3 de abril de 2006

Hasta debajo del agua

En Marbella ha pasado no sé qué cosa, pero en Madrid la nueva televisión se ha adjudicado los mundiales de fútbol con lo que tenemos que, por primera vez, muchos españoles no van a poder ver los partidos de la selección española si no amoquinan la pela, la puta pela a los multimillonarios amigos del Gobierno. Como suena. El maravilloso pluralismo para ver muchos canales que nos prometió el muchacho de León, y la vicepresidenta del Gobierno de la desigualdad y el privilegio, nos he devenido en el monopolio de los amiguetes especuladores del Gobierno, los cursiprogres de la Sexta de José Miguel Contreras y los de Prisa de Polanco, cómo no, noticias frescas, qué boda sin su reverendísima sor Polanco. Ya sabíamos que tras el Estatuto de Cataluña habría españoles de primera y de
segunda; españoles privilegiados por la nueva aristocracia por la geografía de la cuna y españoles de casta rasa, los parias y la vil canalla. Pero ahora los privilegios aumentan incluso para ver los partidos de la selección española (digo del Estado español) porque los especuladores siguen mangoneando y llevándoselo crudo, mientras los pobres pensionistas de muchas partes de España tendrán que pagar forzosamente 200 euros para la TDT o 30 euros al mes a los amiguetes del Gobierno para ver a su selección en los mundiales (la mitad de una pensión no contributiva). Los mismos especuladores que le rebajan los impuestos a los multimillonarios a través de los fondos Sicav y que impiden que Hacienda los fiscalice, reparten las televisiones entre sus amigos multimillonarios para que éstos saqueen a los pensionistas a punta de decodificador. Son salteadores de pensionistas que ni disimulan el negocio, la conchabanza, el pastel, la mojiganga, el enjuague y el chanchullo. Sólo por ver los partidos de fútbol de la selección española. Quieren joderte hasta debajo del agua. Porque lo de estos cursiprogres es peor que lo de Marbella, incluso, porque si allí le sacaban los cuartos a los constructores, aquí se los exprimen a los pensionistas. Son más hijoputas aún. Un atajo de sinvergüenzas especuladores que se lo llevan crudo por tol morro expoliando a los pensionistas. Patriotismo social pa’ la cuenta corriente. La eviterna España del estraperlo, la corrupción, el amiguismo, la contrata, la subvención y el chanchullo para pegar el pelotazo. Menos mal que les queda la radio para pegarse a ella, como en los mejores tiempos del franquismo de hace cincuenta años. Seguimos progresando, vamos a más en esta España eviterna de golfos, estraperlistas, sinvergüenzas y asaltaviejas. Continuará.

2 comentarios:

  1. Tienes toda la razón del mundo, un buen ejemplo de esto son las concesiones para la TDT en Madrid (COPE, los negocios de su Federico y empresas afines al sector de la construcción) creando empresas el la semana antes de que tenga lugar el concurso, no cabe duda de que lanzarán un buen producto, teniendo en cuenta su amplia experiencia y dedicación en televisiones locales, no como los más de 200 empleados que han realizado durante años de manera pésima su trabajo en los canales de Localia TV, les está muy bien quedarse a dos velas, que narices sabrán ellos de como se hace la televisión quedan a dos velas. No quiero olvidar a nuestro querido gobierno regional que ha puesto dichas concesiones en manos de los sabios y concienciados empresarios de nuestra región, constructores de gran renombre e intachable reputación, en lugar de cualquier grupo de medios que vete tú a saber que destrozos haría con su licencia.

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  2. O sea, que todavía quieren más, todavía quieres que le den más emisoras a Polanco y los amiguetes de Zapatero. Lo queréis todo. Absolutamente todo. No dejáis oxigeno para nadie. Porque aunque el PP estuviera dando emisoras locales de aquí al año 3456 jamás, jamás, podría llegar a igualar a las que tienen ellos. Pero ya veo que os parece poco. Queréis el monopolio total, absoluto. Bueno es saberlo. Y no me compares una emisora regional o TDT con las nacionales con las que cuenta el PSOE donde su mayoría es aplastante.

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