Que nadie lo toque, porque ayer ejecutaron en Estados Unidos a John B. Nixon, un anciano de 77, que se ha convertido en el ejecutado de más edad tras morir por una inyección letal en una prisión del delta de Mississippi. Hace unos días ejecutaron a Stanley 'Tookie' Williams, un asesino rehabilitado que había sido propuesto para el Nobel de la Paz y al que el gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, le negó el perdón pese a haber pasado toda su vida luchando contra la violencia. Es menester anotar que el 70% de los americanos quieren la pena de muerte y que a tenor de los postulados de los listos que dicen, iteran y reiteran que hay que llevar a la ley lo que es normal en la sociedad, los gobernantes de este país han llevado la pena de muerte y la venta libre de armas a la ley y es legal porque hacen normal lo que es normal en la calle. Pero Stanley Tookie (como el anciano de 77 años), fue ejecutado debido a la sinrazón de un tipejo, un patán con chorreras cinematográficas, que se ha creído un Dios con poderes para rectificar la obra del otro. Para corregirla porque estaba mal hecha y el patán sabe lo que está mal y hay que subsanar. Estos tíos, como los chinos, iraníes o cubanos, creen hacer justicia cuando sólo ejecutan su barriobajera venganza, su mafiosa vendetta “no es nada personal, pero los negocios son los negocios”.
Pues una de las cosas por las que me considero católica y creo, además, que es lo mejorcito que tiene el catolicismo si lo comparamos con otras religiones, es precisamente la redención de los errores, eso que se llama "pecado" en argot eclesiástico. Claro que no se trata de ser un joputa y confesarse y ya está (que es la imagen que se suele dar del catolicismo en la pelis pagadas por judíos o protestantes). Se trata de tener la posibilidad de cambiar realmente de vida, de arrepentimiento real. Es por eso, que la pena de muerte es la negación de esa posibilidad.
... soy enemigo de la pena de muerte, de hecho creo que el sistema juridico que no defiende la vida no tiene la altura moral para defende sus propios preceptos.
Creo que a estas alturas debieramos intentar estrujar más nuestra neurona e intentar ir más allá de si pena de muerte si o no, lo digo por los comentarios que has recibido. La cuestión más grave creo es que este tipejo pulsea con la sociedad su poder, como en su hora lo hicieron los que acaban de morir. Lo más terrible es la miopia de no ver que en un país metido en la mierda y decadente, alguien que dedica sus últimos veinte años a enseñar no pontificando sino como el que habla del infierno porque lo conoce; es para empezar un instrumento único. En fín, Caín, seguirá matando porque es su única forma de sentirse menos perdedor.
Pues yo soy de esa minoría que no cree en la reinserción en la sociedad de asesinos, violadores, drogadictos y demás fauna ibérica.
ResponderEliminarPues una de las cosas por las que me considero católica y creo, además, que es lo mejorcito que tiene el catolicismo si lo comparamos con otras religiones, es precisamente la redención de los errores, eso que se llama "pecado" en argot eclesiástico. Claro que no se trata de ser un joputa y confesarse y ya está (que es la imagen que se suele dar del catolicismo en la pelis pagadas por judíos o protestantes). Se trata de tener la posibilidad de cambiar realmente de vida, de arrepentimiento real. Es por eso, que la pena de muerte es la negación de esa posibilidad.
ResponderEliminar(Besos Antonio)
Opino igual como tú, pero te aconsejo que no te declares católica en público porque tal y como están las cosas, lo mismo van a por ti.
ResponderEliminarBesos
... soy enemigo de la pena de muerte, de hecho creo que el sistema juridico que no defiende la vida no tiene la altura moral para defende sus propios preceptos.
ResponderEliminarSaludos
El Enigma
Nox atra cava circumvolat umbra
Creo que a estas alturas debieramos intentar estrujar más nuestra neurona e intentar ir más allá de si pena de muerte si o no, lo digo por los comentarios que has recibido. La cuestión más grave creo es que este tipejo pulsea con la sociedad su poder, como en su hora lo hicieron los que acaban de morir.
ResponderEliminarLo más terrible es la miopia de no ver que en un país metido en la mierda y decadente, alguien que dedica sus últimos veinte años a enseñar no pontificando sino como el que habla del infierno porque lo conoce; es para empezar un instrumento único.
En fín, Caín, seguirá matando porque es su única forma de sentirse menos perdedor.