21 de mayo de 2005

Tú, mí­, me, conmigo...

Un tipo que se llama Kevin Nadal se ha casado consigo mismo en Nueva York delante de 125 personas. No está mal. Yo lo comprendo porque me he casado conmigo mismo desde que tengo uso de razón, pues ya nací casado conmigo mismo. Luego me divorcié de mí mismo porque me eché una novia formal que siempre me preguntaba qué pensaba. Las mujeres es que siempre te preguntan en qué piensas, mayormente cuando tú estás pensado en el culo de su mejor amiga. Parecen adivinas.
No te preguntan en qué piensas cuando estás comiendo con sus padres, por ejemplo, sino precisamente cuando estás pensando en el culo de su amiga más íntima. Son malas y retorcidas. Pero decía que aquella novia con la que me uní después de divorciarme de mí mismo, siempre me preguntaba en qué pensaba en los momentos más inoportunos. Pues pienso en que a lo mejor mañana mismo me animo, busco trabajo y nos casamos, le decía yo para alentarla.
Pero no coló y nos separamos, para volver a casarme otra vez conmigo mismo, aunque como me encontré repetido y seguía dejando la tapa del váter subida, me divorcie de nuevo de mí mismo para unirme a otra novia que curiosamente se había divorciada también de ella misma. Al poco tiempo lo dejamos porque no nos llevábamos bien, ya que ella recordaba que yo había estado casado conmigo mismo y tenía celos de mí mismo, o sea, del yo mismo con el que
yo había estado casado.
A las mujeres es que es muy difícil entenderlas, sabe usted. Y pasó el tiempo y a punto de cumplir las bodas de plata conmigo mismo, me divorcié de mí mismo porque estaba cansado de oírme roncar a mí mismo y me eché esta vez una novia que nunca se había casado con ella misma, según pude averiguar al poco de conocerla. Eres gilipollas o qué, me contestó ella cuando se lo pregunté. No, cariño, es que hay tipos que nos casamos con nosotros mismos. Son manías. Pues esto se acabó, me espetó ella, porque yo no me voy a casar nunca contigo mismo. Pues vale, porque yo tampoco me voy a casar nunca contigo misma, que lo sepas.
Y nos separamos, para casarme yo otra vez conmigo mismo y ella con un oficinista del Banco de Bilbao que pasó por allí y que se conoce que tampoco se casaba consigo mismo porque se casó con ella. Creo que tuvo un hijo con ella misma, pero no estoy seguro.

4 comentarios:

  1. Después de leer un poco tu blog esta es mi conclusión:

    1. Te has pasado la vida masturbandote a escondidas con todas las revistas porno que pudieses encontrar. Seguramente también con los catálogos de ropa interior que traia tu madre del Alcampo

    2. Tu mujer (si es que tienes) es más fea que pegar a un padre con un calcetín sudado. La miras y hala, revista y al baño.

    Y ahí más o menos se queda tu vida, porque tus comentarios "políticos" son bastante margarita seisdedos.

    Como friky en el Cronicas Marcianas puedes tener éxito, aunque seguramente vuelvas al baño a hacerte otra paja sentado en el water.

    Buena suerte

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  2. Después de leer tu comentario a mi post he llegado a la siguiente conclusión:
    1. Tú eres un cornudo sumiso que se la chupa al amante de tu mujer para calentarlo y que así se la folle a ella con más ímpetu y te haga más cornudo.

    2.- Después de que hayan follado te dedicas a limpiarle a ella el coño para dejárselo limpito con el fin de que el que te hace cornudo pueda seguir follándosela.

    3.- Una vez que ha terminado la faena de ponerte los cuernos, tú te arrodillas ante el macho alfa que te ha hecho cornudo y le besas la polla para darle las gracias por hacerte cornudo.

    Buena suerte y felices cuernos, que cuernos con gusto no duelen.

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  3. Hola Antonio, yo conocí a Pura en la presentación de su libro en el Ateneo de Madrid.

    Una persona maravillosa, de gran calidad humana, educada y con un estilo y feminidad como pocas mujeres hoy día.

    Además, es extraordinariamente hermosa y sensual.

    Tuve el honor de ser el primero en recibirla en el Ateneo y para mí fue también un fastidio no poder ir a verla en la Feria del Libro a causa de los exámenes.

    Acabo de dar con tu blog y me parece muy interesante, la verdad. Tienes un gran sentido del humor. Te animo a continuar.

    Te saluda antentamente,

    José María

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