Cambian los prototipos leo en un digital: “ahora las mujeres que más venden son las muslonas”, añaden. Y no sé si será cierto pero para mí nunca han cambiado los prototipos. Siempre me han dado dentera (por no decir asco) las mujeres flacas tipo modelo de pasarela y me han gustado las mujeres con curvas, con amplias caderas y con muslazos. Siempre. Desde que era pequeño y supongo que será una fijación infantil (o fetiche) porque recuerdo de mi infancia a las mujeres con faldas de tubo, medias con costura y talón cubano o de rejilla fina, tacones altos, cintura entallada y caderas anchas. Yo no he cambiado. Sigo siendo el mismo y mantengo fidelidad a mis principios que, al contrario que Groucho Marx, no tengo ninguna intención de cambiarlos.
Buena carne para el potaje de mis sueños, amigo. Quizá un poco edípica, por aquello del ropaje de nuestras mayores, pero en la tienda de la imaginación, si se sabe entrar mirando sin romper nada, todo debería estar permitido.
Buena carne para el potaje de mis sueños, amigo. Quizá un poco edípica, por aquello del ropaje de nuestras mayores, pero en la tienda de la imaginación, si se sabe entrar mirando sin romper nada, todo debería estar permitido.
ResponderEliminarA estas alturas de la película igual da que sea edípico que monastrel.
ResponderEliminarSaludos.
Nada como un buen muslamen
ResponderEliminar;-)
Cierto, Pura. Un buen muslazo, unos buenos muslazos para perderte entre ellos.
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