30 de agosto de 2007

Tapar vergüenzas y envidias cochinas

Un trabajador ha muerto en las obras del AVE de Cataluña y los sindicatos han reclamado “mayores medidas de seguridad”, como es natural, porque yo me creía que iban reclamar un día libre para asistir a la verbena, entradas para asistir a la Zarzuela y un botijo con asa de platino iridiado. Vivimos en una sociedad políticamente correcta en la que la obviedad aparece repetida en el menú del día y todos nos conformamos con el sentido pésame, la simpleza y la reivindicación de lo obvio. De las subcontratas, el empleo precario y los turnos de trabajo seguidos para
culminar una obra a tiempo de inaugurarla para las elecciones, no hablamos. Qué se va a decir, como no sea la obviedad de que “hay que aumentar las medidas de seguridad”. Y ayudar a los ancianitos a cruzar la calle.
Y mientras tanto, ayer vimos un multitudinario entierro del futbolista Puerta, acompañado de vítores, jaleos y aplausos, mientras al escritor Francisco Umbral lo enterraban de una guisa más discreta en compañía de políticos e intelectuales. No sé cuál es la mejor compañía, desde luego. Pero en 20 Minutos titulan: “Lara Rodríguez gana a Umbral”, porque el programa del corazón fue más visto que la entrevista al escritor. Y después de titular así van y se fuman un puro, porque se conoce que creen que sus lectores son idiotas, gente simple que no tiene criterio y se lo traga todo.
En Murcia capital he visto 20 Minutos tirado por el suelo en la acera de Zara, frente al Corte Inglés, porque la gente lo coge, lo ojea y lo tira. No me extraña. Un director que equipara la audiencia popular de una cadena de comadreos con la de la segunda cadena dedicada a las minorías y las compara dando ganadores y perdedores, es que es un memo. Un idiota, dicho esto como un aporte curricular y no como un insulto.
Y además no me extraña porque cada uno (y una), tapa sus vergüenzas como puede (aunque sea en medio de la calle), y el director de 20 Minutos, Arsenio Escolar, y un comentarista que se llama Martínez Soler, han puesto a caldo a Francisco Umbral, tras su muerte, como parece que también hicieron a la sazón con Camilo José Cela. Están en su deber e incluso en su obligación, pero la cuestión es que Cela y Umbral son unos genios y lo seguirán siendo dentro de cien años, mientras que Arsenio Escolar y Martínez Soler son unos mindundis de los que no se acuerda ni su tía Enriqueta. La envidia cochina del mediocre es muy española, como los florilegios, los obituarios y las esquelas.

4 comentarios:

  1. Trabajo en la construcción, así que se un poco de qué va el paño. Muchas son las razones por las que se producen accidentes. Empezando porque hay accidentes que son absolutamente inevitables e impredecibles, motivados por fallos humanos o técnicos. Puedes tener todas las medidas de seguridad adoptadas que se seguirán produciendo. Son hechos fortuitos.
    Pero para mí, la principal causa de accidentes es la siguiente: los plazos absolutamente brutales que se imponen para ejecutar las obras, ya sea el cliente una administración pública o un particular. En la construcción se ha llegado a la situación en la que los milagros son lo cotidiano. Me explico; una obra que en condiciones normales se debería de terminar en 2 años, digamos, se tiene que terminar en 1 año o en 10 meses. Por motivos políticos, electorales, de imagen o porque el cliente así te lo demanda para poder rentabilizar cuanto antes su inversión.
    Y así están las cosas y no van a cambiar, por mucho que digan obviedades los sindicatos. He visto obras con todas las medidas de seguridad adoptadas y en las que ha habido accidentes, es absolutamente inevitable. Una obra es una actividad con riesgos por doquier.
    Pero trabajar en una obra, donde tantos riesgos están presentes, las 24 horas del día, los 7 días de la semana y los 365 del año, aumenta los riesgos en progresión geométrica. En la construcción debería de estar prohibido por ley trabajar por la noche, o en fin de semana. Cuadrillas de obreros trabajando en turnos agotadores acaban por olvidarse de sus medidas de seguridad y de sus EPIS.
    Y el personal de las contratas, ingenieros, técnicos, técnicos de prevención y administrativos, lo mismo. He visto muchos obreros negligentes, pero también he visto encargados de obra insensatos o agobiados por el plazo.
    Es todo una gran hipocresía, con mucho dinero por medio y con políticos de todo pelaje deseando inaugurar obritas. Y si la obra se termina a tiempo y da votos, y dinero a las constructoras, los accidentes y hasta los muertos se tienen por amortizados. Es la triste realidad.
    Cuando hay un accidente en la obra, se desarrolla una frenética actividad por tener todos los papeles en regla y para determinar que nadie tiene la culpa.
    Por lo menos mi empresa es muy seria en este sentido y exige todo tipo de papeles y documentos e intenta cumplir con todas las medidas preventivas, pero lo dicho, nunca dejará de haber accidentes. De hecho, que todos los días no ocurran decenas de ellos es una muestra objetiva de la existencia de Dios.
    Respecto a los periódicos gratuitos, recuerdo que una vez leí uno. No encontré una sola noticia...
    En efecto, tanto la envidia como la desmedida admiración (póstuma) es algo absolutamente ibérico...

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  2. No sabía de esos entresijos de las constructoras, pero me los imaginaba. Yo no conocía las diarios gratuitos (vivo en una ciudad pequeña), pero una vez que fui a Murcia capital, unas chicas me lo ofrecieron, lo ojee y lo tiré. A una papelera, aunque no todos hacían lo mismo y el suelo estaba lleno.

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  3. El 20 minutos aprovechó la coyuntura para meterse, cobardemente, con Umbral porque era un "facha" que escribía en un periódico que el gobierno teme y odia. Pero así es la secta prisoica, ni en la muerte perdonan, ya te lo dije hace unos días Antonio. Además, como todo el mundo vió en su sepelio estuvieron solo políticos fachas (Aguirre, Gallardón, Rajoy) y ni uno solo del Psoe... Así que ¿a quién le importa lo que le ocurriera a Umbral? Además, no era academico como Jose Luis Cebrian...

    Saludos

    Tyler.

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  4. Hace años, Tyler, cuando escribía en El País, era el columnista favorito del PSOE y se daban codazos por estar a su lado. Lo que es la vida. Digo, lo que es la secta.

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