12 de diciembre de 2016

Ser un buen chico



Un día estaba triste, otras contento y otras no tenía ganas de ver a nadie. Un día me levantaba alegre y dicharachero y otras lo hacía triste meditabundo. Acudí a los especialistas programados para estos usos  y menesteres que  me hicieron pruebas y análisis. Ninguna dio resultado negativo. 


Estaba bien, no tenía colesterol, la tensión estaba en los limites aceptables y todos mis indicadores de salud estaban estables. Una salud envidiable, me dijeron. No lo entendía y sufría por mi ignorancia  hasta que un especialista me ha desvelado  que en realidad no soy un ser humano, sino un vulgar emoticono.   ¿Quién te has creído que eres ? me espetó

No des el follón, no tenga más aspiraciones, estate tranquilo (me recetó Valium) y sobre todo, que no me rebele y sólo espere  un pulso de tecla porque soy lo que soy: un vulgar emoticono. Eso hago. Por fin he encentrado mi ser, qué soy y cuál es mi destino. Por fin mi vida tiene sentido. Soy feliz. 

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