El juicio del 11M está visto para sentencia, pero el Boletín Oficial Cursiprogre, El País, ha adelantado lo que van a dictaminar los jueces en una impúdica exhibición de periodismo adivinatorio Aramís Fuster o de periodismo cacique, que es lo que yo me creo; es decir, del periodismo macarra que indica a los jueces qué han de hacer y qué les espera como no obren a requerimientos del amo. No les bata con decidir que han de pensar sus mansos y demás ralea de la amplia recua cursiprogre, sino que quieren además decidir qué han de pensar los jueces.
No me extraña. Ya han demostrado en el entierro de su jefe hasta qué punto el ser humano se puede doblar sin que se alteren los principios básicos de la física. He leído tanta lisonja, tanta exaltación, tanta adhesión inquebrantable y he visto tanta fila prieta que creía que estaba ante el entierro del Jefe Provincial del Movimiento. Algunos es que no conocen la vergüenza, ni se la imaginan. Es imposible pedirle peras al olmo, ni
dignidad al lameculos porque el lameculismo, junto al futbolín, el Chupachups y la fregona, son los grandes inventos españoles.
dignidad al lameculos porque el lameculismo, junto al futbolín, el Chupachups y la fregona, son los grandes inventos españoles.
Así es la historia, aunque a algunos les duela o la quieran reescribir. Son los simples hechos, que desmontan la fábula que han creado estos seres poderosísimos.
ResponderEliminarEL PAIS fue el primer periódico que se creó después de la muerte de Franco. Y fue el primero porque se sirvió de la ayuda de notables personajes del franquismo. Entre ellos, el impulso imprescindible de Manuel Fraga Iribarne.
Fraga querí poner de director a Carlos Mendo, de su cuerda. Julián Marías quería a Miguel Delibes para ese puesto. José Ortega Spottorno propuso a Juan Luis Cebrián, desconocido para el mismo Marías. Y era desconocido para don Julián porque Cebrián fue redactor jefe del diario Pueblo, órgano oficial del franquismo. Periódico en el que Marías jamás escribió, se negó a hacerlo, precisamente porque era el periódico oficial franquista. Y dón Julián jamás, insisto, jamás quiso tener nada que evr con el franquismo. Ni siquiera pisó el edificio, situado enfrente del Museo del Prado.
No como otros, jefes de centuria o periodistas del régimen, que reparten acreditaciones de demócratas y antifranquistas.
Pero la muerte es democrática y a todos nos iguala. Morimos desnudos y con dolor, ya sea un paria o un archimillonario.
Sic transit gloriae mundi.
Cebrian fue director de los servicios informativos con Arias Navarro, el "carnicerito de Málaga" y trabajo en Informaciones de Alicante, de la cadena del Movimiento. De "Pueblo" no sabía nada, pero creo que en aquella época lo dirigía Emilio Romero.
ResponderEliminarLo jodido de todo esto es que quieren cambiar la historia que tú has vivido, no la que cuentan, sino la que tú mismo has vivido en tu propia carne, algo que es muy propio del fascismo.
lo que mas miedo daba era verlos a todos juntitos:politicos de derechas, de izquierdas, sindicalistas, banqueros, periodistas aparentemente muy enemigos.....y mientras tanto, el pueblo ahogado por las hipotecas abusivas y los sueldos miserables, contempla abobado el espectaculo y espera que alguno de los presentes en el funeral les defienda, mientras se dan unos a otros palmaditas en la espalda...ya nos vale...tenemos lo que nos merecemos.....
ResponderEliminarTú lo has dicho con una lógica muy perspicaz:"Y mientras tanto nosotros pagando la hipoteca". Cuánta razón tienes...
ResponderEliminarAntonio, Cebrián era sobrino de un periodista del régimen apellidado Echarri, creo que director del diario Arriba. Para el que no lo sepa, el periódico de la Falange
ResponderEliminarSi, el diario Pueblo era dirigido por Emilio Romero.
Anónimo, cuantísima razón tienes!!