13 de octubre de 2010

Esa playa...


Esa playa, esa camiseta mojada, ese tanga, ese...Pero sobre todo, esos ojos, esa mirada inocente que nos lanzas de si te cogía me iba a comer contigo un helado..." Qué mal pensados somos los hombres, porque luego hemos sabido que estabas así porque se he había perdido una sortija. Y es que la mente humana es prodigiosa y peligrosa; capaz de los mayores prodigios científicos y de las mayores perversiones eróticas. Y los los hombres, que somos muy mal pensados, claro.

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