19 de diciembre de 2007

Soy un inquisidor

El ministro lameculos de Zapatero, señor Bernat Soria (ya saben: aquel pelota arrastrao y ganapán que decía que su jefe se merecía el Premio Nobel), nos ha advertido de que los que critican que se trituren a niños de ocho meses somos unos inquisidores. Es posible. Pero como inquisidor, y votante, necesito que me digan antes de acudir a las urnas si es lícito triturar a niños de ocho meses y tirarlos a la basura, ya sea con esta ley, con la que viene, aquí, en Holanda o en Shanghái. Que lo digan muy clarito para saber si me he de exiliar a una isla en la que existan derechos humanos. Porque no vamos a entrar en la esquizofrenia que supone que miles de españoles se maten por conseguir adoptar en China cuando España es el país en el que más se aborta de
Europa. Ni en la irresponsabilidad de unas tipejas que nunca se olvidan de la cita en la peluquería, pero se olvidan de tomar la píldora; ni en la ineptitud de unos gilipollas que no pierden la cita en el taller de chapa y pintura, pero se les olvida comprar el condón cuando hay máquinas por los bares y por las calles. Eso vendrá luego. Lo primordial es saber que si la ley actual o la que viene, va a permitir que se hagan morcillas con los niños, antes de tirarlos por los desagües. Caprichos de un inquisidor.

4 comentarios:

  1. La que te espera hoy Antonio, ya veras que lindezas te dicen en el blog, seguro que rcibes mas que yo y eso que he escrito hoy en mi blog que el psoe quiere perder las elecciones.

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  2. Por mí como si los operan de almorranas. Los cerriles orejeros terminan por cansarse y se van y no vuelven. Desde que abrí el blog hace ya casi tres años, han pasado por aquí muchos que al final, al ver que no pueden doblegarme sumiso como ellos, se cansan y desaparecen. Se van. Y yo por aquí sigo escribiendo de lo que me sale de la punta del capullo que es lo que he hecho siempre, aunque me haya costado el puesto de trabajo. Ellos no saben lo que es la libertad, ni la conocen, ni la intuyen porque jamás han sido libres. Me dan lástima.

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  3. Es tremendo. Sólo pensar en la posibilidad de que asesinen bebés de 8 meses, me pone enferma.

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  4. Es propio de la Cámara de los Horrores, Pura. Da miedo. Y asco.

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