28 de agosto de 2011

Terror


Sólo han consignado dos miserables kilos de arroz pepero en la cartilla de racionamiento para el concurso de arroz y conejo de estas multiorgásmicas fiestas patronales. Qué horror. Racanean hasta el arroz, como en la posguerra, por la crisis, ya se sabe. Nos han hecho la pascua en vez de llevarnos de fiesta. ¿Habrán mandado ese arroz a Somalia o se lo habrán gastado en dietas plenarias?...

Porque nos han dado un convite con sopitas de ajo, ilusorio, como el de aquellos listos que han censurado que el Papa venga a España cuando en Somalia se mueren de hambre; una boutade más porque ocultan que en ese país, con un 96% de la población musulmana, ya hay 750 misioneros católicos jugándose la vida desde hace décadas (un 64% monjas), mientras los multimillonarios jeques

musulmanes compran en Occidente bancos y equipos de fútbol, y no envían a sus hermanos de fe ni los dos kilos de arroz del PP de Cieza. Mandan armas, pero a los islamistas.

En España los dogmáticos laicistas querían arrinconar a los jóvenes católicos en las sacristías «de la Iglesia terrorista», porque aterroriza a los jóvenes con el infierno, según Manuel Saco, del diario Público. Otro cerril burriciego que ha regurgitado espumarajos de odio al ver a un millón de ellos «pasear a cuerpo» por Madrid (Celaya), con motivo de la ‘quedada’ con el Papa. Alegres, educados, felices y esperanzados. Yo quiero un chute de ese ‘terror’ porque sin necesidad de esgrimir frases de publicista de IKEA, han gozado muy libres con la palabra del evangelio y al dejar que los muertos entierren a los muertos (Jesucristo).

Ya se han ido, pero aquí quedamos aterrorizados de verdad con el ex-ministro Rubalcabaniskov que ha iniciado con sigilo el Sistema Estadístico de Criminalidad (SEC), en el que quedan fichados todos aquellos vecinos que aparezcan en un atestado policial (ellos los llaman ‘identidades’, como Orwell), aunque la acusación se demuestra infundada

Quiere decirse, y se dice, que un vecino que te tenga ojeriza puede denunciarte y tus datos y pecados quedaran registrados, aunque la denuncia sea falsa. Terrorífico, porque te enchiquerarán en el fotomatón fascistoide totalitario con mención expresa al DNI, la edad, los estudios, la situación laboral o el consumo de drogas y alcohol. Han evitado lo de maricón por si Zerolo se encalabrina, pero por lo demás quedas retratado como el «vago y maleante» franquista. Terrorífico.

Dicen que es para la estadística y por seguridad, es decir, ‘por nuestro bien’, claro, aunque eso de la “protección” ya se lo endilgaron a un servidor los padres de las novias cuando te entrevistabas con ellos para darles la buena nueva (y la primicia), de que ibas a salir con sus hijas. Ellos también alegaban ‘seguridad’ y nos presentaban un fichero rubalcabiano con preguntas tales como cuándo ibas a encontrar trabajo. «Formalidad y seriedad», añadían, cuando tú eras un chico muy serio que no buscaba echar unas risas, sino meterle mano a su hija. Y en plan serio y formal, es decir, en la cama de sus padres. La de toda la vida.

Así que este dichoso fichero nos suena igual. O peor. Con la salvedad de que Rubalcaba no es mi suegro, a Dios gracias, aunque se empeñe con esta medida totalitaria orwelliana. Otro que practica el terror.

Columna publicada en el periódico El Mirador de Cieza.

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