20 de marzo de 2008

Semana Santa y santería

He leído que los semanasanteros andaluces odian a Pilatos porque "por poco nos jode la Semana Santa". Pues eso. Son santeros como Antonio Banderas y algunos curas que conozco, aunque no todos. Y entonces prefiero al genial laico Miguel Delibes que creo que ha escrito su epitafio en vida: "Espero que Cristo cumpla su palabra". Pues eso.

12 comentarios:

  1. No sé el tiempo que habrá que pasar para que los semanasanteros se den cuenta de una puñetera vez, que el cristo al que adoran y festejan murió y RESUCITÓ, que dicen, al tercer día.
    Pero por oscuras razones que no llego a comprender, interesa más el muerto que el vivo, la tristura que el gozo, la desesperanza que la ilusión de una Nueva Vida.
    Termino. ¿Es acaso este país una turba de masoquistas?, pregunto y cierra España, Don Yago.

    ResponderEliminar
  2. No se darán cuenta, Pedro Luis, porque lo suyo es el desfile, el sacar la panza y exhibirse. Si Pilatos llega a soltar a Jesús, "les jode la Semana Santa". Pero tienes razón en lo que dices de que el "festejo" es por la resurrección, no por la muerte, aunque ésta, teológicamente, es necesaria porque no existe resurrección, otra vida, sin pasar por la muerte.

    De hecho una vez que se pasa el domingo de Resurrección y que se han guardado los "santos", y la mona, empieza la celebración litúrgica de la resurrección que dura mucho, hasta Pentecostés, unos 50 días (lo sé por mi querido cura don Antonio salas que me ha ilustrado sobre ello). Es decir, que los que creen de verdad celebran 50 días de resurrección, una vez pasada el domingo y la mona. Pero eso nadie lo sabe, excepto los que van a misa. Poquísimos. Es más larga la "fiesta" de la resurrección (50 días) que los 7 días de la semana de pasión.

    Pero para eso hay que ir a misa, saber de qué va y la mayoría de la gente cuando llega el domingo de Resurrección cuelga la túnica y hasta más ver, es decir, hasta el año que viene. Cerveza y habicas tiernas. Es lo suyo. Y el huevo de mona.
    Pero este es un buen debate. Muy interesante.

    ResponderEliminar
  3. Cómo explicar que la sociedad pretendidamente laica devora el sentimiento religioso ancestralmente instaurado en la conciencia social de estos nuestros lugares, criticándola, persiguiéndola, acusándola de ser la que propicia todos los males…Aniquilada, hay que sustituir el producto y la ocurrencia no es otra que la demanda de un sector de la sociedad de ejercitar su derecho a que sus hijos celebren la comunión en un acto civil. Ésa es la palabra, bodas civiles, comuniones civiles, procesiones civiles, que enmascaran el sentimiento verdaderamente religioso que llena de contenido el evento. El resultado es una procesión social carente de cultura religiosa. Es una fiesta civil en las que los curas se sustituyen por los nuevos gurús que comentan la jugada que transcurre en la banda en la que unos se comen los morros, o si ha venido tal o cual ídolo de barro del celuloide o el parqué político, tristemente narrado por el altavoz oficial pagado por todos. Un festejo más en el que al final se celebrarán bailes populares al son del himno chiki-chiki. Es la consecuencia de sobrevalorar a los que llevan boina.

    Mona Guillo

    ResponderEliminar
  4. No entiendo este espectáculo de la Semana Santa, tal vez porque soy del norte y nunca me he familiarizado con ella. Más bien lo que rechazo ss el espectáculo de los compulsivos penitentes de cinco días y el negocio que se forma a su alrededor amparado en una religiosidad que no veo por donde aparece.

    ResponderEliminar
  5. Es que hay dos semanas santas: la folclórica de las procesiones en las que salen hasta los políticos y que pagan los ayuntamientos pues son de interés turístico, y las de los oficios que se hacen en las parroquias en el más absoluto anonimato. Y con sencillez.

    Por eso yo la llamo "santería" porque al igual que los santeros cogen lo que les interesa de la iglesia católica para camuflar en este rito sus otros ritos paganos, estos se sirven de las procesiones y de la religión para camuflar sus vanidades humanas.

    ResponderEliminar
  6. Me gusta ver los pasos de semana santa, aunque cada año voy menos, antes lo vivia de diferente manera, ahora es mas eso precisamente, espectaculo.
    BEsitoss

    ResponderEliminar
  7. Pasión: Me pasa con los procesiones de la Semana Santa lo que con la Navidad; que guardo muy buenos recuerdo de ellas, de la infancia, de los tambores y cornetas, de los traslados y de los tronos y santos. Cualquier tiempo pasado no fue mejor, pero los recuerdos a veces superan la realidad.

    ResponderEliminar
  8. De algo hay que vivir, aunque sea de la fiesta perpetua, porque de empresas...

    ResponderEliminar
  9. Por lo que dice el dueño del blog, tendemos con los años a idealizar la realidad buscando en los recuerdos aquellos retazos amables -sobre todo de la infancia- que son como los ángeles custodios de un mundo que perdimos, pero que nos gustaría recuperar; sobre todo con la misma edad que teníamos cuando los almacenamos en los baúles de la mamoria ;-))
    Saludos cordiales

    ResponderEliminar
  10. Supongo Pura que se trata de eso; de divertirnos hoy que mañana Dios dirá.

    Penélope: Muy acertada en lo de recrear las vivencias de la infancia, pero "teniendo aquella edad". Es cierto, sobre todo eso.

    ResponderEliminar
  11. Hoy, más que Semana Santa, es la Santa Semana, que aprovecha la mayoría de los mortales para irse de vacaciones y ver las procesiones desde la barrera con el vaso de cerveza en la mano. Lo malo es que al paso que va la iglesia en unos cuantos años se acaba el tinglado y a ver si aprovecha algún espabilado gobierno para quitarla lo que redundaría en un aumento de la productividad, que con tanta fiesta está por los suelos.

    ResponderEliminar
  12. En la República el Gobierno prohibió las procesiones en Sevilla. Corpi, y se armó tal taco entre los propios militantes de izquierdas, que volvieron a permitirlas.
    Es lo que hay.

    ResponderEliminar