16 de julio de 2009

Las serpientes y Santa Bárbara

El año pasado se produjeron en España 12.300 presuntas negligencias médicas y unas 500 muertes a causa de ellas (según las asociaciones del Defensor del Paciente), pero ha sido tras el trágico caso del niño de Madrid, cuando los medios de comunicación han empezado a plantearse histéricos qué ha pasado, que no ha pasado, qué hemos hecho, qué no hemos hecho o dejado de hacer.

En un programa de la una cadena de TDT un tertulio se preguntaba hace unos días por qué todos los que pueden pagar la sanidad privada, la eligen siempre antes que la pública. Y no me lo creía, ni me lo creo. Eso lo preferirá él o sus compadres, porque yo he sido millonario y he seguido con la pública pues me merece muchísima más confianza que la privada ya que

la española, pese a los fallos, es una de las mejores del mundo y lo seguirá siendo pese a este "trágico accidente".

Entonces, ¿por qué algunos prefieren pagar la privada pese a que la pública española es mucho mejor? Pues por jactancia cursi del prestigio y porque no quieren tener en la cama de al lado a un gitano, pongamos por caso. Así de sencillo. Seamos claros. Pero cuando la enfermedad es grave todos van a la pública, aunque ha sido ahora, oh cielos, cuando hemos descubierto que nadie es perfecto y nos hemos acordado de Santa Bárbara cuando nos ha tronado.

Y bien tronado, porque todos los sindicatos y periódicos han descubierto que, oh, cielos (otra vez), se perpetran negligencias médicas y errores en los hospitales, como también se producen negligencias con los ingenieros, arquitectos y periodistas. Hay que ver lo que se aprende en verano, cuando no hay serpientes que llevarse a los titulares.

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