8 de septiembre de 2006

Recogiendo tempestades


Zapatero ha anunciado que no acepta ni aceptará la inmigración clandestina ni la ilegal “porque no es inmigración sino un fraude a los inmigrantes, a los trabajadores y, por supuesto, a lo que deben ser las reglas de convivencia en nuestro país”. Quién te ha visto y quién te ve, Maribel. Y el ministro del ramo, señor Rubalbaca, nos tiene dicho en el parlamento que los inmigrantes “son necesarios, pero no pueden venir todos”, por lo que la vicepresidenta nos ha anunciado que se deportará a aquellos que
entren de manera ilegal. Todo esto es, justito, justito, lo que venían diciendo las gentes de todo pelaje que durante estos años advertían del riesgo de la demagogia en un asunto de derechos humanos. Bienvenidos a la España real.

Supongo que a los tres figuras nadie lo va a acusar de xenófobos, pero si yo fuera sádico buscaría en las hemerotecas las lindezas que se dijeron sobre la legalización de los sin papeles, por ejemplo, aquella declaración solemne de Jesús Caldera: “Vamos a ser la envidia de Europa en materia de inmigración”. Es cierto. Lo somos. Tanto que pasan de nosotros porque “tú te has creado el problema, no nos hiciste caso y ahora apáñatelas como puedas, Contreras”. Porque se dijeron cosas magníficas y rimbombantes como que con aquella regularización se iba a acabar con los “flujos migratorios”, se acabaría con las muertes de los inmigrantes, se iba a terminar con la economía sumergida o se iban a reducir los accidentes laborales, etcétera, etcétera.

Ahora vemos los resultados de aquellos ímpetus irresponsables “para dar envidia a Europa”, porque la legalización se podría haber hecho con discreción, sin darle cuartos al pregonero y con sensibilidad para no llamar la atención, pero se optó por la fanfarria y la cohetería de querer demostrar que éramos más listos que nadie y por darle al asunto tintes ideológicos y publicitarios por parte de un Gobierno campeón del mundo de la solidaridad y que quiere dar envidia y lecciones a Europa. “Pà solidario yo”, se debieron decir los listos del Gobierno y sus arrieros mediáticos. Y ahí tenemos los frutos de su incompetencia. Años después se recogen las tempestades que los listos sembraron.

7 comentarios:

  1. Estamos en lo de siempre, querido Antonio, incompetencia acompañada de demagogia y sectarismo. Estos dirigentes abisales que tenemos han creado ellos solitos un grave problema con la inmigración, además de una tragedia humana (¿cuántas personas han muerto? ¿alguien lo sabe o se ha preocupado en saberlo?). Si esto, repito, si esto pasa con el PP y Aznar en el poder, los cursiprogres hubieran montado un show mediático monstruoso, llamandoles asesinos y racistas. O no?
    Ahora, cuando la situación ya les ha rebasado varias cotas, intentan buscar soluciones y se ponen firmes y solemnes respecto a la inmigración ilegal. Me temo que la solución que plantee este ministro que nos ha tocado, famoso por su habilidad en el uso del tipex para tergiversar informes oficiales, será mucho peor que el problema principal. Al tiempo.
    Caldera se llama, no lo olvidemos.
    Enriqueyyi

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  2. Con esta política absurda lo único que se ha creado es una alarma social increible y una xenofobia creciente en los ciudadanos que da miedo. Oyes hablar a adultos o adolescentes y se pone la carne de gallina. Nadie recuerda ya que fuimos emigrantes masivos (los gallegos, ni te cuento) y que nos jactábamos de decir que los españoles no éramos racistas, sólo teníamos problemas con los gitanos -eran los únicos que teníamos en el país- porque no se adaptaban a vivir como nosotros.

    La incompetencia y la prepotencia de este gobierno en esta materia (seamos generosos) le hacen la cama al Lepenismo.

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  3. Han rectificado porque las elecciones están a la vuelta de la esquina y tontos, tontos, no son. Y les han debido de llegar noticias de cómo está el personal porque la solidaridad de estos paletos nuevos ricos la pagan los ciudadanos normalitos que son los que comparten los servicios públicos y las listas de espera. A los nuevos ricos se la suda la inmigración, porque ellos tienen sanidad privada y educación privada y pueden ser solidarios en las espaldas de los demás.

