17 de mayo de 2013

Qué poco dura la alegría en la casa del pobre


El banquero Miguel Blesa ha salido de la cárcel, como era de prever,  tras pagar la fianza de 2,5 millones de euros (415 millones de pesetas). No ha durado ni un día. Ahora podrá casarse con su novia, Gema Gámez Pérez,  26 años más joven que él (66), suponiendo que el juez no le haya retirado el pasaporte porque pensaban ir de viaje de novios a Miami. Raro es que no vayan a Cancún. Y nosotros que nos habíamos alegrado del mal ajeno, semos pérfidos,  nos hemos visto con el gozo en un pozo. Qué poco dura la alegría en la casa del pobre. Eso es cosa de ricos, verdad usted.

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