Lo tengo yo escrito por ahí, lo que pasa es que no recuerdo dónde, pero uno sabe después de haber recibido muchos palos, que ellas desprecian a los tíos a los que pueden gobernar y buscan al tío canalla al que no pueden dominar, al duro, al macarra, al que las lleva a maltraer, al que no las llama, al que no queda, el que salta por la mañana de la cama y se despide sin quedar de nuevo y sin dejar un teléfono.
"Ya nos veremos, princesa", es la táctica infalible para tenerlas en la palma de la mano, digo, en la punta de la polla y pendientes de ti. Es lo que hay. Y encima te reverencian y jamás te olvidan, porque mientras follan con sus posteriores novios o maridos piensan en ti. ¿Se puede pedir más? Perfecto. Ser un canalla, digo. Lo que ocurre es que te tienen que dar muchos palos para que te des cuenta. Pero son todo ventajas. El ser un canalla, digo.
Vaya temazo que has tocado. Pero lo malo no es cuando el canalla es impuntual, no llama o no se despide, sino cuando se queda con ella todo el rato porque entonces la cosa suele acabar en la página de sucesos. Claro que, luego, también la justicia suele tratar mejor a los canallas..., así que tienes más razón que un santo: todo ventajas.
ResponderEliminarEn todo caso, y aunque yo no he salido muy canalla que digamos, por las tetas de la de la foto no me importaría intentarlo.
Vamos a ver: que quede muy claro que cuando hablo de canallas no me refiero a los maltratadores. Eso son hijos deputa. La revista y mi comentario va por los canallas psicológicos. Todo el mundo entiende que nos referimos a esos "canallas", no a los delincuentes, joder.
ResponderEliminarLo que pasa es que llega un momento, a algunas antes, a otras después, que los canallas empiezan a aburrir...y es cuando llega el "que te vayan dando"...
ResponderEliminarAh, si!!! ya se que me vas a dar la contra, pero no todas las chicas buenas son chochos lacios o lánguidos....
Saludos
El comentario, Merce, como la pregunta de la revista, es una exageración. Pero algo hay.
ResponderEliminarA mi una corbodesa, guapa de buena familia, formal y seria, y de la que estaba irremediablemente enamorado, me reconoció que a ella lo que le ponía y gustaba eran los canallas, con estas palabras.
ResponderEliminarLa cosa no pudo ser, como es natural. Mientras estuve por ella me hizo poco caso; en cuanto que vi que no había nada que hacer y que malgastaba mi tiempo dejé de llamarla y de estar pendiente de ella; entonces ella reaccionó como un resorte e se puso insistente, mucho más que en los 4 años anteriores. Pero ya era tarde...
No se puede generalizar, Enrique, pero algo hay de eso.
ResponderEliminarPero todo esto radica en las propias inseguridades de las mujeres. No se trata de ser canalla sino que ellan vean/noten que pueden ser abandonadas en cualquier momento. Hay también el mito de que a los hombres nos gustan ese tipo de mujeres y, por lo menos en mi caso, no se cumple. Yo doy una, dos y hasta tres oportunidades pero si veo que pasa de mí paso yo de ella. Y cuando vienen (porque siempre vienen) es cuando pasa lo que comenta Enrique "es demasiado tarde".
ResponderEliminarAndo agobiado con problemas de pasta. El bar no da los frutos que debería de dar y lo llevo bastante mal. Es por eso que no me paso lo que debiera por aquí pero os sigo teniendo presentes en mis oraciones.
PD. Se me olvidaba GRANDÍSIMA foto
ResponderEliminarCuando vi la foto me acordé de ti (por el tamaño) y de mí por los pezones oscuros.
ResponderEliminarSiento que tengas problemas con el bar, pues supongo que la crisis llega también al bolsillo del contribuyente y sale menos o gasta menos.
No sé qué aconsejarte porque no tengo ni ideas de negocios, pero a lo mejor si aguantas, la crisis pasa. Pero no sé.
Mira que majo..., y ser impuntual, faltón, engreído, marcharse sin despedirse, despreciar, etc. ¿eso no es maltrato?. Anda, Antonio, no te pierdas, que si te pierdes tú aviaos estamos.
ResponderEliminar(Por cierto, y para no perdernos: he buscado en el diccionario del español actual cómo se escribe aviaos, y no viene. Se le pasó a Manuel Seco).
Es que es de aviar, de prevenir, de aviarse y de ir "aviaos".
ResponderEliminarEn cuanto a eso que dices del "desprecio", también lo hacen ellas y más a menudo que nosotros. Lo que ocurre es que son más sibilinas. Pero lo hacen y son peores, te lo aseguro.
