Ahora resulta que Bush cree que la ONU es más necesaria que nunca y que la invasión de Georgia viola su carta fundacional. De Kosovo no habla, claro, y menos de Irak, porque vivimos en un mundo de adultos infantiloides donde todo el día jugamos al "vamos a contar mentiras", por el mar corren las liebres, por el monte las sardinas, tralarí, tralará, lo que yo te diga, porque también hemos sabido
que Zapatero apoya el plan Bush para endilgar dinero público a la salvación de bancos privados, que antes consideró inaceptable.
Eso ha declarado tras su reunión en Nueva York con banqueros y líderes de multinacionales como Pfizer, IBM, Hewlett Packard, Microsoft, Xerox, Boeing, General Dynamics, Philip Morris, Dow Chemical, Google, Merrill Lynch, Bank of America o Citigroup. "Estamos encantados de que estén en nuestro país y vamos a darles motivos para que sigan y aumenten su presencia", les dijo obsequioso a sus invitados, cual Isabel Presley con sus Ferrero Rocher.
Y luego insistió en las ventajas de invertir sus sucios petrodólares en España aludiendo a que una de las ventajas de hacerlo es que aquí "no existe conflictividad laboral", es decir, que los trabajadores españoles son sumisos, no conflictivos y los sindicatos están domados. Y además, tenemos un sistema financiero que es el más sólido del mundo, les ha repetido nuestro bienandante presidente, pues se conoce que de la crisis tiene la culpa Reagan, Aznar y el sursuncorda, pero de la solidez del sistema financiero español el mérito es suyo y de eso gallea ante estas beatíficas multinacionales que hasta ayer mismo también tenían la culpa de la crisis y de la inestabilidad mundial.
Somos tan chachis pirulis que hasta los italianos y los franceses nos temen, porque dentro de nada, en un plis plas, y gracias a su merced, vamos a ser más grandes que ellos. Están acojonados. Con los huevos por corbata, que se dice. Eso les ha dicho nuestro prohombre a los multimillonarios de las multinacionales que se han reunido con él en una gratificante reunión que podría servir para un anuncio de Edesa.
Se oyeron aplausos por los pasillos, dicen los crónicas, pese a que también debió leerles la cartilla a estos codiciosos capitalistas para que sean buenos chicos, se comporten en sociedad y no digan palabrotas, ni escupan en el suelo del tercer mundo; la cartilla del padre Zapatero Ripalda que ya ha anunciado, menos mal, que mantendrá su promesa de dar el 0,7% del PIB para los países pobres (en 2012). Y luego fueron felices y comieron perdices. O bombones Ferrero Rocher.
jua jua jua... ays... sucia política...
ResponderEliminarYo diría que cínica, pero también es sucia en muchos casos.
ResponderEliminarLas trolas están al orden del día.
ResponderEliminarLo malo es que muchos, muchísimos, se las tragan como si nada.
Y tan felices.
Esa es la gran tragedia contemporánea.
La política sin mentiras, no sería política, Enrique. Se miente ya desde el inicio, desde la campaña electoral y luego obran en consecuencia. "Las promesas están hechas para no cumplirlas, que dijo Tierno Galván; un político que sabía latín y que no tiene ni comparación con esta tropa que disfrutamos.
ResponderEliminarUn hombre entró en un bar y escuchó como otro elogiaba a su burro. El señor muy contento decía que su burro le saludaba al entrar en casa porque era un ejemplo de educación, que sabía sumar porque tenia una inteligencia extraordianria y que hasta contestar con monosílabos sabía de pura excepcionalidad que tenía el burro.Eso sin hablar de sus grandes dotes como semental y su productividad en el trabajo. Vamos, que el burro era una joya. Tanto y tan bien le habló del burro que terminó por comprárselo. A las dos semanas el hombre regresa al bar buscando al que lo vendió y allí estaba. Directo va hacia él y le dice:- Me has enganado, este burro es una estafa, ni habla ni resta ni saluda y a las hembras ni se acerca. Este burro es un timo y no sirve para nada.- a lo que el hombre que le habia vendido el animal le contesta:- Tu como sigas así hablando del burro.. no lo vendes ¿eh?. Pues eso. Besitos varios.
ResponderEliminar¡Jajaja! Genial, Eria.
ResponderEliminarYo es que paso hasta de calificar a los políticos. Paso olímpicamente de la política porque me parece una tomadura de pelo, porque ha perdido la vocación de servicio público que da razón a su origen y se ha convertido en una liga en la que dos equipos grandes y un puñado de pequeños se disputan sillones y prebendas.
El mundo que nos muestran los medios de comunicación me parece un gran teatro en el que los que se ríen son los actores y no los espectadores.
Muy bueno, Eria. Además de ejemplarizante, te ríes.
