El dictador chileno ha muerto, pero tú has sentado en la silla, has levantado las piernas y me has dicho: Voy a estudiar. Vale. Me parece muy bien. No importa. Tú estudia, que cuando antes apruebes antes nos podemos dedicar a lo nuestro y si quieres yo mismito te ayudo a estudiar y te tomo la lección siempre y cuando no te muevas de esa posturita upskirt tan deliciosa. Porque sé que lo haces para provocarme y me encanta, lo que no entiendo es por qué te has puesto esa falda de colegiala si tú ya hace tiempo que peinas canas, digo, que dejaste el colegio… Bueno, sí lo entiendo. Está clarísimo. Te gusta provocarme. Y a mí me encanta.
Uhmmm, qué delicia ir paseando las manos desde las rodillas hasta esa gloria blanca, deteniéndose el tiempo que haga falta en los muslitos, despacio, disfrutando del viaje, como un turista de 1ª clase, con la mesa puesta y todos los gastos pagados....IVA incluido.
Regreso de un puente magnífico en Sevilla. Las sevillanas guapas y con clase, pero entre la temperatura y la casta influencia de la Macarena y del Jesús del Gran Poder he tenido poco goce para la vista. Calcetines, falda de colegiala y un blanco nuclear entre las piernas.... Viva el fetichismo!!! Enrique
Eres un pervertido, Antonio. El colmo de los colmos es que la muerte de un tirano lo relaciones con unas bragas de blanco virginal. Lo lógico sería que lo asociases a una sesión de sado con botas altas, fusta, guantes de piel y gorra de plato, amén del body también de cuero negro. Aunque, pensándolo bién, me he dado cuenta, a través de tus escritos, que eres un fetichista con gustos refinados y que lo del barbaro sado-maso no parece que sea tu perversión favorita. ¡Que no decaiga!. Como dice Enrique, ¡¡viva el fetichismo!!, pero el fino, el que excita la imaginación.
El tirano se ha muerto, pero nosotros vamos a lo nuestro. Es una suerte de desprecio. Ni puto caso. Hay periódicos, como El País, que han sacado su foto en primera y en la que aparece emperifollado de general guaperas con medallas, que es una forma de homenajearlo, aunque los muy necios no lo sepan. Yo ni puto caso, ni foto, ni nada. El desprecio más absoluto. PD.- ¿Quién te ha dicho que no me va también el fetichismo de fusta?...No soy de pensamiento único y me van todo tipo de fetichismos.
Uhmmm, qué delicia ir paseando las manos desde las rodillas hasta esa gloria blanca, deteniéndose el tiempo que haga falta en los muslitos, despacio, disfrutando del viaje, como un turista de 1ª clase, con la mesa puesta y todos los gastos pagados....IVA incluido.
ResponderEliminarY eso que no se ve nada. Tiene más morbo tapada que desnuda. Al menos para mí. Perversiones fetichistas, ya digo.
ResponderEliminarRegreso de un puente magnífico en Sevilla. Las sevillanas guapas y con clase, pero entre la temperatura y la casta influencia de la Macarena y del Jesús del Gran Poder he tenido poco goce para la vista.
ResponderEliminarCalcetines, falda de colegiala y un blanco nuclear entre las piernas....
Viva el fetichismo!!!
Enrique
Eres un pervertido, Antonio. El colmo de los colmos es que la muerte de un tirano lo relaciones con unas bragas de blanco virginal. Lo lógico sería que lo asociases a una sesión de sado con botas altas, fusta, guantes de piel y gorra de plato, amén del body también de cuero negro. Aunque, pensándolo bién, me he dado cuenta, a través de tus escritos, que eres un fetichista con gustos refinados y que lo del barbaro sado-maso no parece que sea tu perversión favorita. ¡Que no decaiga!. Como dice Enrique, ¡¡viva el fetichismo!!, pero el fino, el que excita la imaginación.
ResponderEliminarEl tirano se ha muerto, pero nosotros vamos a lo nuestro. Es una suerte de desprecio. Ni puto caso. Hay periódicos, como El País, que han sacado su foto en primera y en la que aparece emperifollado de general guaperas con medallas, que es una forma de homenajearlo, aunque los muy necios no lo sepan. Yo ni puto caso, ni foto, ni nada. El desprecio más absoluto.
ResponderEliminarPD.- ¿Quién te ha dicho que no me va también el fetichismo de fusta?...No soy de pensamiento único y me van todo tipo de fetichismos.