído y tomado nota literalmente (de tu irónico estilo) desde los dos lados mayoritarios, y ahora se dedican a tomar decisiones prendidas con pos-it, cuando no como el clavo que nos muestras. ¿La habrán patentado ellos? Me recuerdan a una vecina que tuve, tan fina que en vez de pinzas para la ropa la tendía con esos papelitos de colores. Espero que te equivoques y no nos vaya a ir tan de culo como parece. De momento nos quedaremos contemplando esa puesta de sol (o bello amanecer) que se cierne sobre el de tu fotografía que seguro anticipa algo más halagüeño.
Cada vez que vea esa risa llena de dientes y balas de la Chacón (y me temo que será a diario) me acordaré de este culito tan dulce que nos has puesto como ilustración de la noticia. Gracias, Antonio. Lo tuyo es impagable.
-Ring...ring...
ResponderEliminar-Oiga? Es la guerra? Que se ponga!
-SOCORROOOOO!!!
R.
Pero ten en cuenta que ministro de Defensa ha sido hasta Bono y Narcis Serra.
ResponderEliminarPues por eso mismo.
ResponderEliminar-Oiga? Que digo yo que a ver si la próxima remesa nos mandan el tanque con agujero en el cañón, que es que tenemos que disparar la bala por fuera.
-La metralleta la dispara un tartamudo.
-Matar no matamos, pero insultamos que eso sí que duele...
Ya les harán un reportaje en Vogue a toda la plana mayor. Qué suerte tienes de que te inpiren para tus artículos.
R.
No te creas: últimamente estoy de capa caída. Este Gobierno es más de lo mismo, pero eso ya lo han dicho otros.
ResponderEliminarEso va a ser que te has enamorao, Antonio. La Dita libre y tú...Norabuena!!
ResponderEliminarR.
No caerá esa breva.
ResponderEliminarComo siempre, Antonio, envuelves tu ironía con palabras, y nunca sé si quedarme en ellas o en tus fotografías llenas de alegorismo premonitorio. Me perdí en el papanatismo de la clase política y todo parece inducir que te han leído y tomado nota literalmente (de tu irónico estilo) desde los dos lados mayoritarios, y ahora se dedican a tomar decisiones prendidas con pos-it, cuando no como el clavo que nos muestras. ¿La habrán patentado ellos? Me recuerdan a una vecina que tuve, tan fina que en vez de pinzas para la ropa la tendía con esos papelitos de colores. Espero que te equivoques y no nos vaya a ir tan de culo como parece. De momento nos quedaremos contemplando esa puesta de sol (o bello amanecer) que se cierne sobre el de tu fotografía que seguro anticipa algo más halagüeño.
ResponderEliminarRafael
Pues sí, Rafael, cuánta razón tienes, aunque la verdad es que no pretendía ser irónico, sino serio. Pero la cosa es tan así, que da risa.
ResponderEliminarCada vez que vea esa risa llena de dientes y balas de la Chacón (y me temo que será a diario) me acordaré de este culito tan dulce que nos has puesto como ilustración de la noticia. Gracias, Antonio. Lo tuyo es impagable.
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