15 de febrero de 2007

!Viva la crispación!

Llega, coge, pone la mano sobre la Constitución, promete el cargo de nuevo ministro comisario general del Movimiento, digo, de Justicia, y arremete contra el poder judicial y la oposición porque sólo Él es independiente; sólo Él es demócrata; sólo Él es defensor del Estado de Derecho; sólo Él es la Biblia en pasta y la esencia genuina de la verdad; es decir, un pobre hombre henchido como un pavo que se cree Pericles. Un gilipollas de esos que todos nos hemos encontrado alguna vez en la vida, dicho esto como un diagnóstico y no como un insulto. Un perro fiel al que Zapatero ha azuzado contra todo lo que se mueva y no piense como su amo. Y él, claro, obediente hasta la genuflexión, no ha tardado ni diez minutos en calentar el ambiente, buscar la bronca y alentar la crispación en el mejor estilo de la España chula, flamenca y
bravucona; de la España cabreada, amargada y sombría que se sirve del matonismo verbal para interés políticos porque a Zapatero del Tinell le interesa que haya crispación hasta el día anterior de las próximas elecciones (y ya veremos si no monta el pollo en la jornada de reflexión), para atraer el voto que generalmente no vota y que sí lo hace cuando hay movida. Allá él. El que siembra vientos, recoge ventosidades, según dijo no sé quién y hasta a Alfonso Guerra lo han interrumpido en Cataluña los socios de Zapatero del Tinell para no dejarlo hablar. Allá ellos, ya digo. Pero se pone en general conocimiento que a mí me excita la crispación, se me pone la polla dura con la crispación de los políticos (la sociedad está muy tranquila, a Dios gracias), y tengo trances orgásmicos al verlos crispados. A mí me gusta la crispación porque gracias a ella se abolió la esclavitud; gracias a la crispación se consiguió la jornada de 8 horas; gracias a la crispación se consiguió la emancipación de la mujer; gracias la crispación vivimos hoy en una sociedad moderna. Así que !Viva la crispación!, porque además me excita mucho, ya digo, pues cuando veo crispados a los periodistas, caricatos, políticos, payasos, humoristas y taxistas, tengo repentinos orgasmos consecutivos. Soy multiorgásmico. Y voy ahorita mismo a confesarme.

2 comentarios:

  1. Nuestro Zapatero ha conseguido lo más difícil; ha colocado en su gobierno a un personaje aún más sectario que él. Ya es complicado, pero el tio lo ha hecho. Este Bermejo es sectario e intolerante en dosis masivas.
    Encima, al tío le colocan de ministro de Justicia, cargo que requierie mesura y ecuanimidad.
    Recordar que su último nombramiento como fiscal de sala del TS no consiguió ningún voto en el Consejo Fiscal y que debe su cargo a la designación digital del Fiscal General del Estado, ese amigo de los etarras.
    En fin, una muestra más del nivel de la clase gubernativa que nos toca.
    Clase que, por cierto, debe estar deficitaria de Litio. Y nuestro Zapatero debe de tener los niveles de Litio bajo mínimos.
    Habría que recetar dosis masivas de sales de Litio, por si podemos curar a toda esta banda de psicóticos.
    Enrique.

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  2. Y además es el Notario General del Reino, o algo así. El que da fe a nivel institucional.

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