Sí, tú mírame así, que yo también te miro. Y no a los ojos, precisamente, sino a esos pechos con canalillo que te asoman en “downblouse” por encima de ese corsé, o blusa o lo que sea. Y ese pezón que se adivina al fondo. Porque estás encantadoramente provocativa.
Mucho pecho, mucho canalillo, pero de cara son bien feas. ¿O eso no es importante? Un beso.
ResponderEliminarSon chicas normales, Ana, y no tienen por qué ser guapísimas. Al menos para mí.
ResponderEliminarEL ojo que te miraba desde el pezón... podría ser un buen título para una historia, ¿no crees? :)
ResponderEliminarDoctor,
Crítico de Blogs
No es mala idea, desde luego.
ResponderEliminar