30 de marzo de 2014

Decente


A veces no sabe uno a qué atenerse, verdad usted, porque acabamos de saber que en Niza han condenado un marido a pagar a su mujer una indemnización de 10.000 euros por no haber mantenido relaciones sexuales. La noticia no es fresca y se cuenta con pitorreo, pero lo cierto es que las chicas no se aclaran. Si quieres cumplir a menudo eres un rijoso salido y si no lo haces te denuncian. Y multan. Mejor «hacer justicia con la propia mano», como aconsejan en México.

Puede ser un remedio/achicoria para no ir al conflicto como los imperialistas rusos tras invadir Crimea y ponerse a tiro de una guerra con Ucrania que no debería preocuparnos porque los del «¡No a la guerra!» ya deben de estar afilando las pancartas. Aunque seamos sinceros: una invasión en la que no participen los americanos pues que no, que no es invasión sino una guerrita descafeinada y con muertos bajos en nicotina. Ya pasó en Libia.



El imperialista Putin argumenta que los de Crimea no quieren ser ucranianos, pero los chechenos tampoco quieren ser rusos y este correlinde los invadió y masacró pues no respeta fronteras ni rábidas. Unas fronteras que habría que suprimir para que todos puedan circular libremente por ellas según trompetea uno de mis mejores ex-amigos, que cuando viaja en avión se percata de que las fronteras entre países son un invento del hombre porque desde allí arriba se ve claramente que no existen. Y tiene razón. Que se lo digan a Putin.

Aunque la contrariedad radica mayormente en que las fronteras que si existen son las de la verja que él instaló en su chalet para rodearlo y evitar así que nadie se le inmigre que ya se sabe que ‘to’ el mundo e’ güeno’ mientras no se meen en mi piscina, faltaría más, joder, porque es cierto que las fronteras son un invento del hombre pero hay que ser coherente y empezar por suprimir las de tu huerto y finca, para dar ejemplo, antes de eliminar las de los países porque los edificios se construyen desde abajo, por lo pequeño, y es sabido que el que no cumple en lo pequeño difícilmente cumple en lo grande, según nos decía con mucho tino aquél al que crucificaron por metomentodo. El que iba hecho un cristo, sí.

Y en estas que llega Adolfo Suarez y se muere, de verdad, entre encomios y ditirambos pues acerrojó la dictadura y logró por fin la unidad de los españoles: todos lo odiaban, incluidos los de su propio partido. Aunque una vez muerto ha logrado el certificado Aenor para ser enterrado entre bombos, laudes y panegíricos. Es un español decente dicen ahora de él todos aquellos que lo aborrecían e ingeniaron la crispación. Qué suerte tiene.

A mí las chicas me han llamado indecente, calavera, degenerado y pervertido. A lo menos. Y eso que uno no ha invadido Irak ni Crimea, ni la linde de catre ajeno. Ni me han multado por no cumplir en la cama porque siempre, siempre, me han echado de ella. No me han dado tiempo.

Columna publicada en el periódico El Mirador de Cieza. 

23 de marzo de 2014

Braguitas

«Cuando maquillas a los hombres siempre les lloran los ojos», según revela la maquillado Consuelo Ortiz. Pos miaque. Yo conozco a algunos que lloran, de felicidad, aunque el tanga no les tape la rigidez de la emoción. Pero creo que ella no se refiere a esto. O sí. No sé, cualquiera sabe.

A mí una chica muy traviesa me puso sus braguitas y tuve que pelearme con ella para que no me las quitara. Era muy egoísta. Las quería para ella sola. Y me las quedé por aquello de que lo que da Santa Rita ya no se quita.

Aunque no se enfadó porque se conoce que disfrutó y yo tuve el caballeroso detalle de no quedarme también con el sujetador. Es que el ‘suje’ es más complicado que lo del ‘logaritmo neperiano del número e’, sabe usted. O peor, porque según explican las expertas tienes que medir el pecho a la altura de las areolas, restarle a esa cifra la medida del tronco antes de sumarle 15 para obtener la medida de la copa. Supongamos que la medida del tronco es 75 cm -te explican-, pues le sumas 15 y obtienes tu talla: la 90. La medida de tu pecho es 90 cm, réstale 70 y obtienes 20. Tu copa es la D.



Está clarísimo, pero yo he hecho exámenes de matemáticas más fáciles. Ahora se explica porque en la Universidad hay muchas más chicas que chicos. Llevan ventaja en el cálculo aritmético. Pero ellas tienen razón: Qué jodido es ser mujer. Me quedo como hombre, lo siento, pero no está una para tanto trajín. Y además con estos pelos.

Y es que con este tiempo tan raro que hace no sabe una que ponerse, ni a qué atenerse, porque llega el cantante Miguel Ríos y sugiere que se penalice el incumplimiento de los programas electorales. Pistonudo, verdad usted, aunque la iniciativa puede ser cuestionable porque si llevas en tu programa la construcción de un paseo en Gamonal (Burgos) y te lo paralizan los vecinos, no sabemos si habrá que penalizar al alcalde o a los que lo impiden.

