La clásica “Venus de las pieles” de la obra de Leopold von Sacher-Masoch (Venus in furs), que además luce pezones oscuros que le dan más morbo, entre pieles, que algo tienen. Las pieles y los pezones.
Tengo amigos, a los que no voy a citar, que les gustan los pezones rosados, como los de las niñas. Allá ellos. No hay nada como los pezones oscuros, que también son un fetiche. Al menos para mí.
Estas tetas no son pequeñas; son medianas. Y no empecemos otra vez la discusión metafísica sobre pechitos o tetas. Dejémoslo en pechitos, tetas y tetazas.
Nunca mejor dicho lo de luce.
ResponderEliminarLos pezones morenos son, cómo decirlo, algo sublime...
Tengo amigos, a los que no voy a citar, que les gustan los pezones rosados, como los de las niñas. Allá ellos. No hay nada como los pezones oscuros, que también son un fetiche. Al menos para mí.
ResponderEliminarPero que sean pezones oscuros en un buen par de tetas no en tetas pequeñas
ResponderEliminarEstas tetas no son pequeñas; son medianas. Y no empecemos otra vez la discusión metafísica sobre pechitos o tetas. Dejémoslo en pechitos, tetas y tetazas.
ResponderEliminarPues vivan las tetazas entonces
ResponderEliminarmuxo mejor los pezones enormes y orcuros
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