18 de enero de 2006

La paz sumisa

La justicia ha prohibido que un partido ilegal pueda realizar legalmente un congreso ilegal. Esto no es noticia porque es lo que suele ocurrir en Europa, en los países avanzados como Alemania o Bélgica. Lo que es noticia es que ese insigne hombre de Estado, ese eximio político que es Pepiño Blanco haya acusado de "no querer la paz” a los que se oponen a la bajada de pantalones ante los terroristas asesinos de niños a cambio de unos votos nacionalistas para seguir aferrados a la poltrona de su “democracia avanzada”. Porque ya da cierta fatiguita explicar lo palmario, pues abundan los adultos que como a los tontos, a los niños y a los políticos hay que explicarles las cosas con ejemplos para que las
entiendan y puedan sopesar que ese mismo argumento de buscar la paz se podría también emplear para buscar la paz en el matrimonio entre el marido maltratador y la mujer maltratada, y así tratar de “explicar y comprender” el conflicto de la violencia doméstica “vista con ojos limpios”, “sin odio”, claro, abiertos al diálogo para buscar la paz en el matrimonio entre verdugos y víctimas. Porque según dicen “todo diálogo por la paz es positivo pues nos diferenciamos de los animales en que podemos dialogar” y porque con ello ayudaremos a que “los dos se sientan cómodos en la paz del matrimonio plural”. Todo sea por esa paz en el matrimonio. La paz sumisa. Democracia avanzada.

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