3 de abril de 2008

Shoe dangling, sin querer

Amnistía Internacional ha acusado a España, al gobierno de Zapatero, de apoyar la represión china en Tíbet por medio del silencio. Porque el silencio a veces es cómplice, como ocurre en los casos de malos tratos domésticos, con la violencia machista. Eso te digo, pero tú callas y sigues quitándote las medias. No te has dado cuenta, pero con esa posturita estás muy mona en un genuino "shoe dangling", aunque involuntario, porque lo haces para quitarte las medidas. O eso creo, porque siempre que te las quitas haces lo mismo y yo creo que es provocado. Afortunadamente.

6 comentarios:

  1. Provoca tu mirada
    despierta tus sentidos
    endurece tu cuerpo...

    O eso parece que te dice la niña..
    BEsossss

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  2. A mí la escena me recuerda a los preludios de seducción, tensos, vibrantes, llenos de la ansiedad de anticipar ese final como de peli que ya has visto. Admiras a la cervatilla desvalida que muestra su poderío entre gemidos y párpados con mirada inocente y lasciva al tiempo que se viste-desviste parsimoniosamente. Bambina en versión erótica, que esconde el traje de cuero y la fusta bajo un pompis que se te ofrece descarado. Sin saber cómo te envuelve aprovechando tu entrega por esa sonrisa que te invita a la antesala del paraíso. Atado y amordazado sólo te queda finalizar un juego de corte sádico del que las marcas más nocivas nunca se verán, pero te lacerarán toda la vida por lo humillante de la experiencia. Recordarás esa sonrisa perenne de la conejita que se comió al lobo. Recordarás el vaivén de unas cejas superpuestas a unos dientes de liebre incrustados en la caja de la sonrisa de jocker. Recordarás a un cejijunto con prisa llorando al fondo de la sala, y nunca sabrás si era por celos o por rabia de haber perdido la esperanza de ponerse en tu lugar.

    Al despertar reconocerás el sudor frío de la burla, comprobarás que duró demasiado por tu incipiente barba, y, lo peor, la nena pudo ser nene y te recorrerá un latigazo por la columna recordando el orgasmo democrático del que la confusión no te aclara si disfrutaste o no. Nunca sabrás si tu enrojecido culete odiará o amará aquella fusta o a aquellos bríos amatorios. Y desearás pastar con los cabestros genuflexos ante el saludo del vocero que te deja rumiar en su corral mientras te hurtan los cromos.

    El graderío quieto, no agita los pañuelos. Se deja hacer una faena en la que salen de la plaza todos desnudos, y desnudas claro, como mandan los cánones. Y la cervatilla travestida hace caja erguida sobre sus tacones dispuesta a un nuevo embuste. Ahora sabes el porqué de esos andares de Tambor.

    ¡El siguiente! Mire es que decía yo no sé qué de un trasvase que...La baba recorrió más rápido que nunca el espacio entre la comisura de sus labios y el suelo, ensimismado en unas manos que se deslizan por unas medias hasta la punta de un tacón... Algo en su interior hizo que se echara las manos a su shoe dangling, pero fue sin querer. De locos.

    El primo segundo de Sigmund Freud.

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  3. Muy alegórico, pero las cosas suelen ser más sencillas.

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  4. ¿Quieres decir sin preservativo?

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