El no quedar no es maltrato. Es no quedar porque eres muy libre de hacerlo. El "ya no veremos" es ya nos veremos y si no te gusta pues te largas. Y en este plan. Es castigar con el duro látigo de la indiferencia, que dicen los castizos, pero es que además las que dicen que les gustan los canallas son ellas (según la revista), que a mí que me registren.
canallas o no... el morbo tiende siempre a un lado más que a otro... pero... los hombres son como la alimentación tiene que catarse un poco de todo y al final uno acaba por quedarse con lo que mejor le sienta...
ResponderEliminarsaludines aefe.
Pues entonces con las mujeres también pasa lo mismo: que al final también te quedas con lo que mejor te sienta o le sienta.
ResponderEliminarHola Antonio.
ResponderEliminarHe llegado a tu blog y me he enganchado. Podría haber puesto un comentario en cualquiera de los temas que has abordado. Todos me han parecido interesantes en mayor o menor grado (un@ tiene sus dias, verdad??), pero la falta de tiempo me obliga a ceñirme a uno solo y he elegido este porque es un tema que da mucho de sí... Yo creo que básicamente, lo que nos inclina a elegir a los/as canallas (Ministra, otro término epiceno para su colección) es por un lado ese punto masoca que todos llevamos dentro (lo reconozcamos o no) y por otro, creo, un afán de riesgo, de amor al peligro, que por suerte algunos no hemos perdido todavía...
¿Por qué nos casamos o elegimos como pareja a los lánguidos, desustanciados, como diría Cálico??? Pues porque al final preferimos la comodidad en nuestro entorno que no nos complique la vida, porque para el morbo y los disgustos, ya nos los buscamos nosotros fuera... Que necesitas un poco de morbo... Una incursión, controlada, eso sí, en el lado oscuro, y cuando te cansas, te cepillas el traje, te sacudes las manos, y aquí no ha pasado nada.
Aparte de que mi experiencia me dice que igual el más soso de los mortales puede tener su puntazo si se lo sabes buscar;)
Es mi modesta opinión..
Enhorabuena Antonio por este blog tan divertido y tan brillante.
Gracias, novicia por tus elogios. Y creo que tienes razón en lo que dices: todos buscamos de alguna manera la seguridad, aunque soñemos con otras cosas.
ResponderEliminarOcurre ya en la juventud cuando elijes una carrera porque es posible encontrar trabajo, antes que aquélla otra que en verdad te gusta, pero donde hay menos salidas.
El amor ocurre igual, aunque hay algunos que no nos conformamos con "el apañico" para ir tirando y queremos seguir soñando. Y solteros. Antes solteros que conformistas. Y veo por tu blog que tú tampoco te conformas. Y me alegro.
Me ha gustado mucho y lo he enlazado con el mío, como tú también has hecho.
Gracias.
Gracias Antonio. Es un honor estar entre tus enlazados.
ResponderEliminarRespecto al tema, tienes toda la razón. No sólo se renuncia en esta vida a los/as canallas, que al fín y al cabo no son más que una parte del todo. También, como tu dices, a un futuro más gratificante y más de acuerdo con nuestras inquietudes a cambio de algo más seguro, mejor visto socialmente, y sobre todo más cómodo.
Nos pasamos la vida renunciando a cosas. Por convencionalismo, por miedo....
Si realmente sopesáramos lo corta que es la vida no nos andaríamos con tanto prejuicio.
Tienes razón, soy bastante inconformista, pero ni la cuarta parte de lo que desearía.
Si lo miramos desde ese punto de vita, de lo corta que es la vida, la verdad es que somos idiotas por no ser coherentes con lo que soñamos y con lo que sentimos.
ResponderEliminarPero a veces por conformismo o por cobardía, no llevamos los sueños a la realidad, aunque podamos.
O por miedo.
Pues tienes toda la razón. Siempre he sido un buenazo, y mi mujer me dejó por un canalla. Hasta a su hijo dejó. Nada le importaba más que el canalla. Solución? Me hice más canalla que él. La he hecho pagar bien pagado todo lo que hizo, y ahora ella está encantada conmigo. Y cada día me vuelvo más canalla con ella. Ahora somos la familia feliz. Gracias a Dios mi hijo no llegó a enterarse de nada. Reconozco que a veces tengo que hacer un esfuerzo para ser más canalla cada día, pero lo consigo. ella sigue negando que le gusten los canallas, pero está como loca conmigo. Ya os digo. Con ellas cuanto más canalla mejor. Y no hablo de malos tratos, claro. Pero casi.
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