Pero las energías de Harriet tendían tanto a ocultar sus deseos como a resistirlos y Richard no tenía ni idea de los tormentos que ella soportaba cada noche en la cama, en las tentaciones que superaba. No tenía ni idea de las largas y agotadoras fricciones de clítoris a las que se había visto obligada a recurrir, que la dejaban más fatigada que satisfecha, aún atormentada por su eretismo y aguardando el momento en que tales prácticas ya no serían más efectivas para ella de lo que lo fueron para Richard".
La institutriz inglesa - Autora anónima. Colección La fuente de jade. Alcor. Ediciones Martínez Roca (1992)
Pues parece muy buen libro de cabezera, lo buscare, un besito
ResponderEliminarEs un clásico de la literatura fetichista, pero el próximo comentario de esta sección, será un poema tuyo que ya tengo seleccionado y guardado.
ResponderEliminarEs que a las inglesas les gusta mucho la disciplina y la cane...
ResponderEliminarPues yo conozco a algunas españolas que también.
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