18 de abril de 2009

Arrodilla tu boca hasta pronunciar mi nombre

Mírame.
No te muevas.
Así,
que te vea bien.
Ahora,
arrodilla tu boca
hasta pronunciar mi nombre.
Olvida quien fuiste.
A partir de hoy,
debes saber
que sólo existes en mis ojos.

Pura Salceda - A ollada de Astarté
Ed. Espiral Maior, 2007

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