
Es lo que deseo, lo que sueño, lo que quiero y lo que te suplico encarecidamente. Seré así tuya, un apéndice ti, de tu santa voluntad, y sin libre albedrío proque mi albedrio no es libre pues es tuyo. Te lo he ofrecido de rodillas para que lo disfrutes y hagas con el lo que te venga en gana proque es para ti, para que lo uses, para que los disfrutes. Quiero que hagas uso de mi libertad y que me uses a mí para tu placer. Porque yo soy tuya, de tu propiedad y te pertenezco hasta el último suspiro de mi piel, de tu piel, porque mi piel es tuya pues has entrado en mí y me posees.
Texto del blog Sumisa O
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