29 de diciembre de 2006

Venus de Milo

Escribe Raúl del Pozo en El Mundo que Durrell creía que los griegos no pretendían estremecernos de lujuria con la Venus de Milo, sino indagar si la belleza se halla en la proporción. Debe de ser eso. De hecho es cierto que la belleza existe aún en la desproporción y por eso nos parecen artísticas las narices y bocas de Picaso. Y por eso hay muchas mujeres que aunque sean poco atractivas, según los cánones clásicos de la belleza, para mí son guapísimas. De hecho la mayor parte de las mujeres que uno ha amado en la vida han sido más bien normalitas, tirando a feas, pero tenían un seductor atractivo que uno no sabe explicar. Un irresistible embrujo que las hacía bellísimas y nos estremecia de lujuria. El culo también, sí.

2 comentarios:

  1. Decía el gran Santiago Amón, de cultura enciclopédica y crítico de todas las artes (quizá el mayor experto que ha habido en Picasso), que el arte es cuanto más, una angulación de la realidad.
    Admiro la belleza de la normalidad, el morbo intrínseco a las chicas normales y reales, su atractivo especial, al márgen de cánones praxitelianos y a la moda...
    Por eso, las páginas que más frecuento son las de pura gente normal, amateur...
    Ahí está el morbo...
    Enrique

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  2. Es cierto, Enrique; el morbo no está en una modelo estupenda preparada con maquillaje y focos adecuados, sino en la normalita vecina de tu piso que al subir te enseña las bragas. Tan sencillo como eso.

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