"No voy a dejar de creer en la música porque algunos músicos desafinen", ha añadido el cantante en alusión a la corrupción. Quiere decirse que sigue creyendo en la política y en los políticos, aunque algunos la deshonren. Y tiene razón. No todos los políticos son iguales (o corruptos), y la inmensa mayoría son honrados. Yo he llegado a conocer alguno que es listo. Descalificar la política y los partidos no trae la romántica anarquía, sino el fascismo de extrema derecha que cunde por Europa. Nos viene el populismo y la demagogia porque los políticos que disfrutamos no son unos ilustrados de esgrima oratoria como en tiempos de Castelar.

De aquella época creo que procede la anécdota sobre un diputado que en el Congreso le dijo a otro que se había enterado de que llevaba bragas. «Tiene usted una mujer muy indiscreta», le respondió el aludido con fino sarcasmo dialéctico. Pues eso. No llores si te maquillan que es de chicos, sin braguitas.

Columna publicada en el periódico El Mirador de Cieza. 

16 de marzo de 2014

Maldito

Se nos ha muerto el último maldito y lo sentimos porque ya no nos quedan más y no tenemos cambio, vuelva usted mañana. El poeta Leopoldo María Panero se ha muerto a pie de obra escribiendo, fumando y bebiéndose a puerta gayola 10 cocacolas diarias porque el alcohol ya no le decía nada cuando la borrachera te sabe a sacarosa y las litronas pululan por las aceras.

La ha palmado en el psiquiátrico al que llevaba sujeto 40 años con el clip de la sensata locura que te aparta de los mediocres que lo infectan todo con el agua oxigenada de la poesía floripondio, envasada y hueca. Se ha muerto apedreando el lucernario de la casa madre del psiquiátrico donde sólo admiten a los lúcidos que leen las paredes en blanco.



Se nos ha ido a negro el último genio que se asomaba impuntual por el reloj de cuco y se cobijaba entre cartones, sin techo, para protegerse del frío indiferente de esos medianías de derechas e izquierdas cuya vulgaridad es tan sobresaliente que se pasman boquiabiertos al descubrir ángeles y demonios, chicas que sueñan con bidones y cerillas, aventurillas pseudohistóricas, poesía relamida de almidón repujado y demás chándales sociales al uso en esta emporcada España en la que surge la división y el partidismo hasta en un atentado terrorista que mata a 192 inocentes porque por esta corrala hasta lo obvio hay que explicarlo pues por obvio resulta tan obvio que no lo entienden y se impone la envidia cochina del mediocre de cantimpalo, muy española, como los acicalados obituarios una vez muerto y enterrado, boca abajo, puesto que el que no va en manada detrás de la perra políticamente correcta ya es un vivo enterrado muerto.

«... yo que todo lo prostituí, aún puedo/ prostituir mi muerte y hacer/de mi cadáver el último poema», escribió como anticipo en ‘Más allá de donde’.

Se ha tenido que morir para que lo desentierren del psiquiátrico antes de pasar a la tumba del soldado desconocido; de ese olvido donde se hospedan todos iguales por lo raso porque en España ser mediocre reglado es una recomendación para el oropel tipográfico y la palmada maravillada de los suplementos literarios. Menos mal que a su tumba no van a peregrinar los cursis como hacen con la de Machado. Menos mal que nos lo ha avisado:

«Es tan bella la ruina, tan profunda/ sé todos sus colores y es/como una sinfonía la música del acabamiento/ como música que tocan en el más allá /y ya no tengo sangre en las venas, sino alcohol/tengo sangre en los ojos de borracho/ y el alma invadida de sangre como de una vomitona/y vomito el alma por las mañanas/ después de pasar toda la noche jurando/ frente a una muñeca de goma que existe Dios. /Escribir en España no es llorar, es beber/ es beber la rabia del que no se resigna/ a morir en las esquinas, es beber y mal/decir, blasfemar contra España/ contra este país sin dioses pero con/ estatuas de dioses...» Leopoldo María Panero (La canción del croupier del Mississippi ).

Columna publicada en el periódico El Mirador de Cieza. 

9 de marzo de 2014

Ricas

«Ricas, listas, guapas… y alcohólicas». ¿Dónde, dónde?, te preguntas tras leer este titular. Pero no, no son mujeres que busquen novio, marido, ni perro que les ladre. Son las nuevas mujeres que trabajan y son independientes. Tan libres que no se acercan a Cieza. Una pena, porque son unas joyas; de esas chicas con las que quedas para hacerlo en un hotel y luego cada uno a su casa.

Chicas inteligentes como las que presiden el FMI, el Banco Central de EE.UU y la república alemana. Tres poderes fácticos mundiales están en manos de las féminas así que si las mujeres mandaran, como dice mi madre... la vida seguiría igual, según el metafísico Julio Iglesias.

Como ocurre en Cieza donde se quiere prolongar el paseo Ribereño para continuar un proyecto al que uno se opuso cuando escribía en ‘La prensa local’, y que ahora disfruto todos los días. Me equivoqué. Otra vez, sí. Igual que yerra el alcalde Tamayo si pretende prolongar el paseo como ya hizo con la parte que le toca del puente de Alambre hacia el Argaz.



