22 de septiembre de 2012

Sueño

Un estudio de la universidad de Albright (Pennsylvania), considera que la tendencia a quedarse dormido tras hacer el amor está asociada con un mayor afecto entre la pareja. No explican qué grado de cariño se da cuando ella se queda dormida en el momento de hacerlo. Pero ya nos lo aclararán.

Y a mi que no me miren porque hablo de oídas ya que duermo solo (en 90), pues soy casto, puro y virginal, es decir, solterón, feucho y sin posibles. La última vez que ligue (hace millones de años), iba muy borracho y resultó que la chica era un travestí. «Ya me extrañaba a mí tener tanta suerte», me dije mientras corría subiéndome los pantalones.

Pero ya nos aclararán, lo del sueño, porque los que sí se han quedado en la inopia han sido los del gobierno de Llapisera, digo, del PP de Cieza, pues los vecinos de la barriada humilde de Sanz Orrio llevan cuatro años esperando las ayudas para rehabilitar sus viviendas, tal y como les prometieron. Pero no hay dinero (dicen), cuando sí lo hubo para rehabilitar las viejas casonas «históricas» del barrio antiguo. Primero unos y después otros. Cuestión de prioridades. Lo primero es lo primero.

Ésto es demagogia, nos dirán los listos, pero lo que no es demagogia es que en esas pocas casonas viven 4 ó 5 personas, mientras que en la barrida de Sanz Orrio viven 500. En esas viviendas «históricas» vive una familia (incluida la del hijo del alcalde que fue rehabilitada), y en Sanz Orrio viven cientos de familias. El hijo de Tamayo puede lucir casa niquelá con dinero público y los demás goteras y grietas. Y esto no es demagogia, sino dignidad. Y vergüenza.




Pero el PP de Cieza le echa la culpa a la comunidad, como es natural. Al «fracasado Valcárcel», según le afean los del PSOE e IU por haber tenido que pedir el rescate porque no hay perras. Puede ser. Pero con ese calibre también serían unos fracasados los demás presidentes de las comunidades (de derechas e izquierdas), porque hasta ahora sólo se han negado a recibir la ayuda Galicia (PP), La Rioja (PP) y los madriles de la dimitida Esperanza Aguirre (otro cadáver de Rajoy).

Es cuestión de prioridades, eso parece, porque los senadores tienen paso de cebra en la puerta de su casa y no se cortan, ni recortan, pues siguen con los auriculares para traducir sus agudezas a un idioma común que todos entienden (12.000 euros por sesión). Otro chocolate del loro que apila ya una tonelada de chocolate porque España es una jauría de loros que no deja de engullir chocolate al compás de ‘Paquito el chocolatero’.

Y a ver quién le pone el cascabel al loro, porque las últimas encuestas revelan que los españoles quieren que se invierta más en educación y sanidad, pero también quieren que se les reduzcan los impuestos que es de donde sale ese dinero. Hemos inventado el helado de calor, como siempre, pues ya inventamos la fregona, el Chupa Chups, la bota de vino, el porrón, el arcabuz y el botijo. Tiene mérito porque también nos quedemos dormidos tras hacer el amor. O haciéndolo.

Columna publicada en el periódico El Mirador de Cieza. 

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