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  4. Hasta hace 10 o 15 años, en España no había muchos inmigrantes, a diferencia de otros países europeos. Vamos, se veía a un chino por la calle y se paraba el tráfico. Ahora es lo común. Vas por determinados barrios de Madrid (cada vez más) y te cuesta ver un indígena español. Toda la gente que venga a vivir y dejar vivir, trabajar honradamente y prosperar, bienvenida sea, aparte su raza, sexo, religión y condición. Pero fomentar la inmigración ilegal (o sea, tráfico de seres humanos, esclavitud)y llenar el pais de delincuentes (porque ya lo eran o porque aqui tienen que serlo) es de aurora boreal. Aurora boreal revestida de falsa progresía y sectarismo. Es cierto, todos estos mangantes no la sufren, ellos van con escolta y viven en barrios exclusivos. Estoy harto de leer los delitos cometidos por extranjeros (el último, atropellar a dos viejecitas y matarlas con una furgoneta y darse a la fuga en un cruce por el que paso muy frecuentemente).
    Respecto a los gitanos, simplemente es un grupo de personas que viven al márgen de las leyes y del código civil, mercantil y penal. El domingo pasado, más de 200 se fueron sin pagar de un vips en Madrid. La dirección de esta cadena de establecimientos NO va interponer ninguna denuncia. El cuerpo de élite de la policia madrileña (los famosos centauros)se personó en el lugar, sin que fueran capaces de detener a uno solo ni retenerles siquiera. Simplemente les vieron salir y montarse en sus lujosos vehículos. Os puedo hablar de la mafia montada por esa etnia en la vigilancia de las obras en Madrid. Eso si, no se puede criticar nada... ¿ quienes son los racistas?
    Enrique

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  5. Enrique, hijoputas los hay en todas partes, en todas las naciones, en todas las religiones y en todas las familias. A mí los que me joden no son inmigrantes, sino españolitos con mucha solera.

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  6. Los españoles decimos que no somos racistas por que tememos al que dirá quien nos escuche: ¿Dirá que soy xenófobo? ¿Que soy insolidario? ¿Que soy un facha?. Los españoles somos racistas por que llevamos siglos soportando a los gitanos, a sus provocaciones, a sus insultos, a sus chulerías y a sus robos (he tenido un comercio y he sufrido varios por el método de entrar varias mujeres, con niños en brazos, y mientras unas atosigaban a la dependienta y a mi, otras afanaban lo que podían). ¿Cuantos españoles aceptarían que una familia gitana viviera en nuestra escalera? Ninguno. Aceptamos de mala gana convivir con negros (¡no de color!), asiáticos, sudamericanos y europeos del este por que nos lo han impuesto mediante la política de hechos consumados. No nos gustan sus costumbres, su forma de vivir, su educación su cultura. Si viniesen a España, médicos / as, enfermeras/os, ingenieros/as, especialistas titulados en cualquier profesión (carpinteros, electricistas, fontaneros, encofradores, mecánicos, torneros, fresadores, informáticos, etc.), estoy seguro que el trato seria distinto. Solo vienen personas sin estudios, sin oficio, indocumentados, dispuestos a todo por sobrevivir y además, y por si fuera poco, te exigen un trato especial, exigen sus derechos(?), hacen huelgas de hambre, manifestaciones reclamando mas atención. Y termino, cuando un español dice que no es racista es por que: o convive con extranjeros a la fuerza, o vive en algún barrio de "alto standing". Se que alguien me puede decir de todo menos bonito por escribir esto, pero me da igual, yo soy sincero y otros unos hipócritas. ¿Ah!, Se me olvidaba, fuentes próximas a nuestros incompetentes gobernantes me han soplado que, para ahorrarse las deportaciones, y antes de desembarcar, los van a legalizar en los propios cayucos. ¡Tachiiiiiiinn!
    Juan

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  7. Totalmente de acuerdo con Juan.

    Basta ya, se está convirtiendo España en una casa de putas.

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