5 de diciembre de 2005

Escándalos y mentiras

El diario El País ha vuelto a mentir a sus lectores en su editorial de ayer al mezclar los casos de corrupción urbanística de Marbella con los proyectos de urbanización de Murcia. Los equipara con el fin de manipular y escandalizar porque no son lo mismo ya que en Marbella hay cientos de sentencias judiciales condenatorias firmes y en Murcia, por ejemplo, creo que sólo ha llegado una a los tribunales. Y ha vuelto a mentir a sus lectores porque les oculta que en Murcia no se puede construir con la edificabilidad de Benidorm porque está prohibido por ley y que esa edificabilidad en la costa es una de las más bajas de España por lo que tendrían que pasar 50 años para que se llegara a la densidad urbana de la costa andaluza del socialista Chaves, por ejemplo. Pero el periódico (es un decir) lo mete todo
en el mismo saco para manipular y escandalizar.

Y con este benemérito fin sigue mintiendo porque oculta a sus lectores que su amo y señor, el cacique Jesús Polanco dueño de ese periódico, se construye una urbanización de superlujo con puerto deportivo en Tenerife que sí que es una zona de alta densidad de construcción y que sí que ha escandalizado a los ecologistas de allí que lo han calificado de “chapuza en el litoral” porque el puerto deportivo en la costa de Abama, para dar salida al mar a su plan parcial Lago Abama, “está afectando a un LIC marino”. Tela. Encima de mentirosos, sinvergüenzas. Todo esta orgía de mentiras, omisiones y manipulaciones se ha publicado con el beneplácito de su “consiliere” Juan Luis Cebrian (ese siniestro personaje que procede de los servicios informativos de la dictadura); un fulano que se escandaliza por el "ciego egoísmo de la sociedad occidental" mientras construye una casa de superlujo en una zona residencial privilegiada de la Moraleja comprando el terreno incluso a las monjitas. Quiere decirse que los demás no pueden hacer lo que ellos hacen descaradamente con todas las bendiciones. Spain is diferent. Caciques por un tubo que hicieron negocios con el dictador, con la derecha y con los socialistas. Tienen flotabilidad positiva: son como la mierda, que siempre flota.

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