No hay que ser muy avisado para percatarse de que a partir del puente de Hierro tenemos un señor paseo arbolado donde se puede correr, mientras que desde el puente de Alambre hacia el Argaz es una senda ribereña; una obra de políticos ‘cagapoquito’, sin árboles y pegada a la carretera. Una senda hecha abonico y de puntillas porque el esfuerzo para hacerlo y negociar con los propietarios no es para políticos ‘quiero y no puedo’.

Hay que querer y poder como ha hecho España al aceptar la tasa Tobin a las transacciones financieras. Una medida que creíamos utópica pero que con la crisis se ha hecho carne porque mientras unos se siguen forrando en Bolsa apostando a pérdidas (bajistas), a otros les cortan hasta el agua (unas 300.000 familias). Sin luz y sin agua. Vuelve la palangana y los palanganeros, cuando la luz y el agua son derechos fundamentales que algunos tienen cortados, mientras otros se van de ruta turística por los juzgados ya que el saqueo de las cajas por parte de políticos, empresarios y sindicalistas, ha engordado los legajos sin mucha diligencia pues aunque hay más de 100 imputados sólo han enchiquerado a tres.

Por eso Cayo Lara, de IU, ha pedido con mucho tino una comisión de investigación sobre el ‘saqueo de las cajas’, en un clamor en el desierto del Parlamento porque todos están pringados. Paradojas de la vida, otra más, sí, porque en Río de Janeiro se han divertido hasta la muerte en el carnaval (82 asesinatos), mientras en Ucrania y Rusia se matan por la linde, digo, por el gas, digo, por la guerra.

Sorprendente. Se me corre el rímel, pero como venga a Cieza una chica rica, guapa, lista y alcohólica que vaya a mi casa, yo la atenderé, porque la oficina de Turismo tiene goteras y está cerrada los sábados y festivos de todo el año por falta de personal, excepto sábado Santo (para informar de las carretillas) y domingo de Ramos (por los caramelazos).

Columna publicada en el periódico El Mirador de Cieza. 

2 de marzo de 2014

Candados


La soledad mata a los ancianos tanto como la pobreza, según la Universidad de Chicago. Una pena. Nos pasamos la juventud martirizándonos y cuidándonos con ungüentos y dietas, para llegar luego a la vejez y disfrutarla achacosos y muy solos. Para qué. «Vive rápido, muere joven y deja un bonito cadáver, según la peli ‘Llamad a cualquier puerta’, con James Dean.

Eso es lo que le digo yo a las chicas pero ni caso. No quieren vivir deprisa y hacerlo sobre la mesa de la cocina, pero nos consolaremos porque la soledad no está tan mal pues te mueres solo y cuando te entierran te dejan por fin en paz. Lo advertía Gustavo Adolfo Bécquer: «Dios mío, que solos se quedan los muertos». Sobre todo ahora que ETA ha entregado las escopetas para la caseta de feria.



Por eso nos resulta enternecedor que los novios de Cieza cuelguen candados del puente de Alambre, como hacen los franceses en el Pont de Arts de París y los italianos en el Milvio de Roma. La leyenda de Italia y Francia (originaria de la novela y película ‘Tengo ganas de ti’ de Federico Moccia), cuenta que si una pareja ata un candado con sus nombres en el puente y tira la llave al río, su amor durará para siempre.

No sé qué ocurrirá en Cieza pero mi vocación periodística que me viene de muy pequeño (hice un reportaje/denuncia en el colegio sobre todos los que hacían novillos), me acucia a escudriñar cerca del puente para comprobar cuántos son los que, cizalla en mano, rompen el candado una vez pasado el encandilamiento.

Uno es que es pesimista, sabe usted, pero cuando me eche novia formal (en la residencia de ancianos), también pondré el candado en el puente de Alambre. Aunque no lo cerraré para que la chica no tenga que ir en silla de ruedas a quitarlo. Pobrecica. Pero lo colgaremos, seguro, porque esta tradición no es cursi, qué va, sino muy bonita, muchísimo, aunque a uno le siguen pareciendo más románticas las esposas que también atan (en la cama, no en el puente). Pero lo importante es el amor que libera aunque sea pura química, oxitocina, que emborracha por momentos.

«Algunos experimentos han demostrado que una inyección nasal de oxitocina aumenta la confianza y ayuda a entender las emociones de los demás", escribe el científico Young en la revista Nature. Y en Australia quieren utilizar esta hormona en spray para las terapias de pareja. Quiere decirse que si ella se desenamora le metes una ráfaga de spray y la tienes otra vez loquita.

Ahora me explico porque algunas chicas llevan una máscara antigás cuando están cerca de mi. Hasta ahora sólo me enseñaban el spray de pimienta. Pero no importa: «Lo mejor de ser soltero, es que te puedes meter en la cama por los dos lados», que decía James Dean. Aunque te pierdes las esposas, digo, los candados; una pena porque los humanos somos la especie que no tiene celo y puede hacer el amor todo el año, es decir, todos los sábados por la noche.

Columna publicada en el periódico El Mirador de Cieza.