26 de enero de 2006

La institutriz inglesa

Empezó a desnudarse tranquilamente, dejando caer primero su falda, luego sus enaguas. Se quitó el corpiño y luego, quedándose en corsé y bragas, se soltó el hermoso pelo, sacudiendo la cabeza para que ondease. Porque Harriet Marwood no era una mujer corriente. Poseía una rara especie de sensualidad que se encontraba a sus anchas en una curiosa combinación de protección maternal y crueldad despiadada. Ahora, cautivada por el rostro y la figura de su alumno, era feliz con su dominio absoluto.
- Lo ves, querido muchacho, aunque ahora sea un joven de fortuna, sigues sin embargo bajo mi absoluta autoridad. – Harriet sonrió repentinamente-. Bien, ¿te atrae la idea?
- Oh, sí, señora.
- ¿Aunque sea tu ama y te tenga controlado, Richard?
- Oh sí, señorita –susurró el muchacho-. A pesar de todo eso, la amaré y seré feliz

La institutriz Inglesa – Anónimo – La fuente de Jade – Alcor.

1 comentario:

  1. Hola paisano,te escribo desde Cartagena,me encantaria saber donde has conseguido el libro de "La institutriz inglesa",llevo años buscandolo y no encuentro nada en castellano,solo estas lineas que tú has puesto en tu blog,no sabes como te agradeceria que me ayudaras en mi busqueda,no sé si tienes el libro o esas líneas las has sacado de alguna página de internet,en cualquier caso agradezco tu colaboracion,ah y gracias por este sui generis blog,verdadero azote de tanto papanata que hay por ahí suelto
    mi correo es wero22@ozu.es

    ResponderEliminar