Pacifistas de boquilla

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se ha proclamado “patriota social” mientras guarda en la hucha un superávit de 14.871 millones que no ha gastado en servicios sociales, se conoce que porque lo custodia y atesora, como el tío Gilito, para los amiguetes nacionalistas que le permiten seguir aferrado a la poltrona. “Patriota poltronero”, sería el calificativo más acorde con su talante porque también nos hemos enterado de que el “izquierdista con superávit” ha mentido a los españoles al decirnos que nos hemos retirado de Irak y de que no enviaríamos tropas sin permiso del
Parlamento. Y resulta que teníamos allí una fragata incluida en un grupo de combate de la US Navy que ha bombardeado el país con 2.500 kilos de mentiras porque esa es la cantidad de bombas, al peso, que según ha publicado el diario El Mundo, ha tirado el grupo de combate en el que se integra nuestras fragata Álvaro de Bazán. Muchas bombas para un pacifista de sacristía como Bono y para un pacifista de boquilla como Zapatero. Pero el Gobierno silba y dice que pasaba por allí, que el hecho de que alguien le haya pegado 2.500 hostias a otro mientras nosotros le cubríamos las espaldas y vigilábamos en la calle para que nadie se acercara no significa que seamos su cómplice. Que se lo digan al juez. Porque hemos ayudado a tirar 2.500 kilos de bombas en Irak y somos el país con el mayor contingente de tropas en Afganistán donde han muerto 17 militares, pero no participamos en ninguna acción bélica porque eran prácticas de becarios. Regla de tres simple: si en unas prácticas estos tíos ayudan a tirar 2.500 kilos bombas, cuántas tiran si el vecino les sube el volumen de la música... Aunque a lo mejor eran unos petarditos de nada para felicitar las fiestas. Para saludarlos, porque pasábamos por allí.


Nota: Dentro de unos día hablaremos del Gobierno y del caso Lydia Cacho de Puebla (México) del que Jesús me ha dado alguna pistas.