ResponderEliminarSybarite: La política fue en tiempos un empleo noble; hoy es una salida para los mediocres. Antiguamente cuando se tenía un hijo tonto lo metías a cura o lo mandabas al ejército. Ahora basta con afiliarlo a un partido. Hace carrera.
miss, lo has clavado. No lo podría decir mejor.
ResponderEliminarLo malo de esto es que muchos espectadores, insisto, ni se enteran o son felices con que los actores se rian de ellos. Y así estamos, esto es una partitocracia en la que los medios de comunicación nos suministran la papilla diaria. La mayoria se la traga (no la mastican, se la tragan) y unos pocos vomitamos llenos de asco.
Pero muy pocos, queridos antonio, miss, eria...
Cada vez menos.
Yo no creo que haya cada vez menos, Enrique.
ResponderEliminarMe encuentro con una sensación contradictoria. Por un lado creo que la gente es cada vez más borrega pero por otro, compruebo que cada vez pasa más de la política y los políticos. A la mayoría de la gente de la calle le pones delante cualquiera de los artículos de Antonio y se queda muda porque no sabe de qué se habla. Y no hablo de poca capacidad intelectual sino de nulo interés. La política aburre ya a todo el mundo y lo puedes constatar a través de los medios de comunicación, que están desviando sus focos a los temas humanos.
Claro, eso permite manipular con más facilidad a la gente pero creo que la mayoría tenemos la sensación de vivir prácticamente igual mande quien mande, y de, simplemente, estar sentados en alguna de las filas del circo.
Pues yo cada día me encuentro gente con menos capacidad de crítica, gente que parece inteligente y que resulta que tiene que defender a los suyos a capa y espada hagan lo que hagan. LOs que son "votantes de" lo son a muerte, de pensamiento subjetivo e intentando convencer a los demás de temas que son incapaces ellos de tragar,negando las evidencias. Y es igual a los dos lados...
ResponderEliminarSí, Merce, es así, pero, al menos en mi entorno, son muy pocos esos incondicionales. De hecho los porcentajes de participación electoral caen y caen.
ResponderEliminarYo dejé de votar hace muchos años, no pienso molestarme en cruzar la acera por ninguno de esos babosos que llenan las Cortes Generales. Eso sí, las noches electorales me engancho a Internet y me lo paso bomba viendo subir y bajar los escaños. En ese momento sí soy yo quien mira y se ríe de ellos :D
Aumenta el voto en blanco. Y por algo será.
ResponderEliminarPero eso es lo que quieren los políticos, que la gente pase o no le interese la política. Así pueden hacer y deshacer a su antojo. una dictadura encubierta, vamos.
ResponderEliminarY nula rebeldía o capacidad de crítica. Empezando por los políticos, que jamás dirán que se han equivocado. Simplemente dirán "pues anda que tú" o "tú más" o como la ministra de fomento el otro dia, retomando el yak-42 o la guerra de Irak.
Y los votantes, peor. Nula crítica, como bien dice merce. Y los medios de comunicación, escuelas y universidades creando personas en serie, sin capacidad de pensar o de crítica.
Yo votaba en blanco, pero últimamente si voto con papeleta. En las municipales voté a una candidatura independiente y en las próximas, las europeas, ya veré. Pero votaré.
ResponderEliminarYo también voto, siempre. A menudo en blanco, pero votar sí, siempre. A pesar de estar más que asqueada de la política y de los apasionados de uno u otro partido, a los que jamás conseguiré entender (aunque me encanta escucharles)
ResponderEliminarPues a mí me gustaría ver el panorama que se presentaría si no fuéramos nadie a votar... es una de mis fantasías más excitantes...
ResponderEliminarSigo la política por curiosidad,Lamamma, aunque en otros tiempos hubo pasión, pero ahora la miro como si anduviera por un zoo y me entretuviera mirando a los monos. Lo que siento es que no puedo darles cacahuetes a los políticos.
ResponderEliminarSybarite: Si no fuera nadie a votar, no pasaría nada, los políticos interpretarían que estamos de acuerdo con lo que hacen y todavía harían más capulladas. Por eso ahora voto, para que no me digan que soy indiferente, que me da igual lo que ellos hagan y joderlos un poquito.
quizás por eso me tienes enganchada a tu blog, Antonio.
ResponderEliminarPues me alegro de que al menos sirva para algo, la Mamma. Aunque sea para contar el desencanto. Hubo un tiempo en que había que luchar por todo, por la libertad de expresión, de reunión o de manifestación. Por conseguir lo obvio.
ResponderEliminarAhora nos tiramos los trastos a la cabeza por minucias como llamar miembras a los miembros de la Academia, por ejemplo. Y supongo que eso es bueno. La normalidad democrática.
Muy buen blog, si señor.
ResponderEliminarEn cuanto al artículo, me huele a que el Sr. Rodríguez se esta buscando un chollo tal como el del Sr. Aznar para cuando termine su gobierno, digo yo.
No lo sé, Pablo, porque cada día estoy más estupefacto. Ando medio lelo.
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